Autor: Nicolás Reyes Acevedo
Renovarse o pasar al olvido: el desafio para la derecha
A un mes de la derrota en la presidencial, el oficialismo sigue en una ruta bastante incierta. Renovar liderazgos, plantear una base programática firme y encantar al votante más joven, son parte de las tareas que tendrá el bloque en los próximos años, ahora como oposición. Da en Chile Podemos Más.
La doble derrota en la elección presidencial, primero con Sebastián Sichel como abanderado y luego apoyando a José Antonio Kast (Frente Social Cristiano), supuso un duro golpe para un sector que ya había sufrido una importante derrota en los comicios de mayo, perdiendo alcaldías importantes como Santiago y Viña del Mar, además quedar bastante reducida en la Convención Constitucional y, en el caso de los gobernadores regionales, imponerse únicamente en La Araucanía y avanzar en ocho a segunda vuelta. Pero el descalabro del bloque oficialista no se quedó ahí.
Y es que si bien en noviembre no se repitió el fenómeno evidenciado meen que las fuerzas vinculadas a y el mundo independiente arrasaron, lo cierto es que la representación en la Cámara Baja disminuyó fuertemente, pasando de 72 a 53 diputados, donde los partidos más afectados fueron RN y la UDI, perdiendo 11 y 7 legisladores, respectivamente, mientras que Evópoli pasó de cuatro a dos; aunque esto se vio de cierta forma subsanado por lo ocurrido en el Senado, donde las fuerzas quedaron igualadas. En tanto, el Partido Republicano -domicilio político de Kast-, logró 15 escaños, convirtiéndose en la tercera bancada más numerosa. Desde entonces, ha habido un largo periodo de reflexión y también de una fuerte autocrítica de distintos personeros de la coalición oficialista.
Pocos días después del balotaje, por ejemplo, Mario Desbordes cuestionó duramente a Sichel por no sumarse a la campaña de Kast -pese al tibio apoyo que deslizó-, y más recientemente, lanzó sus dardos contra el Ejecutivo: “Por lo que vivimos en este segundo gobierno de Sebastián Piñera, también la gente quedó con la idea de que somos una coalición que no tiene intención de hacer IN o han sido semanas fáciles para la centroderecha agrupareformas sociales, una coalición con poca sensibilidad, y eso fue responsabilidad del gobierno del Presidente Piñera”. Quien tampoco perdió el tiempo para emprenderlas contra la actual administración fue el senador y uno de los fundadores de Evópoli, Felipe Kast, que en el aniversario de la tienda aseveró que “obviamente nos hubiese encantado tener un resultado mejor, era difícil, teníamos la mochila del gobierno”; una frase que atendiendo la reducción que evidenció la centroderecha en la Cámara de Diputados, bien podría extrapolarse al resto del conglomerado, donde han preferido dar un mensaje de unidad, aunque con claros matices respecto del grupo que apoyaba a José Antonio Kast.
Al respecto, es bueno traer a colación las palabras del presidente de RN, Francisco Chahuán, que en conversación con CNN Chile en el ya lejano 22 de diciembre, manifestó que debían mantener una “amigable relación” con Republicanos, aunque matizó que “Chile Vamos se mantiene con sus cuatro partidos”. Su par de la UDI, Javier Macaya, también prefirió guardar distancia de la misma orgánica, pero abrió la puerta al trabajo con otras colectividades: “Hay muchos otros que se han definido como oposición al gobierno de Gabriel Boric, está la Democracia Cristiana, el propio Partido de la Gente y creo que no debería ser difícil ponerse de acuerdo”. CARENCIA DE LIDERAZGOS Si bien puede ser complejo sacar en limpio las situaciones que llevaron a la derecha a esta doble derrota electoral, lo que sí es claro es que hay una multiplicidad de factores a tener en cuenta para tratar de explicar lo ocurrido hace poco más de un mes. “La elección tuvo fenómenos complejos y aún es difícil sacar conclusiones absolutas. Sin embargo, algunos elementos que hay que considerar son: el aumento importante de la participación, que llevó a votar a más personas que, incluso, el plebiscito de octubre del 2020. También influye la mala evaluación del gobierno, que hace esperable un cambio. Finalmente la campaña anti-Kast resultó más efectiva”, asevera el abogado y director ejecutivo del Instituto Res Pública, José Francisco Lagos.
