Autor: RODRIGO PÉREZ MACKENNA
Declaraciones del superintendente
Señor Director: Resultan del todo inapropiados los dichos del superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, en la entrevista que diera a "El Mercurio” el domingo pasado. Ha asumido una postura política activa, tomando partido y promoviendo de manera desatada la reforma presentada por el gobierno de turno, alejándose completamente de su rol de regulador técnico. Olvida que es un funcionario público encargado de una institución que es autónoma, cuyo objetivo es la supervigilancia y control del Sistema de Pensiones. Promueve el término del sistema como lo conocemos, reemplazándolo por un monopolio estatal, que supuestamente tendría economías de escala.
Los chilenos sufren a diario con varios monopolios estatales, que están muy lejos de ser eficientes y satisfacer sus necesidades más básicas, cuando tienen que usar el Transantiago, sacar una cédula de identidad, o anotarse en listas de espera interminables para acceder a un especialista o una intervención quirúrgica, entre otros muchos ejemplos.
En el papel, cualquier monopolio estatal puede ser más eficiente que un mercado abierto y competitivo, pero la realidad es otra, y los chilenos prefieren poder elegir quién administra e invierte sus ahorros para las pensiones.
Falta a la verdad cuando señala que "el gran problema de las AFP en las tres reformas que se han intentado es que no nos han presentado una alternativa sólida y concreta para mejorar las pensiones de la gente”. Las AFP han participado en forma permanente y activa en el debate público, tanto individualmente como desde la Asociación Gremial que las agrupa, y que me tocó presidir por más de dos años, proponiendo en forma reiterada en diversos foros, como fue por ejemplo la Comisión Bravo, seminarios y columnas, etc., una gran cantidad de reformas al sistema, imposibles de cubrir en esta carta, agrupadas en cuatro ejes: aumentar el ahorro y disminuir las lagunas previsionales; postergar voluntariamente la edad de jubilación; fortalecer el Pilar Solidario (cosa que se ha hecho de forma notable a través de la PGU); y mejorar el conocimiento del sistema através de mejorar la educación previsional. Con su postura partisana, el superintendente pone en riesgo la necesaria autonomía del cargo, y quizá debiera replantearse su permanencia en el mismo para pasar a ser parte activa del Gobierno y promover su reforma.