Autor: Germán Vega, coordinador central de convivencia educativa de los Colegios del Arzobispado
Cartas: Día Escolar de la No Violencia y la Paz
Cartas: Día Escolar de la No Violencia y la Paz el impacto de estas iniciativas ya sea a través de encuestas, focus groups ylo análisis de indicadores clave, como la disminución de incidentes de violencia y el aumento de la participación estudiantil en actividades de mediación. Este enfoque basado en datos permite un acompañamiento personalizado y fomenta una cultura de mejora continua. Con estas acciones, desde la red de Colegios del Arzobispado, reafirmamos nuestro compromiso con la educación integral y la promoción de una convivencia escolar basada en el respeto, la tolerancia y el amor al prójimo.
El Día Escolar de la No Violencia y la Paz, permite fortalecer la vivencia diaria de valores esenciales, como la tolerancia y la empatía, que trascienden las aulas, un elemento tan necesario hoy en día cuando somos testigos de mucha violencia en los colegios. Estos principios no solo se conmemoran en fechas específicas, sino quese trabajan durante todo el año para que los estudiantes comprendan que la paz no es solo la ausencia de conflicto, sino una construcción activa. En un contexto educativo los principales retos incluyen integrar los valores con las realidades sociales que viven los estudiantes, como las influencias de la violencia externa o los problemas familiares. Es fundamental enseñar el perdón y la empatía, a pesar de las presiones externas.
Existen diversas técnicas para la resolución pacífica de conflictos, algu-nas de ellas son: la generación de talleres de comunicación no violenta, promover espacios de reflexión y diálogo, capacitar a los docentes en técnicas de mediación para estudiantes y docentes, la creación de equipos de mediadores estudiantiles, quienes fomenten el entendi-miento mutuo y el respeto. Es importante también, levantar el importante rol de las familias y los docentes como aliados esenciales en la construcción de una convivencia escolar sana. Las familias refuerzanlos valores en casa, mientras que los docentes guían a los estudiantes en la formación de hábitos y comportamientos que promueven el respeto y la empatía. Uno sin el otro no conseguirá los resultados esperados en materia de convivencia escolar, esto es una sinergia entre las partes. Desde nuestra experiencia, es relevante quelos colegios puedan medir.