Autor: JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA
Con los extremos al alza y un oficialismo frágil, el este de Alemania vota en elecciones clave
En los estados de Sajonia y Turingia:Fortalecido en los últimos meses en las encuestas y en las elecciones europeas de junio, el partido Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) espera conseguir hoy en Sajonia y Turingia, al este del país, la primera victoria a nivel estadual para un movimiento de extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial.
Mientras, desde el otro extremo, la izquierda radical liderada por la diputada Sahra Wagenknecht (que fracturó a la formación más dura de la izquierda, Die Linke, para fundar un partido que lleva su nombre) crece y podría desplazar a los socialdemócratas (SPD) y a los verdes que hoy gobiernan en coalición con los liberales de centroderecha.
Con las campañas de ambos estados muy marcadas por el fuerte descontento hacia el gobierno dirigido por el socialdem ó c r a t a O l a f S c h o l z, A f D considerada extrema derecha por la Oficina Federal de la Constitución, los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior se ha instalado como la gran favorita en el estado de Turingia, donde las encuestas dan en torno a un 30% de intención de voto, por delante de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, derecha conservadora), que con cerca de un 20% alcanzaría el segundo lugar.
En Sajonia, la contienda es reñida y las encuestas muestran un empate en el primer lugar deuna porción importante del electorado descontento en Sajonia y Turingia, desde el otro extremo la Alianza Sahra Wagenknecht SWB, fundada en enero por la diputada que le da el nombre al movimiento podría conseguir entre 15 y 20% de los votos y desplazar a las fuerzas de izquierda tradicionales. Ser una amenaza a los grandes partidos de derecha e izquierda, respectivamente, no es lo único que comparten AfD y SWB.
Ambos partidos tienen en común una dura crítica a la continua ayuda de Alemania a Ucrania, sus ideas de un mayor acercamiento a Rusia, y políticas contra la inmigración, un asunto que cobró mucha mayor relevancia hace una semana por un atentado en Solingen cometido por un solicitante de asilo sirio, quien apuñaló a 11 personas y mató a tres. Las coincidencias son tales que, en 2023, AfD invitó a Wagenknecht a formar parte del partido, antes de que ella decidiera formar su propia agrupación.
T a m b i é n c o m p a r t e n, d e acuerdo con el instituto de estudios económicos ifo de Dresde, el hecho de que se han ganado la confianza de muchos votantes en “regiones donde vive un gran número de electores de edad avanzada y donde la gente tiene poca confianza en el futuro”, explicó a EFE Joachim Ragnitz, investigador de ese centro.
“Un alto grado de insatisfacción con su propia situación económica también favorece este comportamiento de voto”, dijo Ragnitz en la reciente presentación de un estudio del ins-SSERPDETAICOSSAtituto ifo de Dresde en el que se dio cuenta de que la sensación de agravio del este alemán con el oeste germano juega a favor de AfD y BSW.
“El BSW, como AfD, llena un vacío programático (). El BSW se beneficia de la incertidumbre que siente la gente y de la demanda de políticas sociales conservadoras, sin descuidar al mismo tiempo las políticas sociales y de bienestar de tendencia izquierdista”, afirma Wurthmann.
La coalición de gobierno ante una prueba muy difícilEl escenario más difícil lo tiene la coalición del gobierno federal, formada por el SPD, Los Verdes y los liberales del Partido Democrático Libre (FDP), que lleva meses soportando roces internos y con dificultades para mejorar la mala situación económica del país, lo que los ha llevado a tener un bajo desempeño en los sondeos. Los socios minoritarios de la coalición son lo que podrían salir más perjudicados.
Según las encuestas, tanto Los Verdes como el FDP arriesgan quedar fuera de los dos parlamentos estatales, ya que apenas superan el 5% de los votos, el umbral mínimo que necesita un partido para poder obtener un escaño (a nivel estadual y federal). Y aunque el SPD tendría casi asegurada su presencia en ambos parlamentos, sufriría un duro revés, ya que según las encuestas está cuarta en intención de voto, por detrás del SWB. la AfD y la CDU, con porcentajes de intención de voto que rondan el 30%. Si las encuestas están en lo cierto e independientemente de si AfD logra o no el primer lugar, el partido conseguiría una importante representación en el Legislativo, que es su meta más importante.
“AfD en estas elecciones tiene como objetivo ganar espacio y mucha influencia, porque sabe que tener el gobierno en Turingia y Sajonia no está a su alcance, al menos por ahora”, explica a “El Mercurio” Jurgen Falger, politólogo de la Universidad de Heidelberg. Aun siendo primera fuerza, para ser gobierno en esos estados, AfD necesitaría entrar en una coalición con otras formaciones para conseguir la mayoría necesaria, y tanto la CDU como otros partidos han rechazado esa posibilidad.
Pero un resultado que se traduzca en una bancada numerosa algo que también busca en las elecciones del 22 de septiembre en Brandenburgo (este), donde es favorita le permitirá a AfD tener el suficiente peso como para que el resto de las fuerzas políticas deban considerarla en las decisiones.
“En Alemania, para modificar la Constitución de un estado y otros aspectos menores (como el nombramiento de jueces) se necesita una mayoría de dos tercios, lo que dificultaría la reacción ante crisis estatales sin tener en cuenta a la extrema derecha”, afirma a este diario Constantin Wurthmann, politólogo de la Universidad de ErlangenNuremberg. Guerra y migración: coincidencias en los extremosSi AfD ha logrado conquistar. Los comicios podrían llevar a AfD a lograr la primera victoria estadual desde la Segunda Guerra Mundial para la extrema derecha. En los estados de Sajonia y Turingia: UN CARTEL DE LA CAMPAÑA de Bjoern Hoecke, candidata de AfD en Turingia, con sus eslóganes “El Este lo hace” y “Ca