Modas científicas
Modas científicas DÍA A DÍAA menudo se piensa que la moda es un fenómeno social que se aplica a asuntos frívolos como la vestimenta o los artículos de lujo. No es así, argumenta el discreto Critilo. La moda es un modo de estar vigentes socialmente ciertos comportamientos, ciertas ideas o formas de aproximarse a desafíos y problemas. Por ello, no es de extrañar que la actividad científica sea también estudiable mediante la noción de moda. Que no es otra cosa que la “ciencia normal” que proclamaba el teórico T.S. Kuhn hace muchos años. Durante un cierto tiempo dominan la escena científica algunos temas o métodos, a veces con apoyo ciudadano y otras sin él. Lo demuestra la reciente concesión de Premios Nobel a personas involucradas en el ori-gen y desarrollo de la llamada “inteligencia artificial” en física y química. Esta es, sin duda, la temática que hoy parece a los expertos la más sustantiva y la más importante. En algún momento fue la genómica, en otros la energía nuclear, a veces la actividad nerviosa superior. Bajo el prisma de la moda no es difícil discernir que ello produce avalancha de publicaciones, regulaciones y opiniones. Proliferan los sedicentes expertos y las redes sociales multiplican ideas y creencias sin freno. Nunca se sabe cuánto durará la moda y cuanto influirá en las decisiones de los organismos que financian la ciencia. La “corriente principal” es asunto esquivo y digno de atención. ANDRENIO. DÍA A DÍA