Autor: Gabriel Fuentes Campusano
Tortura judicial
E Existe una situación que no ha sido tomada en cuenta como debiera. Se trata que un sin número de conseriptos que les correspondió cumplir el Servicio Militar Obligatorio en 1973, y participar en hechos no buscados ni queridos por ellos, condenados a altas penas.
Hace pocos días falleció de cáncer el exconscripto Gabriel Dittus Marín (QEPD), del Regimiento “Tucapel” de Temuco, después de haber sido enjuiciado -al igual que muchos otrospor el ministro en visita Álvaro Mesa Latorre, por hechos ocurridos hace más de 50 años, cuandoel soldado tenía 18 años de edad, o sea era menor de edad, cumplía una orden superior impuesta por el Estado.
No cabe duda que su cáncer terminal lo contrajo producto del estrés acumulado por tantos años, de tortura física y psicológica, sin contar con los recursos económicos para contratar un abogado tal vez con más experiencia, lo que finalizó con una condena de “prisión perpetua” sin merecerlo, o sea, lo condenaron siendo soldado la patria a pena de muerte prácticamente, sin la defensa que debió recibir desde el Ministerio de Defensa, pasando por la Dirección de Movilización Nacional y su Ejército, al igual que muchos militares, especialmente subalternos procesados quedando abandonados, como si hubieran sido montoneros o guerrilleros. Para los militares bien nacidos, para aquellos que quieren su Ejército, es una vergúenza.
No conocí al soldado Dittus, pero tuve bajo mi mando muchos soldados como él, que habrian actuado igual, siguiendo las órdenes de sus superiores. ¿Qué pensarán aquellos muchachos que les corresponde hacer su servicio militar? Habrá que motivar mucho ya que llegado momentos en que hay que responder, muchas autoridades miran para el lado; que cruda realidad. Pese a todo tengo fe que, producto de hechos faltos de ética conocidos en el Poder Judicial, enmendarán rumbo.