De economía poco y nada
De economía poco y nada Este estado de negación de la realidad del Go-bierno se extiende también al ámbito económi-co. Hace menos de un mes, por ejemplo, el Presi-dente Boric se jactaba ante los asistentes del en-cuentro Enagro de que el país iba a crecer al2,7%, lo que como se sabe estará lejos de ocurrir.
Y es que quizás con la sola excepción del minis-tro de Hacienda, Mario Marcel que ante lasmalas cifras de crecimiento (días después seagregarían las de inflación) tuvo que reconocerque los resultados conocidos eran “decepcio-nantes” y que “tenemos que pensar que no va-mos a alcanzar” las proyecciones que para esteaño se habían dado, el Presidente y varios desus ministros actúan y se congratulan por su-puestos logros que poco tienen de tales. Así, en sus conferencias de prensa, la ministraVallejo parece no ver señales negativas en la eco-nomía y para ella, las cifras conocidas siguensiendo un tapabocas para los críticos: “Se equi-vocaron rotundamente y siguen estando equi-vocados. Eso no ha cambiado, independiente-mente de la cifra del Imacec del mes de septiem-bre, que además, pensando en el último trimes-tre, como dijo el ministro (Nicolás) Grau, detodas maneras muestra un crecimiento, no undecrecimiento”, sostuvo.
Esta misma semana, Vallejo destacaba que “estamos enfrentandodistintos proyectos de ley que buscan hacer jus-ticia social, como el fin al CAE o la reparación dela deuda histórica, y que gracias al empuje delPresidente hoy se están haciendo realidad”. Co-mo si fuera meritorio y digno de celebración elsimplemente comprometerse en gastos que be-nefician a grupos de interés vanagloriarse del“empuje” del Presidente para que el Estado asu-ma costos, en circunstancias que lo que se es-peraría de la más alta autoridad es que contribu-ya al crecimiento del país y utilice de la mejorforma posible los recursos públicos.
En la misma línea, la ministra Jara, que celebrauna y otra vez como un gran logro el aumentodel salario mínimo y la reducción de la jornadalaboral a 40 horas, desconociendo el impactoque puede tener ello en el empleo.
Ya hace algu-nos meses había planteado la peregrina tesis deque el aumento de la informalidad laboral esta-ría vinculado a los bajos sueldos, obviando quees el estancamiento económico y la rigidez labo-ral lo que genera desempleo e informalidad. Esta falta de comprensión del fenómeno eco-nómico que muestran las más diversas autorida-des está en la base de la profunda crisis por laque atraviesa el país. Nada indica que el Presi-dente esté dispuesto a hacer rectificaciones enesta deriva. Este estado denegación de larealidad delGobierno seextiende tambiénal ámbitoeconómico. ElPresidente yvarios de susministros actúany se congratulanpor supuestoslogros que pocotienen de tales..