Por su parte, el doctor en Ciencia Política y académico Universidad de Talca, Mauricio Morales, suma la incapacidad del gobierno para imponer orden en el contexto del estallido social, situación que “ahuyentó a parte importante de los votantes más tradicionales de derecha, que empezaron a ver en José Antonio Kast una opción mucho más realista”; además, apunta al apoyo entregado por el gobierno a ideas que “no iban de la mano del ideario tradicional de derecha”. Sobre este punto, toma de ejemplo el proyecto de matrimonio igualitario, que si bien a título personal lo considera importante, afirma que esta iniciativa “fracturó de inmediato las bases sociales de la derecha, es decir, una decisión que iba en la dirección correcta para el país, terminó dinamitando las bases tradicionales de la centroderecha”. El también investigador asociado del Núcleo Milenio para el Estudio de la Política, Opinión Pública y Medios en Chile (MEPOP) no se queda ahí y, junto con apuntar a una histórica “lucha fratricida” al interior de la derecha en términos presidenciales y la “derrota permanente” de la derecha liberal, sostiene que “la centroderecha tradicional no ha sido capaz de generar o reproducir liderazgos presidenciales: esto le pasó a Piñera en su primer periodo y también en este segundo gobierno; hay un problema evidente de sucesión y renovación de liderazgos”. LUCES Y SOMBRAS DE UNA ALIANZA ENTRE LA CENTRODERECHA Y REPUBLICANOS DE CARA AL NUEVO PROCESO LEGISLATIVO: ¿ CONVIENE VOLVER A JUNTARSE COMO OPOSICIÓN? Tras el magro resultado del balotaje y pese al respaldo entregado a Kast, los dirigentes del oficialismo rápidamente salieron a distanciarse del Partido Republicano, algo que pareciera no ser tan simple, sobre todo en la práctica. Es que tras la pérdida de varios escaños en la Cámara de Diputados, parece evidente que ambos caminos confluyan en algún momento, algo que no termina por convencer atodos los analistas.
“Sería desastroso que los partidos de centroderecha se vincularan muy estrechamente con el Partido Republicano, que es un partido muy precario en términos de capacidades: no tiene grandes economistas o académicos; no es un partido de alto vuelto, sino más bien rasante.
En ese sentido, creo que salvo la colaboración táctica, no recomendaría alianzas”, indica Hugo Herrera, quien de todas formas califica como un “avance” que se están perfilando “una derecha más centrípeta y otra más centrífuga, es decir gente que busca el centro -como Cristian Monckberg, Mario Desbordes, Manuel José y Ximena Ossandón, Paulina Núñez-, y quienes buscan el extremo, donde pondría a republicanos, pero también a Marcela Cubillos o Andrés Allamand, que se han puesto en posiciones súper duras”. En una línea similar, Mauricio Morales aconseja que la centroderecha no pacte con republicanos el Congreso ni en las próximas elecciones”. En cambio, asevera que el actual oficialismo “debe entender que es una coalición autónoma, que es capaz de proponer al país un plan de centroderecha tradicional, con orden, paz, estabilidad, crecimiento, competencia y libertad, con el fin de apagar el brote que viene desde la extrema derecha y que le quitó electores en esta última elección.
Cuando los candidatos de derecha abandonan el ideario y comienzan a aparentar ser socialdemócratas, como lo hizo Lavín en su momento, es cuando la derecha comienza a perder terreno”. Una mirada distinta es la que tiene José Francisco Lagos, quien seÑala que “no es conveniente apartarse de nadie en la oposición” y que esta se debe articular de forma amplia, aunque manteniendo bancadas propias. Por lo mismo, aclara que “lo que se exige no es una identidad política, ni siquiera ser parte de la misma coalición. Pero actuar en conjunto, coordinados y con vocación de mayoría.
