El Surrealismo del Siglo
El Surrealismo del Siglo Destacado al inicio de esta misma edición de #LAPANERA, hace 100 años se publicó en París el «Manifiesto Surrealista», por obra y gracia de André Breton, poeta y un poco novelista, pero principalmente “Santo Padre” de un movimiento que removió catafalcos tejidos y líquidas lápidas. Por_ Vera-Meiggs para para la vanguardia de hace un siglo, el Cine podía ser en el mejor de los casos un instrumento para la obtención de nuevos efectos plásticos. A eso se dedicaron algunos de los nombres ya consagrados y ungidos en París, capital indiscutida de la creatividad y el intelecto de aquel entonces. Hans Richter, Man Ray, Marcel Duchamp, Fernand Léger harán jugueteos cinéticos, cinéticos, como los llamó más de alguien en aquellos Años, que eran de verdad Locos. El Surrealismo contribuiría a ello. El doctor Freud puso las bases, Breton levantó los muros, y el Cine los puso en movimiento.
No es el caso definir lo qué es o no es el Surrealismo, quizás porque hoy un niño es capaz de hacerlo, pero una miradita a lo que significó para el Séptimo Arte, todavía podría ayudar a vernos mejor... o peor... Entre Monseñor Buñuel y el Maestro Dalí Don Luis Buñuel (1900-1982) decía haber nacido en la Edad Media, y al parecer eso era Aragón a comienzos del siglo XX. Confesaba haber tenido sueños lúbricos con la Reina de España, doña Victoria Eugenia, lo mismo que con la Virgen María. Su familia era de las más ricas del reino y de las más obsesionadas con las arañas, pero siempre dieron limosna a los pobres. Entre aragoneses y catalanes siempre hubo historias comunes, por lo que su amistad con Salvador Dalí (1904-1989) no debería resultar asombrosa. Después se les sumó el andaluz Federico García Lorca (1898-1936). Los tres amigos adoraban a Buster Keaton (1895-1966), un surrealista de Kansas que no sabía de su existencia. El trío español, por supuesto, que de la propia sabía bastante, porque tenía tendencia a autofilmarse, por dentro y por fuera, obteniendo mucho éxito con ello. Su «Sherlock Holmes fr» (1924), los hizo caer de rodillas frente a la pantalla y le rezaron fervientemente, pero Keaton nunca escuchó nada. Es que había quedado sordo por un cañonazo en la Primera Guerra Mundial. Es decir, hizo no sólo cine mudo, sino que también sordo.
Con el tiempo Monseñor también se volvería sordo, aunque al decir de una de sus actrices era sólo un truco. «El perro andaluz» (1929), fue el resultado de las obsesivas conversaciones entre Buñuel y Dalí, de las que el andaluz quedó excluido por lo que se imaginó ser el sujeto del título. No se los perdonó, y para manifestar su despecho se hizo amigo de Neruda, que andaba “surrealizando” también, pero no mucho. Monseñor opinaba que a los espectadores había que abrirles los ojos, y eso fue lo que hizo en persona al comienzo de la película usando una navaja de afeitar a perjuicio de una impávida mujer.
Fue atroz, pero el paso siguiente fue aún peor. «La edad de oro» (1930), siguiente travesura del dúo, rompió todos todos los moldes de la provocación, lo que se extendió a las butacas del cine en que se estrenó y al foyer donde había una exposición de grandes nombres del Surrealismo, y la explosión llegó hasta los financistas de la gracia: los vizcondes de Noailles, sobre los que pesó una seria amenaza de excomunión. La muy noble vizcondesa madre hubo de echarse a los pies del Papa para evitar el anatema. Hoy sigue siendo un terremoto. Monseñor se vio confirmado en su vocación pastoral, y siguió soplando y resoplando contra sotanas sotanas y hábitos. Llegó a fusilar a un Papa en «La vía láctea» (1969). Pero Su Eminencia siempre se declaró “ateo, gracias a Dios”. «La edad de oro» t 93Oi.
El Surrealismo del Siglo LA PRIMERA DAMA Y LA ÚLTIMA Germaine Dulac (1882-1942) Amiga del crítico Delluc y de Antonin Artaud, cuyo gulon «La concha y el clérigo» sirvió para realizar la película que ha conservado el nombre de la Dulac dentro del Surrealismo. El resto de su obra fue por otro rumbo. También la anterior.
