Francisco Sagredo: "EL FÚTBOL CHILENO HAY QUE QUEMARLO Y CONSTRUIRLO DE NUEVO"
Francisco Sagredo: "EL FÚTBOL CHILENO HAY QUE QUEMARLO Y CONSTRUIRLO DE NUEVO" El 2 de noviembre de 2024, Francisco Sagredo le escribió un mensaje a la gerenta de ESPN en Chile, Claudia Videla.
Mientras toma un café en Vitacura, el periodista y conductor del principal programa de análisis y debate deportivo de esta cadena televisiva en el país, llamado "F-90", cuenta que ese mes vencía su contrato con la empresa, aunque su relación laboral era renovable de manera automática anualmente. "Yo quería saber qué iba a pasar el 2025, para comenzar a organizar el año", dice.
En lo venidero, haría la consulta al menos una vez por semana, obteniendo siempre por respuesta "voy a preguntar en Argentina", que era la réplica habitual que obtenían ante cualquier requerimiento, pues era en Buenos Aires donde se tomaban las decisiones para la señal chilena del canal, uno de los más importantes del mundo y parte del conglomerado de medios Disney.
El 28 de noviembre Sagredo terminaba de conducir el "F-90", pasadas las diez y media de la noche, y se aprestaba a salir a comer con su pareja por su cumpleaños número 49, que era al día siguiente, cuando le dijeron que en la gerencia querían conversar con él. --Fue en la oficina de mi jefa y la conversación debe haber terminado como a las 12:40 de la noche.
Hablamos del 2025 --asegura--. Claudia me dice dos cosas: primero, que no le habían dicho nada de Argentina; pero segundo, me dice "quiero saber cómo estás tú, porque como que no te veo tan contento... este año no te he visto feliz". Sagredo dice que la miró y le preguntó: "¿ Quieres que tengamos una conversación real?". Francisco Sagredo retornó a Chile en julio de 2018 tras pasar un año trabajando para Fox Sports como corresponsal en Londres.
A su regreso, dice que se encontró con una industria en declive, por lo que se puso a cavilar sobre su futuro. --Me dije: tengo que pensar en cómo viene la segunda mitad de mi vida --explica--. Y tengo dos alternativas: o resistir hasta que en algún momento esto se acabe, como le pasa a mucha gente en este medio, o empiezo a generar un camino paralelo y prepararme para algo distinto. Esa inquietud lo llevó en 2021 a postular al MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Para alistar su ingreso, Sagredo, quien ya era máster en comunicación de la Universidad Católica de Milán y socio de una empresa de vestuario masculino, contrató a un profesor especialista en preparar a alumnos del área humanista para engancharse en este tipo de programas.
Cuando lo evaluó, el tutor le preguntó si ya había pagado la matrícula. --Yo le digo que sí... "Ah, vas a tener que trabajar harto", me respondió --dice entre risas--. Bueno, y así partí... Fueron muchas las noches en que mientras hacía trabajos pensaba "no puedo estar haciendo esto a los 45 años". Contra el pronóstico, Sagredo no solo se tituló, sino que casi al unísono se convirtió en profesor de la línea de comunicación del MBA, donde hasta hoy enseña sobre "comunicación efectiva, relato movilizador y gestión exitosa de instancias comunicacionales", y desarrolló un diplomado en Sport Management, Negocios y Vida Saludable. Además, dirige capacitaciones, consultorías y mentorías a ejecutivos de algunas de las mineras más importantes del país, según cuenta.
A tres años de esto, reflexiona que en el camino sintió algo que lo remeció: "Me di cuenta de que como periodista había dejado de pensar". "Tenso cruce entre Jorge Valdivia y Francisco Sagredo luego de la derrota de Colo Colo", tituló radio Cooperativa en su portal el 10 de mayo del año pasado. "¡Se dijeron de todo! Así fue la pelea en TV de Jorge Valdivia y Francisco Sagredo", añadió El Desconcierto.
El hecho se reprodujo en varios sitios web ese día y aludía a una discusión de la noche anterior entre el periodista y el exjugador, tras una derrota de Colo Colo en el Estadio Monumental ante Fluminense por la Copa Libertadores. El confronte en "F-90" partió cuando la periodista Andrea Hernández comentó que la estadística oficial indicaba que en el primer tiempo Colo Colo nunca pateó al arco.
