EL CHILE QUE PODRÍAMOS SER
EL CHILE QUE PODRÍAMOS SER EL CHILE QUE PODRÍAMOS SER Análisis Pareciera que Chile está atravesando por uno de esos períodos críticos que pueden ser determinantes para su futuro.
Por una parte, estamos frente a una posibilidad nunca vista en el pasado en el plano económico producto de las significativas oportunidades de negocio y desarrollo que nos ofrecen las auspiciosas perspectivas de no solo la actividad cuprífera, sino que además el litio, hidrógeno verde, las posibilidades de producir energía eólica y solar a costos muy bajos y todo lo que ello involucra en materia de desarrollo de otras industrias.
Por otra parte, sin embargo, necesitamos que nuestros políticos dejen de pelear y que el sistema político se reforme para lograr avanzar en las reformas que el país necesita realizar para transformar este potencial económico en resultados concretos. No podemos continuar reclamando por lo mal que estamos en diversos planos y echándole la culpa por ello al bando político contrario.
Llegó la hora de cambiar la dinámica de la discusión y preocuparnos más de los pasos que debemos adoptar para avanzar en forma conjunta para aprovechar las oportunidades que tenemos y retomar el proceso de desarrollo en que nos encontrábamos hasta hace 10 años.
Llegó la hora de salir de la farra que nos pegamos durante la última década, la cual se refleja en el hecho de que el PIB per cápita real del 2023 fue solo un 5,8% superior al del 2013, en circunstancias de que entre el 2003 y el 2013 creció 43,5%. Para ser exitosos, eso sí, requerimos aprender de los aciertos y errores cometidos en el último tiempo. Hace pocos años enfrentamos una crisis social de proporciones que puso en serio riesgo nuestra convivencia democrática. Después atravesamos por un fallido proceso de cambio constitucional en el que se demostró que no había apoyo mayoritario para seguir las posiciones que defendieron tanto la extrema izquierda como la extrema derecha.
Pero no se trata simplemente de hacer borrón y cuenta nueva de lo ocurrido en los últimos cinco años y volver como si nada hubiera pasado a la senda que seguimos durante lo que se llamaron los 30 años.
Se requiere, creo, hacer algunos ajustes para que las posibilidades de prosperar a futuro estén más parejamente distribuidas, pero no por la vía del aumento de los impuestos y la distribución de lo existente, porque ello ha demostrado no ser efectivo ni sostenible, sino que buscando formas para que el crecimiento nos favorezca a todos. Se trata de llevar al sistema económico, político y social a uno en que se generen oportunidades de desarrollo para todos en función de su potencial y aspiraciones sin importar su origen. Pienso que podemos salir más fuertes que lo que estuvimos si logramos reorientar la dinámica poco constructiva en que nos encontramos.
Necesitamos hablar menos de los errores del pasado y las diferencias que tenemos y más sobre cómo aprovechamos las significativas oportunidades que tenemos al frente para construir el país que se nos abre la posibilidad de llegar a ser. EL CHILE QUE PODRÍAMOS SER LUIS HERNÁN PAÚL F. Asesor y director de empresas Sin Asignar.