Bueno, en realidad ella tenía poco que hacer aquí.. ,, 1 Julia Ducournau (1983) Ganó la Palma de Dro en Cannes 2021 con «Titane», en la cual la protagonista tiene sexo con un automóvil y queda embarazada de “él, produciendo aceite de motor en sus pechos y eliminando machos alfa demasiado entusiasmados con el hecho. Las autopsias del Doctor Hitchcock Sir Alfred (1899-1880) fue, como algunos británicos, surrealista sin quererlo ni confesarlo. Pero el recorrido de sus obras permite tener claridad de dónde venía la proteína de sus hemoglobínicos relatos. Habría que preguntarse cuál es el más surrealista.
Hay donde elegir: «Cuéntame tu vida» (1945), podría tener la primera primera opción con su famosa secuencia de sueño diseñada por Dalí, pero el relato gira alrededor de la identidad del asesino, lo que a un surrealista auténtico no le habría importado nada. «,O_uién mató a Harry?» (1955), podría también aspirar al título con su muerto, quizás imaginario, que tiene el don de la ubicuidad ubicuidad y de recibir las tensiones ocultas de los demás personajes.
Pero también baja al compromiso de las explicaciones. «Los pájaros» (1963), se ha vuelto con el tiempo una alegoría ecológica y sus imágenes de pesadilla ya parecen anticipación de la reciente pandemia. ¿Y, «Psicosis» (1960), con su exploración de las cavernas subterráneas subterráneas del inconsciente? Puede ser, aunque el tono góticoterrorífico haga las delicias de grandes y chicos, lo que puede ser sospechoso de concupiscencia con el mercado burgués. Hay un par de títulos que admiten a la perfección la temática, muy surrealista, de lamourfou. Dos disparatadas historias de amor que no resisten lógica y tienden a esquivar explicaciones.
La primera, «Vértigo» (1958) ampliamente conocida, valorada y sobreexplicada, posee locura en grado sumo, erotismo de ese que hacía sufrir gozosamente al público constreñido por las buenas maneras, y finalmente una sazón necrofílico-religiosa que hace más llevadero el orgasmo final.
Pero, ¿cuántos de ustedes han visto «Bajo el signo de Capricornio»? Capricornio»? Filmada en 1949, cuando su protagonista, Ingrid Bergman, era en Hollywoodla encarnación de las virtudes familiares, narra una historia sórdida de exilio y autoflagelaciones infinitas a causa del deseo.
Está filmada como un delirio de pesadilla en largos plano-secuencias muy oníricos, por eso la aparición de una cabeza momificada en el lecho de la heroína es parte de un diseño sadomasoquista sadomasoquista de sólida estructura, en la cual el tálamo nupcial es también el espacio del horror. Finalmente, el amor triunfará, pero en los márgenes del mundo civilizado.
Como los contagios no tienen respeto por nada, especialmente por la bondad, durante la filmación de esta película apareció en el set, Roberto Rossellini para transformarse en el amante de la Bergman, y provocar un escándalo planetario que desataría las iras de las multitudes, multitudes, significando tanto la ruina de la película como de la carrera de los implicados.
Uno de los hijos de este famoso adulterio confesaría que los padres los visitaban en un departamento y hablaban sobre los insultos que habían recibido cada uno durante el día. ¿No fue eso también amourfou? » «Los pájaros» (1963). El Surrealismo del Siglo Otras tentaciones surrealistas El estadounidense David Lynch (1946) manifestó tempranamente tempranamente una tendencia marcada hacia el horror gótico de su país y hacia los dibujos animados, dos de los pilares de la oscuridad nacional.
Hipotecó su casa, y la perdió, para filmar «Eraserhead» (1977), que se llama así por uno de los sueños del protagonista, que ve su cabeza transformada en gomas de borrar, con eso espera ganar dinero para alimentar a un hijito monstruoso que ha tenido con una catatónica.
Sistemáticamente indigesta, pero realizada con un cuidado formal fuera de lo común y asumiendo sus deudas deudas estilísticas con Kafka y Gogol, la película se volvió objeto de culto, y despertó repulsión y admiraciones cruzadas, entre otros de Kubrick, cuyas tentaciones surrealistas sólo se manifestaron antes en la secuencia lisérgica de «2001: Odisea del espacio» (1968), al parecer inspirada por Matta.
