Autor: MARGHERITA CORDANO
Colegios privados triplican la superficie de vegetación de los subvencionados en Santiago
1 Mientras que el promedio de áreas verdes es de 30% en las escuelas particulares, en el caso de los recintos que se financian con aportes del Estado y de los padres, la cifra es del 8%. En los públicos llega al 12%. Esta desigualdad podría repercutir en el desarrollo físico, cognitivo y socioemocional de los estudiantes.
A cantidad de vegetación en los colegios de Santiago diferencias significativas según el tipo de establecimiento al que se asiste, concluye un estudio desarrollado por la Universidad Mayor con datos de 1.579 escuelas en 34 comunas de la Región Metropolitana A partir de georreferenciación y el posterior mapeo de zonas verdes en los colegios y sus alrededores, la investigación reveló que los establecimientos subvencionados son los que presentan menor cantidad de vegetación: solo un 8% de su superficie corresponde a áreas verdes.
De cerca le s guen los públicos, con 12%. En el caso deloscolegios privados, la superficie de áreas verdes corresponde al 30%. “En base a inferencias, nuestra interpretación es que el colegio subvencionado, como tiene que administrar fondos de manera lo más eficiente posible, no tiende a destinar recursos en vegetación, porque eso ca mantención”, indica Ignacio Fernández, doctor en Sustentabilidad y académico del Centro de Modeláción y Monitoreo de Ecosistemas (CEM) de la U. Mayor.
El investigador advierte que comoel sistema escolar chileno tiende a segregar a los estudiantes en base al ingreso de sus familias, es común que aquellos con menos recursos asistan a colegios públicos y particular subvencionados, lo que hace que se perpetúe la “desigualdad verde” que también está presente en distintos barrios de la capital. “Lamentablemente, lo que tramos es que los colegios replican esta desigualdad. En el fondo, si vives. En un barrio donde hay poca vegetación, lo más probable es que vas a un colegio que va a tener mehor cantidad de vegetación”, dice. Sus resultados —en los que también estuvieron involucrados invesdel Centro en Economía y Políticas Sociales de la U. Mayor, así como de la University at Albany de Estados Unidos— fueron publicados en la revista académica Urban Forestry 8 Urban Greening.
Estructura cerebral Consultado respecto a cómo pueden incorporar más naturaleza los establecimientos que ya tienen parte desu terreno ocupado con construcciones o patios de cemento, Fernández responde que en estos casos es importante “ponerse creativo y tratar de cambiar esa mirada de grandes extensiones de pasto por pequeños grupos y algo de vegetación.
Puede ser un par de árboles, para los que no es necesario tener un suelo desnudo, porque se pueden ir poniendo en maceteros”. Elespecialista agrega que es preciso fijarse “que tengan algo de funcionalidad, para que los estudiantes de alguna forma se relacionen con todo ello”. “Tener contacto y una relación diaria con la naturaleza es muy importante durante la infancia y adolescencia. La naturaleza despierta la curiosidad deniños y niñas, los tranquiliza y los impulsa a jugar con todos sus sentidos.
Hay mucha investigación sobre los beneficios de crecer y jugar en contacto con la naturaleza, donde se plantea que promueve el desarrollo físico, cognilivo y socioemocional”, comenta a propósito del tema Marcial Huneeus, director ejecutivo de Fundación Patio Vivo. Huneeus ejemplifica diciendo que “el Instituto de Salud Global de Barcelona constató que crecer en áreas en contacto con los árboles, tierra y otras especies genera cambios positivos en la estructura cerebral” infantil. “Reduce los trastornos de déficit atencional, estrés y depresión, según esta investigación”, agrega.
Daniela Arancibia, coordinadora de proyectos de Fundación Mi Parque, explica que la educación al aire libre y cerca de lanaturaleza “mejora el movimiento, la imaginación, la creatividad, la actividad física; genera emociones positivas; fomenta la socialización, la resolución de problemas y promueve la cooperación entre niños y niñas”, lo que mejora el ambiente escolar.
Por eso cree “importante que se fomenten los espacios verdes dentro de los establecimientos educativos, porque es una forma concreta de garantizar el acceso universal a las áreas verdes de niños, niñas y adolescentes”. Si bien es necesario poner foco en la vegetación, en el caso de espacios ya saturados de cemento, su recomendación es que también se tomen en cuenta “elementos naturales y nobles que permiten el contacto directo de la comunidad educativacon la naturaleza. Por ejemplo, a travé.
De la instalación de huertos sobre pavimento o la implementación de contenedores con arena, tierra 0 chips de madera”. Asimismo, se pueden habilitar “maceteros o jardineras con especies vegetales de bajo consumo hídrico”, puntualiza, “Por otra parte, el puede sacar para traer nuevas materialidades al patio, que permitan drenar las aguas a las napas y mantener la humedad de la tierra, y donde se planten árboles y arbustos”, recuerda Huneeus, quien agrega que “los jardines infantiles, escuelas y liceos tienen un enorme potencial para convertirse en un lugar donde aprender a cuidar el medio ambiente desde la propia experiencia y contribuira abordar la actual crisis medioambiental”. 66 Los colegios públicos y subvencionados no tienen incentivos para desarrollar vegetación. De hecho, en Chile no existe ninguna normativa vigente que determine cuánto nivel de vegetación debe tener un establecimiento educacional”. FERNÁNDEZ ACADÉMICO CEM U. MAYOR Estudio de la U. Mayor se enfocó en establecimientos educativos en la Región Metropolitana: