Autor: FRANCISCo LEóN PoNCE, CoNCEJAL
Un cumpleaños muy especial
En el primer año de comedor autofinanciado, miles de almuerzos solidarios en Iglesia San Francisco de Asís Hace un año, abrió sus puertas, se encendieron las cocinas, se tendieron manteles, se pusieron cubiertos y platos de comida adornaron las mesas que, rodeadas de decenas de sillas y de bancos, dieron la partida al comedor solidario al alero del campanario de la iglesia dedicada a San Francisco de Asís, en la población Carlos Ibañez.
Desde el inicio, ese comedor, iniciativa de los laicos Franciscanos Misioneros, ha acogido a un promedio de sesenta comensales por semana, a razón de una veintena cada uno, los días lunes, miércoles y viernes de cada mes, es decir, más de tres mil personas en el primer año de funcionamientos. ¿Cómo lo hacen? ¿ Cómo pueden llevar a cabo esa tarea solidaria? Primero que nada apelando la generosidad de voluntarios informados de esa acción; golpeando puertas de panaderías, como la Pingüino, y fruterías y verdulerías del sector, y también de aportantes de cuotas voluntarias discretas e, incluso del Consulado de Argentina en Punta Arenas.
El viernes 2 de agosto, con la presencia de Gerardo Pérez, Presidente; Mónica Mercado, secretaria; Analí Cárcamo, tesorera, Luis Gaja rdo, jefe del comedor, y de Ma ribel Cárcamo, Misael Crucevich y el apoyo de una veintena de socios y cooperadores. También concurrieron a cocinas y a servir los platos Teresa Almonacid, de la Pastoral Social, Evelyn Mansilla, Mónica Mercado, Ariela Velásquez y Sandra Kochifas quienes prepararon un almuerzo especial hasta con torta de postre.
Estuvo presente, también el Diácono Eduardo Castillo, al Cónsul argentino en Punta Arenas, Germán Domínguez; el ex director del Fosis, Gonzalo Rosenfeld, Javier Marimán, Presidente del grupo Amigos de la Calle, y el Concejal de Punta Arenas, Francisco León Ponce, quien agradeció la oportunidad de compartir ese almuerzo, un verdadero milagro del amor al prójimo y la solidaridad real y concreta.
Dios provee, los aportes personales y muchas personas ayudan a materializar este verdadero milagro porque 60 almuerzos semanales sin pedir nada al gobierno, al aparato fiscal, permiten dar comida a más de tres mil personas al cabo de un año Lo que cuesta hacerlo, que lo calculen quienes sean buenos para las matemáticas pero el corazón no sabe de números Nota importante.
Preferí escribir esta crónica en lugar de la columna habitual de los días lunes, gracias a Pingüino Multimedia, porque cree firmemente que siempre será mejor construir y destacar hechos positivos en lugar de críticas destructivas, oportunistas y con afanes electorales..