Haití, asolado por las secuelas del sismo de 2010 y la violencia
Haití, asolado por las secuelas del sismo de 2010 y la violencia Quince años después y en medio de la violencia y la crisis, Haití sigue sufriendo las secuelas del sismo de 2010, un terremoto que causó la muerte de más de 250.000 personas y dejó a 1,3 millones de haitianos sin hogar. Eran las 16:45 de la tarde (dos horas más en Chile) del 12 de enero de 2010 cuando un temblor de magnitud 7.3 en la escala de Richter sacudió Haití hasta devastarlo.
Pese a la década y media transcurrida desde entonces, las condiciones de vida de la población no solo no han mejorado, sino que en muchas ocasiones han empeorado, y la inseguridad frena cualquier intento de desarrollo.
Haití está sumido actualmente en una crisis sociopolítica, económica y humanitaria sin precedentes, marcada por la creciente violencia de las bandas armadas, la fuga masiva de cerebros, el aumento de la inseguridad alimentaria, la dificultad para residir en una vivienda digna y la cada vez mayor vulnerabilidad del país ante las catástrofes naturales.
En los últimos quince años, Haití ha sufrido huracanes que se han cobrado decenas de vidas; una inestabilidad política que ha incluido el asesinato de un presidente (Jovenel Moïse en 2021); una crisis de seguridad con miles de muertos y terremotos con centenares de víctimas.
Los desastres naturales, combinados con las catástrofes humanitarias y políticas, han sumido en un ciclo de pobreza extrema a Haití, el país más pobre de América y en el que 5,4 millones de personas, la mitad de la población, luchan por alimentarse cada día.
En muchas partes de la región de Puerto Príncipe duramente golpeadas por el terremoto aún se ven las cicatrices: en la carretera Grand'Rue, en pleno centro de la capital, hay restos de casas destruidas que nunca fueron rehabilitadas y bajo las cuales vivía gente. Los campos de desplazados por el sismo se están transformando en nuevos pueblos o barrios, las casas provisionales se convierten en permanentes y las miles de viviendas prometidas por las autoridades nunca se han construido. En los últimos años, a los campamentos para víctimas del terremoto se han sumado los refugios para quienes huyen de sus casas porque sus barrios han sido invadidos por las bandas armadas.
Ya antes del terremoto, el país necesitaba miles de viviendas dignas, una situación agravada por la inseguridad, que ha obligado a más de 700.000 personas a abandonar su hogar y vivir en campamentos sin las menores condiciones. Sin reconstrucción Lejos de reconstruir la capital, las autoridades se han dedicado a rehabilitar edificios públicos que 15 años después están abandonados en pleno centro de la capital. Pese a los anuncios y promesas, incluso el Palacio Nacional sigue sin reconstruirse.
En ese marco, los haitianos han restaurado sus casas por sí mismos sin cumplir las normas, por lo que proliferan las chabolas y la construcción incontrolada en barrancos, lo que aumenta la vulnerabilidad ante unas catástrofes naturales bastante habituales en Haití. Además, ahora, quince años después del terremoto, el país se enfrenta a la violencia de las bandas armadas.
Si tras aquel sismo unas decenas de bandas operaban en zonas específicas como CitéSoleil, La Saline y Fortouron, en la actualidad existen entre 200 y 300 grupos armados repartidos por todo Haití, sobre todo en el área metropolitana de Puerto Príncipe, bajo control de los grupos criminales en al menos un 85%, y que se autofinancian con secuestros, extorsiones o peajes. Quince años después de aquel 12 de enero, el centro de Puerto Príncipe sigue arrasado, pero ahora por las bandas y sus ataques, incendios y saqueos. A 15 años del terremoto: Haití, asolado por las secuelas del sismo de 2010 y la violencia La crisis política y social, así como el actuar de las pandillas, han dificultado la reconstrucción del país. EFE POLICÍA patrulla las calles en Puerto Príncipe. FRANCE PRESSE.