Autor: EVA LUNA GATICA

Trump impulsa un impuesto a las remesas y pone en alerta a los países de la región
Trump impulsa un impuesto a las remesas y pone en alerta a los países de la región En un nuevo avance de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, la Cámara Baja aprobó un masivo proyecto de ley que incluye un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas al extranjero por cualquier persona que no sea ciudadano o nacional de EE.UU., poniendo en alerta a las economías de varios países de la región, que el año pasado recibió un récord de US$ 160.000 millones a través estas transferencias cerca del 2,3% del PIB regional, convirtiéndolas en una fuente importante de recursos para miles de familias.
La iniciativa, que forma parte del paquete legislativo presupuestario impulsado por el Presidente Trump, denominado “The One, Big, Beautiful Bill” (un gran y hermoso proyecto de ley), fusiona recortes fiscales, medidas de seguridad fronteriza y reformas al sistema de salud, y ahora está siendo discutida en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría. “Este es, probablemente, el proyecto de ley más significativo que jamás se firmará en la historia de nuestro país”, aseguró Trump para celebrar su avance en el Parlamento.
Con respecto a las remesas, que es un dinero que los migrantes envían a sus familiares en sus países de origen, la ley propone un gravamen que originalmente era del 5%, pero que se redujo al 3,5% tras las protestas de grupos latinos, a las transferencias enviadas desde EE.UU. por cualquier persona que no sea estadounidense, sin importar su estatus legal, con el objetivo, según el gobierno, de aumentar los ingresos fiscales y controlar los flujos financieros relacionados con la migración.
De concretarse, la población migrante tendrá que pagar unos US$ 35 por cada 1.000 que manden a sus familiares, aumentando los costos de envíos al extranjero, y que se suma a una tasa de entre el 5% y 10% que las empresas de envío de dinero como Western Union o MoneyGram Internacional imponen sobre las remesas, consigna Bloomberg.
Ese aspecto es el que ha generado mayor preocupación entre los migrantes que envían dinero regularmente a sus países de origen, donde las remesas son parte significativa del producto interno bruto (PIB), como en Nicaragua (27,6% ), El Salvador (23,5% ), Guatemala (19,5% ), Honduras (25,9% ) y Haití (18,2% ), según datos del Banco Interamericano del Desarrollo (BID). “La administración cree que gravar estos flujos desalentará la inmigración ilegal a EE.UU.
Sin embargo, este punto es debatible, ya que podría incentivar a los inmigrantes a utilizar otros canales no oficiales (en lugar de Western Union o los bancos participantes) para remitir fondos a sus familias y seres queridos, lo que, en esencia, impulsaría estos flujos a la clandestinidad, e incluso podría generar más inmigración ilegal para compensar la pérdida de ingresos”, dice a “El Mercurio” Miguel D. Ramírez, profesor de Economía del Trinity College, en EE.UU.
Las remesas enviadas a América Latina y el Caribe en 2024, a s u v e z, s u m a r o n u n o s US $ 161.000 millones, lo que representó un 2,3% del PIB regional, marcando un récord con respecto a los años anteriores, siendo los principales países receptores: México, que recibió US$ 64.745 millones (unos 177 millones diarios) y Guatemala con US$ 21.510 millones. En ese sentido, señala Michelle Mittelstadt, directora de comunicaciones del Migration Policy Institute, “las remesas pueden ser una fuente importante de apoyo para familias en países de origen de inmigrantes y comunidades locales.
Se ha demostrado que las remesas mejoran la nutrición, la educación y otros indicadores de bienestar a nivel de los hogares”. Su importancia incluso llevó a algunos líderes de la región a protestar contra el impuesto, entre ellos, Claudia Sheinbaum, la Presidenta de México. “No estamos de acuerdo. Primero, es discriminatorio, y segundo, viola u n t r a t a d o e n t r e M é x i c o y EE.UU.
”, dijo la mandataria en referencia a un acuerdo firmado entre ambos países en 1994 para evitar la doble tributación, y llamó a los mexicanos que están en EE.UU. a enviar cartas, correos y mensajes en redes sociales a los senadores para expresarles su inconformidad. “Nuestros hermanos que esPFA / ACIREMAHTRONSEGAMI Y TTEG tán allá trabajan duro y pagan sus impuestos, y es injusto que además haya un impuesto por el dinero que le mandan a su familia. Eso no debe ser así”, añadió Sheinbaum, que no descartó futuras movilizaciones. “De ser necesario, nos vamos a movilizar, porque no queremos que haya impuestos a las remesas de nuestros paisanos, de EE.UU. a México, que atienden a los más necesitados”, cerró la Presidenta.
A Sheinbaum se sumó su homólogo colombiano, Gustavo Petro, que dijo que la decisión significaba “una reducción del salario real” de los trabajadores colombianos en el país norteamericano, al tiempo que los instó a manifestarse y no descartó tomar una medida similar como respuesta. “Entre países soberanos en donde impera el principio diplomático de la reciprocidad, las comisiones económicas del congreso de Colombia también deberían poner una medida similar de la misma magnitud”, dijo Petro.
Colombia recibió el año pasado unos US$ 11.800 millones en remesas, según cifras del Banco Central del país, una cifra similar a la que reciben varios países de la región, y que justifica la reacción de los gobiernos, dicen los expertos, ya que “no podrán compensar la pérdida de fondos de remesas”, dice Louis DeSipio, experto en migración de la Universidad de California, que advierte que “la reducción de las remesas reducirá el flujo de dólares estadounidenses a las economías latinoamericanas y aumentará la presión sociopolítica”. “En la medida en que estos países (y sus estados y regiones más pobres) experimenten una reducción en recursos adicionales por el impuesto propuesto, entonces no se realizarán las inversiones necesarias en capital físico y humano, lo que socavará aún más el crecimiento económico y la productividad laboral de una región que necesita desesperadamente ambos”, añade, por su parte, el experto del Trinity College. PERMISO La Corte Suprema autorizó el viernes al gobierno de Trump a revocar el estatus legal de 532.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que contaban con permiso de permanencia temporal. “Impulsará los flujos a la clandestinidad” México y Colombia protestan por la medida. La iniciativa, que provocó reacciones negativas en México y Colombia, impacta a naciones como El Salvador, Honduras y Haití, donde los envíos de dinero desde Estados Unidos representan cerca del 20% del PIB. Se discute en el Senado un gravamen del 3,5% a estas transferencias: en busca de asilo esperan en Arizona luego de cruzar la frontera desde México.