Lynch fluctuaría entre obras bien intencionadas (»E1 hombre elefante») y maldades absolutas, que son las mejores: «Terciopelo «Terciopelo azul», «La calle de los sueños», «InlandEmpire». Fellini, con su ego monumental, era esquivo a la hora de asumir deudas estéticas, a pesar de que, de Surrealismo había abundancia en su filmografia. Su discípulo, el napolitano Paolo Sorrentino (1970) sí lo ha asumido, pero atribuye a su ciudad la inventiva barroca que lo caracteriza.
Si «La gran belleza» (2013) fue un homenaje evidente a «La dolce vita» (1960), con el agregado de algunos delirios de propia cosecha; «El joven Papa» (2016), serial de 9 capítulos, es una bofetada anticlerical que Monseñor Buñuel habría aplaudido.
El buenmozo de Jude Law es un estadounidense elegido como Papa, a pesar de ser demasiado sexy, fumar como chimenea, chimenea, beber Coca-Cola, excitar a monjas y poner como secretaria a su madre adoptiva, Diane Keaton. Fue tal el éxito, que le siguió «El nuevo Papa» (2020) con John Malkovich, genial como aristócrata aristócrata británico aspirante al trono pontificio.
La presentación de títulos mostraba una estrdllita que penetra en el Museo Vaticano, y termina como meteoro derribando la estatua del Papa Wojtyla. ¿Qué habría hecho el Surrealismo sin la Iglesia Católica? Tal vez sólo puertas gaseosas... Hijos normalmente extranjeros Para nadie debiera ser raro que en el listado de cineastas del mundo, el “Santo Madre y Padre Breton” hubiera admitido como surrealistas a 2 chilenos. Después de todo, su mujer también lo era. Es que el Gran Virus del Automatismo Síquico anidó desde siempre en esta comarca “más soñada que real”, al decir de Michelangelo Antonioni. El grupo Mandrágora en poesía y Roberto Matta en pintura, fueron pioneros mundiales en anunciar la Mala Nueva del fin de los tiempos tiempos lógicos y prudentes.
Al decir de alguien que lo conoció en sus años universitarios, universitarios, AlejandroJodorowsky (1929) no sólo era extraño por ser un judío de Tocopilla, sino que también por estar acompañado acompañado de una corte de “Amigos Imaginarios” que iban desparramando cuentas poéticas por las calles de Providencia, Providencia, sin que los caminantes fueran advertidos, resbalando sin piedad y quedando expuestos a la apertura de una nueva conciencia.
En México, debutó a la fama internacional con «Fando y Lis» (1968) y le seguiría «El topo» (1970), que sería aún más famosa que la anterior, y que utilizaba una Y EL CINE DE estética de spaghetti western erótiANIMACIÓN? erótiANIMACIÓN? co-místico, anti-imperialista.
Todo Aunque hay muchos muy oportuno en aquellas fechas. títulos, (El planeta «La montaña sagrada» (1973) salvaje» (1973) del cerró su trilogía más célebre. francés René Laloux, Para aquel entonces, Raúl Ruiz es un referente (1941-2011) tenía fama local absoluto. Tmbién & sólida y empezaba a dar señales checo Jan Svankmajer alarmantes ae aenrzum tremevunes tremevunes indispensable dus creativus.
Filmaba y filmaba para apreciar mejor «La casa lobo» de ensenaba en la UC (quien escribe Cristóbal León fue su alumno), y escribía dos Joaquín Cociña... guiones en paralelo, con una inchilenos... inchilenos... continencia de volcán indigesto. «La maleta» (1963) y «La eoloma eoloma penal» (1970), son ejemplos surrealistas de esa época.
Una vez en Francia, el volcán cubrió de hipótesis robadas y borrachines trilingües el territorio que le dio cobijo. «El techo de la ballena» (1982) y «Las tres coronas del marinero» (1983), pueden ser delirios etílicos o monumentos monumentos mcta narrativos de la mayor altura. Pero con seguridad fueron posibles porque el Surrealismo antes permitió permitió levantar el tupido velo de los sueños, y luego hacerlo caer como hacha de verdugo sobre las certidumbres mal acostumbradas de la burguesía.
De vuelta a Chile, no recuperó los buenos modales criollistas criollistas de antaño y propinó los 4 episodios de «Cofralandes» «Cofralandes» (2002), que hicieron preguntarse al Parlamento si se puede seguir dando dinero público para obras tan privadas, privadas, “que nadie entiende”. «La noche de enfrente» (2012, título profético) fue su última respuesta y se murió. l _ 1.