Lo dijo mientras en pantalla se emitía un tiro desviado de un delantero. "Yo jugué a la pelota y esto lo consideraba remate al arco", le retrucó con ironía el exjugador, hoy imputado por dos denuncias de violación, pero que por entonces era el comentarista estrella de la señal. "¿Y yo porque no jugué profesional no puedo hablar de fútbol, o la Andrea?", le retrucó Sagredo. "Ese argumento lo tiras siempre y no tiene ninguna validez", le insistió. Sagredo se reiría más tarde de la polémica y aseguraría que el cruce no era ni por lejos el más fuerte que protagonizaron ambos.
A ocho meses de la controversia, añade que el argumento entregado por Valdivia era el habitual de algunos que se habían retirado recientemente del fútbol ante cada discusión con un periodista. --Eso yo no lo valido para nada, porque yo no le puedo decir a un futbolista "es que tú no estudiaste en la universidad, no sé qué haces acá si no eres comunicador"... Eso es una imbecilidad, porque el aporte que él me va a generar con su experiencia, con su olor a pasto, con su olor a camarín, va más allá de que si él estudió comunicación o no, porque su rol dentro de ese panel es otro --le valora--. A mí me parece interesante que haya esta amalgama, pero que sea eso, un mix, no un solo tipo de profesional en esos paneles, como está ocurriendo.
Sagredo profundiza y sostiene que hace tiempo se impuso en pantalla lo que él llama "el modelo argentino", que lo resume como "centrado en hablar solo de la pelotita", con "mucho jugador protagonista y poco periodista", y conductores que ya no ofician como si fueran un crupier que "tira buenas cartas a los panelistas para que haya debate, para que ellos se luzcan en lo que saben o para picanearlos y hacer una discusión". Por el contrario, plantea que ahora son "casi futbolistas, por cómo se visten, y por su manera de actuar, pero que tienen muy poca posibilidad de incomodar a las esferas de poder de la industria, que son las dirigencias, por un tema de vinculación a través de los derechos". --¿ Y por qué cree que habría de ser importante que en un programa de deporte se discuta algo así? --Porque la industria del deporte, pero especialmente la del fútbol, tiene un impacto social gigante. O sea, el fútbol impacta en la felicidad de la gente. Y entre más popular es el segmento, más impacto y valor tiene (... ). Y no es importante por si la pelota pegó en el palo o si entró o no.
Es importante por este rol social (... ). Y si le sumas que es una industria donde corren miles de millones de dólares al año en derechos televisivos, en contratos de publicidad, en sueldo de jugadores, en comisiones por representación, etcétera, etcétera, le agregas otro elemento que, a mi juicio, hace que el rol del periodismo sea importante en esta industria, como es que tiene un rol fiscalizador, articulador, de explicar los procesos, de criticar cuando hay cosas que criticar.
Sagredo cuenta que una señal clara del rumbo que vendría la tuvo cuando en su cadena les informaron que estaban negociando los derechos de televisación de los partidos de la Selección chilena. "Ahí hubo cierta instrucción a no ser tan pesados con la ANFP", dice el autor de libros periodísticos como La caída, centrado en el fin de la era de Harold Mayne-Nicholls y el técnico Marcelo Bielsa en la Roja; y Juego sucio, sobre los escándalos en la asociación nacional, la confederación sudamericana (Conmebol) y el período de Sergio Jadue, escrito junto a Fernando Tapia. Lo peor para él vino con la Copa América disputada en Estados Unidos.
Recuerda la inauguración bendecida por un predicador evangélico; la imagen viralizada de un dirigente secándole la transpiración al presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Chiqui Tapia; y que en el partido entre Chile y Argentina no había espacio para ejecutar un lanzamiento de esquina debido a la publicidad y que la cancha tenía las dimensiones para fútbol americano.
