Viruela del mono
Viruela del mono L a Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia internacional ante el avance de la viruela del mono.
La decisión se basa en el recrudecimiento de esa enfermedad en la República Democrática del Congo y otros países de su vecindad, con el riesgo de que continúe su avance por el continente africano, incluso con posibilidades de extenderse fuera de él. La enfermedad es provocada por un virus que se manifiesta inicialmente de forma indistinta a muchos otros virus respiratorios, pero luego aparecen ganglios linfáticos inflamados y una marcada erupción de la piel.
Naturalmente, a pocos años de haber experimentado una pandemia de gravísimas consecuencias, el público está especialmente atento a cualquier nueva sospecha, aunque la amenaza actual no guarda relación con la experiencia del covid-19, pues la enfermedad es mucho menos grave que la que provoca el coronavirus. Además, existen vacunas adecuadas aun antes de que se registre un número importante de casos fuera de África. La viruela del mono es conocida desde hace largo tiempo, puesto que los primeros enfermos fueron detectados hace unos 50 años. Pero esta vez la situación es algo diferente, ya que se ha encontrado una nueva variante del virus, lo que ha causado la inquietud de las autoridades. Se han registrado casos en casi todos los continentes y aunque no se han producido contagios masivos, esta variedad parece ser más contagiosa que la de los brotes anteriores. En Estados Unidos se ha llegado a detectar a varios miles de enfermos, lo que ha llevado a la autoridad sanitaria a adoptar medidas. La transmisión de la enfermedad no está clara, pero se ha establecido que no es tan contagiosa como el covid-19. La mayoría de los casos registrados corresponde a varones homosexuales, lo que apunta a que no es fácil que se propaguen muy rápidamente los contagios, pues requeriría contactos más íntimos, con intensos contactos de piel.
Pero además de todas estas limitaciones para difundirse, la enfermedad no suele ser mortal, aunque sí es de cuidado para personas con inmunidad baja, como ancianos y enfermos de ciertos males, entre otros, los que padecen del VIH, el virus de inmunodeficiencia humana. Dos dosis de la vacuna parecen ser suficientemente protectoras, aun contra la nueva variedad del virus. Esto no significa que pueda darse por descartada una epidemia de alcances internacionales, ya que la nueva variante del virus no es bien conocida aún y podría dar algunas sorpresas. Los índices que se registran en el Congo revelan una mucho más alta mortalidad entre quienes se enferman, especialmente entre los menores, probablemente por problemas nutricionales. Si se considera, por otra parte, que los recursos con que se cuenta son muy escasos, el riesgo podría ser mucho mayor.
Según ha informado la OMS, bastaría con 15 millones de dólares para financiar las actividades de vigilancia, preparación y respuesta, pero aún no se ha logrado reunir esos fondos, por cuanto si no se percibe el peligro, son pocos los países que están dispuestos a hacer sus contribuciones. La amenaza que enfrenta el mundo con esta enfermedad no parece ser inminente ni muy alta. Pero las lecciones que se debieran haber aprendido con la pandemia de covid-19 parecen no haberse logrado.
Los países africanos necesitan ayuda y al menos 10 millones de dosis de vacunas para detener la propagación de la enfermedad e impedir que salga de ese continente, pero los países más ricos están interesados en cubrirse ellos mismos y se muestran dudosos de colaborar para detener a tiempo la enfermedad, es decir, ahora. A pocos años de una pandemia de gravísimas consecuencias, el público está especialmente atento a cualquier nueva sospecha. Viruela del mono E N F O Q U E S I N T E R N A C I O N A L E S. -