Autor: TO TAKAKO Embajadora de lapón
COLUMNAS DE OPINIÓN: A 80 años de Hiroshima y Nagasaki
COLUMNAS DE OPINIÓN: A 80 años de Hiroshima y Nagasaki Este 2025 se cumple el 80 aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki.
Las dos bombas convirtieron la tranquila mañana de estas ciudades en un infierno en vida, arrebatando en un instante la vida de más de cien mil personas, y dejando secuelas que perduran hasta hoy, incluyendo el sufrimiento interminable de los sobrevivientes y de sus descendientes.
Como único país en el mundo que ha sido víctima de bombardeos atómicos en tiempos de guerra, Japón ha asumido como misión histórica transmitir la terrible realidad de aquella tragedia y liderar los esfuerzos de la comunidad internacional hacia la consecución de un "mundo libre de armas nucleares", bajo la firme convicción de que jamás se debe repetir una historia de sufrimiento tan indescriptible.
La resolución sobre la eliminación de las armas nucleares en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la propuesta del "Plan de Acción de Hiroshima" para mantener y reforzar el régimen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), y la realización de la Cumbre del G7 en Hiroshima en mayo de 2023 son ejemplos de las iniciativas en materia de desarme y no proliferación que Japón ha liderado.
Desde 2022, Japón ha acogido seis sesiones del Grupo Internacional de Personas Eminentes por un Mundo sin Armas Nucleares, en las que participantes tanto de países con armas nucleares como de países no poseedores de ellas han contribuido con su sabiduría, superando las posturas nacionales, y promoviendo debates francos y abiertos sobre caminos concretos hacia la realización de un mundo sin armas nucleares. En la tercera y sexta sesión, contamos con la valiosa colaboración de la expresidenta Michelle Bachelet, quien participó mediante un mensaje en video.
En este mes de agosto, cuando se cumple el 80º aniversario de los bombardeos atómicos, Japón renueva su compromiso como nación pacífica y reafirma junto al mundo el valor de la paz, lo que adquiere un significado especialmente relevante en la actualidad. Ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la situación en Medio Oriente y el rápido deterioro del entorno de seguridad en Asia Oriental, el orden internacional se encuentra profundamente sacudido.
El mundo enfrenta circunstancias extremadamente difíciles, y por primera vez desde los momentos más críticos de la Guerra Fría, existe el riesgo de que la tendencia a la reducción del número de armas nucleares se revierta. Sin embargo, olvidar el horror causado por las bombas atómicas y consentir que se repita una tragedia semejante es algo que la humanidad no puede permitirse.
El hecho de que el año pasado el Premio Nobel de la Paz haya sido otorgado a la Confederación de Organizaciones de sobrevivientes de la bomba atómica de Japón fue un gran impulso en el camino hacia un mundo sin armas nucleares.
Además, a pesar de que cada año disminuye el número de personas que vivieron los bombardeos, los "Embajadores de la Paz Estudiantiles", conformados por estudiantes de secundaria, continúan desde 1998 con su labor de transmitir al mundo el mensaje de Hiroshima y Nagasaki, heredando la voluntad de los sobrevivientes. Japón y Chile, como vecinos a través del océano Pacífico, han construido una sólida asociación estratégica basada en una larga historia de amistad, respeto mutuo y cooperación.
En el ámbito internacional, ambos países comparten principios y valores, y se han unido en su compromiso con el multilateralismo, alzando la voz ante un mundo donde las divisiones y conflictos amenazan las libertades y la democracia, y trabajando juntos por un futuro más pacífico.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento al pueblo chileno por acompañar los esfuerzos de Japón en su camino como nación de paz, sin apartar la mirada de los horrores y la insensatez de la guerra, y por contribuir a la construcción de un mundo más pacífico y próspero.
Ayer, en ambas cámaras del Congreso Nacional de Chile se guardó un minuto de silencio con el fin de no olvidar la historia de Hiroshima y Nagasaki, y para clamar por la paz y un "mundo sin armas nucleares". Asimismo, diversos organismos, como el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, han organizado con entusiasmo múltiples actividades para transmitir el valor de la paz. Agradezco profundamente estos esfuerzos y deseo de todo corazón que muchos chilenos participen en estas iniciativas.
Estoy convencida de que, sin importar cuánto tiempo pase, Japón y Chile continuarán compartiendo su firme compromiso de no repetir jamás las tragedias de la guerra, y de transmitir este compromiso de generación en generación, avanzando juntos hacia la realización de una paz duradera.
A 80 años de Hiroshima y Nagasaki "... por primera vez desde los momentos más críticos de la Guerra Fría, existe el riesgo de que la tendencia a la reducción del número de armas nucleares se revierta... ". ITO TAKAKO Embajadora de Japón.