“Fueron dos meses. El tiempo es distinto adentro que afuera”
“Fueron dos meses. El tiempo es distinto adentro que afuera” El escritor y periodista Roberto Merino ("Todo Santiago. Crónicas de la ciudad") publicó "Diario de hospital", un relato sobre sus días internado en un centro de salud público, tras ser operado.
Valeria Barahona jualquier persona que camineenforma exhaustiva pora capital se termina encontrando con el cronista Roberto Merino, quien ha investigado por añoslos recovecos del Gran Santiago, lejos de los momumentos y en busca de unaespecie de "psiquis" delos espacios, como cuenta ahora en su más reciente libro "Diario de hospital", donde, paradójicamente, relata su estadía en un centro de salud tras ser operado, afines de1994.
Lasala común, los curas que buscan reconfortar almas, los médicos quellegan conindicios de haber estado en una fiesta, son imágenes queguarda el narrador que "está muy consciente, pero con una consciencia que estásujeta, porlotanto hay unaalteración y el gallo se está fijando entodoslos fenómenos externos visibles, todo lo que aparece: es lo único que se podría haber hecho. También hay un principio de necesidad en esetipo de escritura, que no sé cómo llamarla, pero no tiene distancia porque no hay posibilidad de distanciaen la realidad queestásucediendo, pasaacinco milímetros de la cara. Es paranoico, todo le molesta, siempre ve pasar a un gallo con un rollo de papel confort y esloque túnoquieres ver", explicael periodista y académico.
Esteclima adquiere pesoen líneas como "elalma de loshospitalestieneesos colores verdosos y grises y esas transparencias y reflejos ciegos. ¿Por qué las ventanas deben estar clausuradas, las luces prendidas en el día, las peras tibias y el arroz grumoso? La explicación es mí'nima", amenizada por unjoven "imbécil capaz de echar por el suelo cualquier beatitud de enfermo. Tienealasala en una forzada exposición filosófica.
Él pone los temas y hacelas preguntas: ¿ Usted, que tiene cáncer, aceptala realidad?". --Y usted está ahí escribiendo el "Diario... ", también con la bulla del huaso Benedicto, su vecino de cama. -Creo que en una porción grande del mundo no hay una conciencia... Pensaban, yo creo, que cuando me veían leyendo era porque estaba muy aburrido, o sea, "para estar el pobre gallo leyendo... Está soloyaburrido", entonces me veníana hablar como para hacerme un favor, era en buena ondala cuestión.
Era permanente, quéterrible lainterrupción. "Tambiénla neurosis se exacerba en esos casos porque uno está enjaulado, como amarrado... Fueron dos meses, pero el tiempo es distinto adentro que afuera, ya sabemos cómo operala cabeza: tedejanamarrado mediodía y esla experiencia de la eternidad.
Me gustó el libro porque no fue deliberado, no pensaba que iba aser un libro, escribí por salvataje. --Como dice en una parte, "me atemoriza quedar solo conmigo mismo mucho rato: ¿ y siesa voz en mi cabeza que todoel tiempo en mi cabeza que todoel tiempo en mi cabeza que todoel tiempo en mi cabeza que todoel tiempo "Diario de hospital" Roberto Merino Ediciones UDP 119 páginas $15 mil $15 mil $15 mil funciona con autonomía lograra unaverdadera autonomía?". =La voz en la cabeza supuestamente tiene que ver con la del autor, puede ser otra, también se puedeimpostar: Adolfo Couve tenía ese problema al final con(sulibro póstumo) "Cuando pienso en mi falta de cabeza" como dictado, había una voz queseimponía. Cuando escribe, ¿le pasa queen un momento deja de sentir el cuerpo, siente quenoes quienestá, sino que se convierte en una especiede médium? --Por supuesto.
Es un fenómeno complejo: por un lado uno está ejerciendo todo lo que sabe, lo que puede y sus capacidades para conectar palabras, pero porotrolado, el flujo dela cuestión pareceser ajeno, hay algo queviene deotro lado, las palabras, ideas, imágenes que uno no tenía presupuestadas. Eso pasa en la poesía, o sea, si no pasaeso, no funciona, da la impresión.
En la prosa puede ser, pero los momentos emocionantes para uno como lector tienen que ver con esos estados, cuando la cosa se le descontrola al autor. --El momento en que la razón la razón se guarda. --Exacto. Es la teoría de la despersonalización, hay como destellos.
Todaslas explicaciones sobre ese fenómeno remiten el acto creativo a un ente externo, ponte tú al azar, o en el caso delos dadaístas que metíanlas palabras en un sombrero, siempre son ejercicios para despertar algo que parece estarfuera, y las musas también, entonces creo que hay un reconocimiento de la naturaleza de ese fenómeno desde siempre, aunque es algo difícil de entender si no se ha pasado por la experiencia. --Está de moda escribir diarios. --La Universidad (Diego Portales, UDP) sacó un documental, "Chile íntimo" (de 2006, disponible en el portal Cultura Digital de la casa de estudios), porque en un momento se dio la necesidad de retomar eltema del género biográfico, porque es un género ensímismo que, en general, no se veía como tal.
La biografía estaba media desprestigiada. --Y losapuntes para estelibro los comenzó en 1994. =Los hice ahí (enel hospital), a mano, con un cuaderno y muchadificultad fisica también, estaba lleno de aparatos intraveosos): eso quedó guardado mucho tiempo hasta que alguien se le ocurrió que podía ser... lba para otra editorial, Tácitas, yo nosé cómo se las arreglaron que pasóala UDP, nunca he cachado bien los enroques editoriales. --Enel "Diario... " cuenta que estaba armando con otro título lo que en2022 publicó como "Mundoshhabitados". -Se me había olvidado. Yo pensaba que "Mundos habitados" lo había escrito en 19950 1996 y que se perdieron esas cuestiones, pero (este nuevo texto muestra que) ya estaba pensando en el libro antes.
Y tenía ese título (del manuscri10, "Pluralidad de mundos habitados") por unlibro en francés queestaba en lacasa de mi abuelo. "Mundo habitados" también tuvo muy una historia muy larga desde que firmé el contrato con (el editor) Germán Marín ("Antes de que yo muera") y no lo entregué, me demoré, pasaron muchos años porque no me salía, parte del proceso es como ir peloteando las cosas y de repente se arma, se constela algo solo, pero paraesosenecesitatiempo. Después me llamó por décima vez (el editor) Aldo Perán, quien me dijo que siguiera.
Tenía un título medio complicado, "Taumatropio" (juguetecon dosimágenes que se hacen girar, usualmente un pájaro y una jaula y, mediante una ilusión óptica, el ave queda encerrada), que no iba a quedar en la cabeza de nadi Perán revisó el contrato original y estaba como "Mundos habitados", entonces esta es una historia de muchos olvidos y mucho tiempo, así que mesorprendió al ver las anotaciones que ya estaba pensandoeneselibro, esraro. 03 doeneselibro, esraro. 03.