Cada proyecto político puede tener sus propias ideas y forma de hacer política diferente, pero atomizar la oposición, en este contexto, podría generar un daño inmenso a Chile, especialmente cuando el gobierno impulse reformas que puedan frenar la economía o lesionar las libertades”. Por último y si bien no apunta un posible pacto con el partido de Kast, Rodrigo Arellano recalca que “este país no resiste tanta división y me parece que estaba acertado el discurso que han tenido los líderes de centroderecha, respecto a ser una oposición constructiva en los temas que son relevantes para el país.
Tengo la impresión de que si Chile Vamos se transforma en un articulador de cambios relevantes y positivos para el país, va a ir encauzando Su directriz política de mejor manera, que ser una oposición absolutamente destructiva”.. 66 (La centroderecha) debe ser capaz de institucionalizar un bloque de oposición, con el fin de plantear una agenda programática consistente con los valores de derecha”. Mauricio Morales Académico UTalca 66 Mientras la derecha no tenga un discurso y visión política, de cómo producir un orden legítimo, no va a salir del atolladero en que se encuentra”. Hugo Herrera Filósofo y académico UDP 66 Cada proyecto político puede tener sus propias ideas y forma de hacer política, pero atomizar la oposición, podría generar un daño inmenso a Chile”. José Francisco Lagos Director ejecutivo IRP 66 La derecha tiene que volver a reencantar a un electorado joven que, sin duda, le dio la espalda en esta última elección”. Rodrigo Arellano Vicedecano Facultad de Gobierno UDD dEBILIDAD INSTITUCIONAL Estrechamente ligado a la escasez de liderazgos a la cual hace mención Morales, el filósofo y académico de la Universidad Diego Portales, Hugo Herrera, puntualiza que la derrota pasa un tema de “debilidad institucional”, sobre todo de los dos partidos másimportantes del bloque como son la UDI y RN, que no pudieron hacer frente a “un señor que se le ocurrió a cinco empresarios con muchos recursos, que penetra la máquina de los partidos con dinero”, acusa el analista, para quien la candidatura de Sichel “en términos programáticos era un vacío, porque era pura gestión y economía, combinada con su vida personal”. “Entonces, uno se pregunta si los dos partidos más grandes del país, que tenían su propio candidato -Joaquín Lavín por la UDI y Mario Desbordes por RN-, eran nombres competitivos, y sin embargo, en la primaria arrasa un candidato que viene de afuera.
Sichel no representaba a los partidos de la derecha ni tampoco un movimiento ciudadano”, complementa el licenciado en Ciencias Jurídicas de la Universidad de Valparaíso, quien cuestiona además que cuando Sichel bajó en las encuestas “estos partidos, en vez de mantener su palabra, corren a abrazar a Kast y en segunda vuelta lo apoyan sin condiciones, en vez de hacer lo que le corresponde a partidos políticos grandes y con institucionalidad, que en el fondo era definir un marco de colaboración y de condiciones”. Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, parte su análisis haciendo una distinción entre ambas vueltas presidenciales, puntualizando que los principales errores del oficialismo se evidenciaron en la primera instancia.
El comando de Sichel nunca entendió que la elección presidencial era distinta a la primaria, donde tenía que haber una vinculación directa con los partidos, por su territorialidad y la vinculación con los candidatos, que finalmente, muchos terminaron descolgándose y apoyando a Kast”, explica el docente.
DISTANCIARSE DEL ECONOMICISMO “Hay un nuevo ciclo político que hay que saber leer, alianzas que han gobernado Chile hoy fueron superadas por una épica distinta”, decía Javier Macaya en entrevista con radio Cooperativa a días de haber sufrido la derrota en segunda vuelta.
Y si bien lo que señala el líder gremialista pareciera ser lo correcto, Herrera advierte que si el diputado “quiere hacer una prospección, pero manteniendo el mismo sistema ideológico abstencionista y economicista de la dictadura y la transición, no sirve para nada.
