CARTAS: "Chile aún puede salvar el año"
CARTAS: "Chile aún puede salvar el año" Señor Director: Es realmente indignante leer la reciente declaración de una organización civil que, a pesar de las rotundas evidencias de que los SLEP no han sido capaces de entregar la educación pública de calidad que prometían, se atrevan a criticar una gestión municipal que fue capaz de cumplir con los estándares requeridos por la propia ley que defienden, logrando la postergación del traspaso. ¡Qué fácil es escudarse en excusas! Primero, permítanme señalar lo absurdo de su argumento sobre los ingresos. Según su lógica, los SLEP deberían sobresalir en comparación con cualquier otro sistema, pues no hay comuna que reciba más fondos que los que proporciona el propio Estado. Sin embargo, esa no es la realidad, basta con ver la situación en Alto Hospicio y, más recientemente, en Valparaíso. Y segundo, y esto es crucial: los recursos financieros por sí solos no garantizan una buena gestión. De hecho, dos de los requisitos fundamentales que establece la Ley 21.040 para la postergación del traspaso a los SLEP no dependen de la magnitud de los recursos financieros, sino de una gestión adecuada. Mi llamado, a través de la carta publicada el domingo en este medio, fue una invitación a la reflexión. Una súplica para reconsiderar el rumbo que estamos tomando en educación, pensando en el futuro de nuestros niños, niñas y jóvenes. Aún estamos a tiempo. Pero lo que leemos en las líneas de Ingrid Olea es simplemente más de lo mismo: un ciego fervor por un programa que está fracasando estrepitosamente. Abramos los ojos. El mayor aprendizaje de las políticas públicas en los últimos 30 años es que no hay peor gestor que aquel que está enamorado de su propio proyecto. Y lo más lamentable es que las consecuencias de este fracaso las están pagando nuestros estudiantes, que son el futuro de nuestro país. GUSTAVO ALESSANDRI Alcalde de Zapallar.