Recuperar la sana costumbre de crecer
Recuperar la sana costumbre de crecer Ricardo Guerrero, gerente de la Corporación Industrial de Desarrollo Regional (CIDERE). Recientemente se ha anunciado que la empresa Inversiones y Servicios Dataluna, filial en Chile de la mundialmente famosa Google, comunicó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) su decisión de no perseverar con su proyecto para instalar, en la región Metropolitana, un enorme centro de almacenamiento de información, con una inversión de US$ 200 millones. La iniciativa ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a mediados de 2019, siendo calificado favorablemente en febrero de 2020. Meses después 14 particulares y una municipalidad -varios de cuales ya se habían opuesto durante el trámite en el SEIApresentaron reclamaciones al Segundo Tribunal Ambiental, lo que mantuvo proyecto frenado por cuatro años. En febrero de 2024, Dataluna ofreció modificar el proyecto justo en el aspecto que cuestionaban los reclamantes: el Uso de aguas subterráneas para enfriar los enormes servidores que se pretendía instalar. Tras ello todos los demandantes retiraron sus oposiciones, salvo una dirigente ecologista que prefirió seguir hasta las últimas. Ahora, con el juicio entrampado, la empresa ha decidido abandonar el proyecto. Se supone que iniciará de nuevo todo el proceso, ingresando una propuesta distinta, aunque nadie sabe cuándo lo hará... si es que llega a hacerlo. Este caso es un ciemplo de las cosas que han llevado a Chile a perder el atractivo que alguna vez tuvo para los inversionistas, tanto comonacionales extranjeros.
Como en el caso de Google, son demasiadas las empresas, tras superar la siempre trabajose ven impedidas de por reclamos ya evaluación ambiental, inversiones sa concretar sussea judiciales o extrajudiciales, que toman años y años en resolverse.
Sin negar el derecho de cualquier persona a recurrir a la justicia cuando lo desee, sería ueno que existiera mayor celeridad y, ojalá, ciertos plazos definidos para decirle a un inversionista si puede o no proceder con su idea.
Como hemos advertido en numerosas ocasiones, hace ya mucho que en Chile se perdió el sentido de No es por nada que, urgencia por captar inversiones. mientras en la década de 2004 a 2013 la inversión partir de 2014 creció un 10% real anual, el promedio a no alcanza ni siquiera al 1% Ljusto en 2014 se inició una reforma tributaria que elevó el impuesto a las empresas de 20% a 27%, ¿coincidencia o no?). De los tres factores que determinan el crecimiento económico, como son la la productividad y trabajo, la inversión, fue esta última la que fuerza de más cayó en la “década perdida” de 2014 a 2023, mientras que las otras disminuyeron levemente o se estancaron.
Como sea, el hecho es que durante el decenio 2004-2013 el Producto Interno Bruto (PIB) real chileno creció en un promedio anual de 4,8%, mientras que en los diez años siguientes llegó a 1,9%. Lo peor de todo es que no se ven señales de una mejora sustancial en plazo corto o mediano. El Banco Central, en su Informe de Política Monetaria proyección de de septiembre, estimó en 18% la crecimiento anual del el PIB de tendencia para periodo 2025-2034, recortando en una décima sus estimaciones anteriores. O sea, creceremos incluso menos que en la “década perdida”. Chile necesita recuperar la sana costumbre de crecer. Para eso se necesita dar señales claras en favor de la inversión e implementar políticas que favorezcan la productividad y el crecimiento de la fuerza de trabajo.
Dejar de lado los discursos anti empresa y las medidas que introducen distorsiones en la economía, como el proyecto de negociación la permicolectiva multinivel; reducir la burocracia y sología; olvidarse del recurso fácil de subir impuestos cada vez que al gobierno de turno se le ocurre una nueva política social. Nada de otro mundo, sólo Usar el sentido común..