Un poco más de marketing no va a solucionar el problema de la derecha”. “En cambio, si en lo que está pensando es realmente modificar la concepción de mundo que tiene, entonces sí podría haber esperanzas para ese sector, Pero mientras no se haga esa reforma, lo veo difícil”, agrega el académico de la UDP, que hace alusión a que “el único discurso” que tuvo la derecha en la dictadura y buena parte de la transición, se basó en la unión de “la idea de Friedman de que el orden económico neoliberal es la base de un orden político adecuado y “el planteamiento de Jaime Guzmán, de un Estado mínimo y la subsidiariedad”. “Mientras la derecha no reforme su discurso y tenga un discurso y visión política, de cómo producir un orden legítimo, reconocido por la ciudadanía, con instituciones en que se sienta identificada, no va a poder salir del atolladero en que se encuentra, porque ya se demostró que gobernando, con puro economicismo, deja la escoba: los dos gobiernos de Piñera han sido fracasos políticos, con algunos aciertos en términos de gestión, pero en términos políticos ha sido nulo”, subraya.
Retomando una de las ideas planteadas anteriormente, Mauricio Morales, dice que uno de los principales desafíos tiene relación con la generación de nuevos liderazgos y evitar una situación similar a la que vivió la Concertación en 2009, cuando tuvo de candidato al expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, sumando también una fuerte disciplina en el plano institucional, entendiendo que “entre RN y la UDI, es una coalición que es muy proclive a dividirse, de hecho han votado distinto muchas veces en el Congreso”. Esosí, el analista enfatiza en que junto a estos dos elementos no puede faltar uno que es tanto o más relevante: la base programática.
“(La centroderecha) debe ser capaz de institucionalizar nuevamente un bloque de oposición con los dos partidos más relevantes, con el fin de plantear una agenda programática que sea consistente con los valores de derecha, que son libertad y competencia; ahí debe clavar las banderas, con el fin de presentarse de manera identitaria y pura evitando que emerja, nuevamente, una candidatura como la de Kast”, indica.
DERECHA DIALOGANTE Y EN EL TERRITORIO Respecto de los desafíos que se plantean a Chile Podemos Más en esta nueva etapa ociclo político, José Francisco Lagos afirma que lo principal es que la centroderecha logre configurarse como una oposición “firme, pero dialogante”, con capacidad para sentarse a conversar no solamente con el gobierno, sino también con el resto del bloque opositor. “Muchos al mencionar el nuevo ciclo político' creen que el futuro del sector debe ser necesariamente como ellos previamente habían dicho. Los liberales creen que la derecha debe ser más liberal, los socialcristianos que debe ser más socialcristiana y los conservadores que debe ser más conservadora. Ese es un error garrafal.
Se requiere unir todo lo que esté a la derecha del socialismo y eso implica convivir con personas que no piensan de manera idéntica, pero que sí están dispuestas a ponerse de acuerdo en mínimos comunes”, postula Lagos. Rodrigo Arellano, en tanto, pone sobre la mesa dos nuevas vías sobre las cuales se debe reconstruir la derecha.
Partiendo de la premisa que “una de las correlaciones que se mantuvieron es que quien tenía una votación municipal importante, ganaba la presidencial”, el académico sostiene que el primer deber del sector es “recuperar comunas emblemáticas que le fueron arrebatados por el Frente Amplio y el Partido Comunista, como Maipú Santiago o Viña del Mar, que pasaron de una administración de Chile Vamos a una administración del FA y el PC, y ahí hubo un anticipo de lo que vendría a ser la elección presidencial”. El también concejal por Lo Barnechea aclara que otra de las dificultades que tuvo el oficialismo fue “entender el cambio de lógica generacional”, a propósito de la incorporación de más de un millón de nuevos votantes en segunda vuelta. “Hoy vemos que asume un presidente de 36 años, que probablemente va a estar rodeado de una generación que vivió con ellos las protestas universitarias y escolares. Por lo tanto, la derecha tiene que volver a reencantar a un electorado joven que, sin duda, le dio la espalda en esta última elección”, avisa.