Autor: PAULINA JORDÁN MARÍN Directora Colegio El Niño Jesús de Talagante
Las buenas ideas se pueden replicar
Señor Director: Aristóteles define la justicia como la virtud de dar a cada uno lo que le corresponde, y la inclusión es la actitud de integrar a todos en la sociedad para que participen, contribuyan y resulten beneficiadas. Desde este ángulo, educar es un acto de justicia y de inclusión. Nuestro desafío como educadores es dar a los estudiantes las herramientas para que tengan igualdad de oportunidades.
Al parecer este es el camino que tomó el Liceo Bicentenario People Help People, de Pilmaiquén, colegio rural particular subvencionado de Puyehue, en la Región de Los Lagos, que, según informó "El Mercurio”, se encuentra en el Top 10 de las mejores escuelas del mundo en la categoría "Innovación” de la tercera edición de los World's Best School Prizes. Esta misma estrategia siguió otro establecimiento rural, el Liceo Polivalente San Nicolás, de la Región de Ñuble, y que obtuvo los mejores resultados nacionales en el Simce.
Este se atrevió a innovar con las Aulas Abiertas, que fomenta la creatividad docente y la capacidad de elección de los alumnos dentro del currículum rígido vigente. ¿Cómo? por ejemplo, para el ramo de música, optan por cuerda, viento o percusión, que se imparte en la sala del profesor. Otra experiencia es el Agrupamiento Flexible, aplicado en países de la OCDE. Los estudiantes se distribuyen en grupos en algunos ramos, según sus habilidades y conocimientos. Las buenas ideas se pueden replicar. Basta la voluntad de querer que la educación sea un acto de justicia e inclusión.