Sin humanidades no hay sentido
Sin humanidades no hay sentido Señor Director: Las universidades fueron (algunas siguen siéndolo) faros de humanismo. Es su verdadera misión o, al menos, la misión más importante.
Ocurre que la educación humanista es fundamental para lograr una sociedad más justa, pues es allí donde los niños y los jóvenes son formados en el sentido del ser, de manera que crezcan con códigos de conducta personales y sociales. Es a través de las artes, la historia, la filosofía, las lenguas, que nos conectamos con caminos y puentes que nos enseñan a construir nuestras propias historias, lenguas y creaciones.
Y al pasar nosotros por el tiempo, el acervo milenario de generaciones de hombres y mujeres encuentra acopio en cada uno de nosotros, permitiendo el movimiento del mundo y motivando expresión y sueños, individuales y colectivos. Renegar de las humanidades implica anular la posibilidad de alcanzar un mundo mejor y de transformarlo sin las fronteras a las que obliga la productividad y el utilitarismo.
Querer borrar las humanidades es considerar que al final todo se reduce a nada; es decir, significa formar a las nuevas generaciones en la idea de que no hay un sentido para nadie ni para nada de lo que hacemos.
En esa zona peligrosa muere todo ideal, todo proyecto social, todo plan de vida, y de nada servirán las disciplinas que persigan la eficiencia, la seguridad, la velocidad y la producción de bienes, de tecnología o de dinero. JUAN ANTONIO MUÑOZ H. Decano de la Facultad de Comunicaciones, UNIACC.