Sobre lo primero sostiene que contravino la norma internacional de que en los torneos está vedado todo tipo de alusión religiosa o política; para la segunda, sentencia que era una imagen propia de "El padrino", reveladora del poder que ostenta la cabeza del actual campeón mundial; y tercera, a su parecer, era el reflejo de la importancia que está adquiriendo Estados Unidos para la actividad, donde aparte de tener a Lionel Messi acogerán el próximo Mundial de Clubes y luego el Mundial de selecciones, a pesar del escaso apego que le tienen al fútbol. --Cateteé mucho con todas esas cosas porque a mí me interesan y porque además tengo un panel donde hay seis futbolistas, ¡que ellos hablen de cómo jugó Chile, si ellos saben más que yo de eso! A mí déjenme hablar de cosas transversales, que tienen que ver con cómo la industria está cada vez más precaria --comenta--. Yo decía: "Miren, hay hechos y estos hechos son impresentables... y son un cierto patrón en la Conmebol". Sagredo dice que sus planteamientos no agradaban en la empresa, pero agrega que la señal definitiva vino el 12 de julio, cuando en una conferencia de prensa Marcelo Bielsa, como entrenador de Uruguay, arremetió contra la Conmebol y la organización del torneo estadounidense por las condiciones de las canchas y la seguridad, la misma que dos días después se vería sobrepasada en la final entre Argentina y Colombia por un mar de hinchas en las afueras, lo que obligó a suspender durante cerca de cuatro horas el inicio del partido.
El periodista dice que en ESPN les avisaron que en el programa no emitirían extractos de la conferencia ni se les permitiría comentarla. "La orden argentina fue que nosotros hablamos solo de la cancha", cuenta, asegurando que expresó su rechazo por escrito en el chat editorial del canal. --¿ Y qué decían sus colegas, los futbolistas del panel, ante este tipo de órdenes? --A mí no me corresponde como ventilar lo que ellos decían.
Lo que yo estoy narrando tiene que ver con cosas que yo dije permanentemente (... ). Yo creo que cualquier organización, en cualquier industria, incluida la televisión, y en este caso ESPN, tiene todo el derecho a tomar determinaciones.
Si ellos quieren hacer un canal nice, como es Disney, en que solo se habla de la pelotita, en que no se incomoda a la autoridad, tienen todo el derecho. --Eso es línea editorial, ¿no? --Exacto, pero yo tengo todo el derecho a pensar que el periodismo es otra cosa. --Pero como industria del entretenimiento, ¿no tiene lógica que los canales privilegien futbolistas, pues son más vinculados al entretenimiento que un periodista? --Me parece fundamental la presencia de los futbolistas en los paneles y en los medios deportivos, pero creo que, como todo en la vida, los excesos son malos. Yo creo en vinculación de talentos, de características, de potencialidad al momento de armar un programa.
Cuando tú tienes una política de contratación que solamente persigue ir en busca de los retirados de la Generación Dorada y da lo mismo las características que tengan, me estás diciendo que "lo que tú das no nos interesa". Dentro de esos futbolistas tengo grandes amigos (... ), pero esto es como un equipo de fútbol en que quieras jugar con puros "10", sin nadie que marque, nadie que pegue una "chuleta", nadie que ordene. Bueno, yo creo que el periodismo es también incomodar, preguntar por cosas que son más profundas. Sagredo ahonda planteando que cuando todo está circunscrito en los medios a la pelota se genera "un vacío de denuncia, de control, de evaluación, de crítica en una industria que es importante.
Y sobre todo en el momento de la industria en Chile, donde la multipropiedad de los clubes está prohibida, pero igual existe; donde hay presencia de los representantes como articuladores del negocio en muchos clubes, donde existen grupos de representantes o un representante que maneja el 80% del fútbol chileno.
