Violencia en escuelas
Violencia en escuelas aumento de la violencia en las escuelas es una realidad preocupante. Según cifras de la Superintendencia de Educación, en 2024 seregistraron 91 denuncias de agresiones de alumnos contra docentes, el número más alto desde 2018, cuando hubo 100 casos. Esto representa un incremento del 37,8 % en comparación con 2023, cuando se reportaron 66 denuncias. Uno de los problemas estructuraesta situación es la soledad pedagógica de los profesores, que enfrentan cursos numerosos.
Las horas de trabajo de los docentes se centran casi exclusivamente en la ejecución de clases, y es un logro excepcional cuando un establecimiento resguarda tiempos importantes para la reflexión, el diálogo y la construcción de estrategias pedagógicas adaptadas ala diversidad de los estudiantes. Poratro lado, las instituciones educativas están saturadas de capacitaciones y programas que se implementan bajo la premisa de que son suficientes por sí mismas. Las políticas públicas, aunque desarrollan iniciativas relevantes, muchas veces fracasan en su implementación. La sociedad, en tanto, suele reducirla discusión sobrela violencia escolar aresponsabilidades individuales, papel de un sistema edu cativo que no proporciona una estruetura sólida ni condiciones mínimas para una práctica pedagógica efectiva. La educación no puede ser reducida a una moda nia un discurso simplista. Debe responder a unitinerario ético que respete las diferencias y garantice condiciones básicas que los estudiantes puedan dedicarse asu principal tarea: aprender del mundo y pamundo.
La crítica superficial en los medios de comunicación no hace más que desviar la atención de los problemas fundamentales, contribuyendoa lo contrario de lo que se necesita: un sistema educativo justo, equitativo, profundo en escenarios de diferencias y posibilidades. Carmen Gloria Garrido