La educación TP es un desafio constante en las zonas extremas de Chile
No existe una política integral y explícita que aborde el desarrollo de la ETP en las regiones de Arica y Parinacota y de Magallanes y de la Antártica Chilena; sin embargo, varias iniciativas apuntan a promover espacios que respondan a las necesidades locales. IVÁN SILVA L La educación técnico-profesional (ETP) es un pilar relevante para el desarrollo económico y social de Chile, especialmente en las zonas extremas, con realidades muy distintas al resto del país.
“En áreas alejadas, el desafío de una educación que fortalezca y promueva la vocación productiva propia de una región en particular es aún mayor, ya que la red de apoyo a tales sectores productivos y emplazamientos humanos suele ser menor o estar menos desarrollada”, plantea Lucas Palacios, consejero del Consejo de Rectores Vertebral.
En la Región de Arica y Parinacota hay 8.860 estudiantes matriculados en los dos institutos profesionales (IP), los tres centros de formación técnica (CFT) y 15 liceos técnico-profesionales que existen en la zona, los cuales tienen una oferta académica enfocada principalmente en áreas como administración, mantenimiento, electricidad y electrónica. Por su parte, la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena cuenta con 4.620 alumnos matriEn 2016 comenzaron a implementarse los CFT Estatales regionales. PARA FORTALECER Y PROMOVER LA VOCACIÓN PRODUCTIVA: culados en sus dos IP, tres CFT y nueve liceos técnico-profesionales, cuyos programas académicos abarcan ámbitos como turismo, hotelería, logística, energías renovables, entre otros. A nivel de enseñanza media, según datos del Ministerio de Educación (Mineduc), la ETP representa el 37% de la matrícula de tercer y cuarto medio en Arica y Parinacota y el 32% en Magallanes.
Esto incluye, en particular, a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). INICIATIVAS Lucas Palacios afirma que “no existe una política integral y explícita que aborde el desarrollo armónico de la educación técnicolas zonas extremas del país”, aunque se han realizado esfuerzos puntuales. Desde el Ejecutivo se han impulsado algunas iniciativas para la educación superior y la enseñanza media.
Por ejemplo, la creación a partir de 2016 de los Centros de Formación Técnica Estatal (CFTE). “Esto vino a paliar la notoria ausencia del Estado en la enseñanza técnico-profesional de nivel superior, tanto a nivel de política pública como de la oferta de programas de formación”, sostiene Ma ría Elena Fuentes, presidenta de Consejo de Rectores de los CF] Estatales de Chile.
Este esfuerzo, dice el subse cretario de Educación Superior Víctor Orellana, “se suma a lo rea: lizado por el programa |P-CFT 2030, iniciativa desarrollada entre el Mineduc y Corfo para apoyar ¿ las instituciones de educación su perior TP en la incorporación de herramientas de innovación y transferencia tecnológica en sl quehacer institucional”. En esa línea, “desarrollamos ur rediseño de la Red Futuro Técnico presente en cada una de las regio nes, apuntando a promover espa cios que respondan a las necesida des de los contextos locales y des de ahí, por ejemplo, se aborden lo: desafíos relacionados con las es trategias de desarrollo regional” dice Cristian Lincovil, secretaric ejecutivo de Educación Medi: Técnico-Profesional del Mineduc.
Además, destaca que el próxi mo mes, junto con la Dirección de Educación Pública, “lanzaremos una actualización de los Consejos Asesores Empresariales, que he mos denominado Consejos Ase sores de Desarrollo Educativo TP que buscan articular esfuerzo: públicos y privados en torno a l: ETP SLEP, también presen: tes en las regiones extremas”.