Yo no digo que esté bien o mal, lo que yo digo es que legislemos en relación a esto". Con 25 años en la actividad, asegura que el fútbol chileno "se desvalorizó". Para refrendarlo comenta que salvo los tres clubes grandes, el resto vive casi exclusivamente de lo que reciben de la televisación, que cada vez paga menos por subproductos como la transmisión de los goles; en que no se invierte en divisiones inferiores y, por ende, no se clasifica a mundiales juveniles ni surge el recambio; donde hay omnipresencia de representantes de jugadores en todas las esferas; con muchos clubes donde la propiedad real es un misterio; en los que no es posible garantizar siquiera que se dispute una final, como sucedió hace unas semanas con la final de la Supercopa entre Colo Colo y Universidad de Chile, por razones de seguridad. --Esta es la única industria en Chile donde un millonario tiene los recursos para comprarse un club y pasa a ser presidente de la comisión de fútbol, a ser el vocero, a hablar de fútbol. ¿Te imaginas que a Aníbal Mosa (presidente de Blanco y Negro) o que a Michael Clark (de Azul Azul) les guste la aeronáutica, así como les gusta el fútbol, y se compren la fabricante de aviones Jumbo? --hace un ejercicio--. Y que a la semana alguno de ellos haga un punto de prensa a la salida del aeropuerto y diga: "Me compré la Jumbo porque tengo el billete y me gusta la aeronáutica, así que ahora yo voy a pilotear el avión porque desde chiquitito acompañaba a mi papá al aeropuerto... y ¿ sabes qué? No me gusta como diseñaron las alas, así que ahora van a ser cuadradas... y además voy a dirigir la comisión que determina la estrategia de ruta de los aviones en cada vuelo". ¿Sabes qué harían con él? Lo meten preso por imbécil. Sagredo hace un alto y reflexiona. --Para mí el fútbol chileno hay que quemarlo y construirlo de nuevo. Para mí, esta es una industria absolutamente fallida.
A las seis y media de la tarde del 29 de noviembre de 2024, día de su cumpleaños, Sagredo cuenta que se encontraba en el piso 18 del edificio corporativo de la minera Antofagasta Minerals dirigiendo un conversatorio con 60 ejecutivos sobre movilización a través de la comunicación. --Salió muy bien, con feedback posterior de parte del gerente --relata--. Me acuerdo de que me fui súper contento pensando "en esta industria se valora lo que yo puedo dar". Tras ello, Sagredo condujo como siempre el programa en ESPN y cuando eran las diez y media de la noche y estaba a punto de terminar, recibió un mensaje de la gerenta pidiéndole que pasara a su oficina. --Yo le tiro una broma, y le digo "oye, ¿te quedó gustando la conversa de ayer?". Es que había terminado muy bien. Y no me contesta.
Bueno, subo, abro la puerta y veo que adentro están el abogado de la empresa y ella... Me di cuenta lo que venía y les dije "es broma que me van a despedir el día de mi cumpleaños". Sagredo sostiene que les pidió que le notificaran la decisión por correo y fue a reunirse con sus amigos al festejo de sus 49 años. Después se acostó a dormir hasta que a las 5 y media de la madrugada se despertó por el ruido del timbre.
Era el conserje, que venía a avisarle que una cañería del piso de arriba se había roto. --Prendo la luz y efectivamente se estaba filtrando agua por las paredes, en la terraza cayó un chorro más grande.... se mojaron las alfombras, murió toda la pintura, hubo que arreglarla --explica--. Cuando les conté a mis amigos, me dijeron "oye, que andas meado de gato". Sagredo dice que no. Para él, el infortunio del agua precipitando en su departamento era una señal de que su vida comenzaba a limpiarse.
Tras nueve años ligado a ESPN, el canal no le renovó contrato al conductor del programa "F-90". El periodista cuenta que fue el fin de una relación que se deterioró por el mensaje habitual de no incomodar a las autoridades del fútbol y sostiene que la contratación de jugadores recién retirados se volvió en una máxima para evadir la crítica a las dirigencias de lo que el también MBA de la UAI y consultor de empresas sostiene se trata de "una industria fallida". POR LEO RIQUELME.
FOTO FELIPE BÁEZ Francisco Sagredo: "EL FÚTBOL CHILENO HAY QUE QUEMARLO Y CONSTRUIRLO DE NUEVO" Sagredo sostiene que se impuso en pantalla "el modelo argentino", que lo resume como "centrado en hablar solo de la pelotita", con "mucho jugador protagonista y poco periodista". "Esta es la única industria en Chile donde un millonario tiene los recursos para comprarse un club y pasa a ser presidente de la comisión de fútbol, a ser el vocero, a hablar de fútbol". hablar de fútbol"..