Inflación anual y efectos de guerra comercial ponen presión al BC sobre tasas de interés
Inflación anual y efectos de guerra comercial ponen presión al BC sobre tasas de interés Claramente, un escenario de inflación al alza, sumado a una economía que se desaceleraría por los efectos de la guerra comercial, no es el panorama ideal para las próximas decisiones que deberá adoptar el Banco Central sobre la tasa de interés, más aún cuando las turbulencias externas tienen de regreso al dólar en los $1.000, con su potencial impacto en la importación de productos más caros.
Aunque el Índice de Precios al Consumidor estuvo en línea con las expectativas al registrar un incremento mensual de 0,5%, influido por alimentos y el sector educación, la mirada de los expertos apunta, en parte, a una inflación anualizada que se elevó a un 4,9% en comparación con el 4,7% acumulado a febrero, "manteniéndose muy por encima del objetivo del 3% fijado por el Banco Central", remarca Quasar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados de Pepperstone.
Antes del anuncio de aranceles recíprocos de EE.UU. en abril y la consecuente respuesta de China, ya se adelantaba en el mercado que la inflación estaría fluctuando entre 4,5% y 5,0% entre este y el próximo mes. Así y todo, "la inflación interanual sigue alta", afirma Ignacio Muñoz, investigador de Clapes UC.
Por ello, en los próximos registros será crucial monitorear si la depreciación reciente del peso complica el escenario de reducción en la inflación. "Hoy por hoy, el tema externo es lo que imprime mayor incertidumbre al escenario económico local.
Si bien la imposición de mayores aranceles en el mundo es algo que teóricamente presiona a la baja la inflación local en el mediano plazo, el shock inicial podría ser inflacionario debido a la depreciación de la moneda", dijo Priscila Robledo, economista jefe de Fintual. El martes, el dólar subió $11,2 para cerrar sus operaciones en torno a los $1.000, su mayor nivel en más de dos meses.
Con ello, en lo que va de abril, la divisa estadounidense acumula un alza de $46,3, lo que en la práctica, por ejemplo, contribuye a mitigar los efectos de la caída en los precios internacionales del petróleo, que el país importa casi en su totalidad.
Más optimista, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, estimó que "en las próximas semanas, cuando vayamos teniendo actualizaciones de precios de los combustibles, probablemente volvamos a tener bajas". Asimismo, se mostró confiado en que los efectos de las tarifas de la luz tendrán un menor impacto en el IPC a partir de la segunda mitad del año.
Turbulencias externas Lo incierto del escenario internacional podría tener, en todo caso, alguna incidencia, por ejemplo, en el caso de que se presente una desaceleración mayor de los "principales socios comerciales producto de la aplicación de aranceles", señala Jorge Herrera, subgerente de Estrategia de Inversión de Principal. Probablemente, el cómo se desenvuelvan los acontecimientos en este sentido será clave para el futuro de la política monetaria en el país, afirma.
Será "extremadamente relevante", dice Herrera, cómo avance el escenario internacional, asociado a la aplicación de aranceles, el ritmo que vaya a adoptar la Reserva Federal respecto de potenciales recortes de tasas de interés y los efectos que pueda tener todo esto en el tipo de cambio, el cual, de mantenerse presionado, podría agregar alguna presión adicional en nuestro caso desde los bienes importados.
Con todo, Juan Ortiz, investigador del Observatorio económico de la Universidad Diego Portales, estima que hoy el sesgo, dado el escenario actual, es hacia una reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM). "La amenaza proveniente del sector externo es un shock negativo respecto al crecimiento del PIB de socios comerciales, sumado a la volatilidad del tipo de cambio y ajustes en los precios de bienes internacionales y materias primas", señala Ortiz.
Enfatiza que si bien el escenario previo al shock externo era un desempeño relativamente positivo de la actividad y una inflación anual en torno al escenario central de la autoridad monetaria, "el cambio del escenario base desde el 2 de abril es evidente". "Ahora la amenaza inflacionaria, producto del alza del tipo de cambio y aumento del precio de bienes intermedios y finales importados en el mercado internacional, se contrastan con la caída de precios de materias primas, como es el caso del petróleo. Mientras que el canal del impulso externo y ajuste del tipo de cambio real es una mayor amenaza", agrega Ortiz.
En modo "espera" Sobre los próximos pasos en materia de política monetaria, hay dos elementos cuya evolución está cargada de incertidumbre: "Este es el caso de la respuesta concreta de gran parte de los países, y las posibles instancias para negociar en el futuro", dice Muñoz, de Clapes UC. "Lo anterior va a determinar la evolución del tipo de cambio y la cuantía de la disminución del impulso externo que va a recibir Chile, factores clave para la política monetaria.
Con esto en mente, es probable que el Banco Central se mantenga cauto en el corto plazo y mantenga la tasa de interés a la espera de señales más fuertes respecto a la evolución del escenario externo y de sus efectos en Chile", señala el investigador.
En la misma línea opinó Robledo, de Fintual: "En este escenario de alta incertidumbre, agregó, espera que el Banco Central mantenga su postura monetaria neutral, y que potencialmente vuelva a considerar bajas en la tasa solo en la segunda mitad del año". Índice de Precios al Consumidor anotó alza de 0,5% en marzo y se elevó a 4,9% en su medición anualizada: Inflación anual y efectos de guerra comercial ponen presión al BC sobre tasas de interés A.D.J. En la jornada de ayer, el dólar subió $11,2 para cerrar sus operaciones en torno a los $1.000, un factor que incidiría en los precios de productos importados..