Autor: elabora el Instituto de Salud Públi-
Encuesta UNAB: Chilenos creen fácil obtener licencias médicas sin estar enfermos y justifican su uso para cuidar a otros
Encuesta UNAB: Chilenos creen fácil obtener licencias médicas sin estar enfermos y justifican su uso para cuidar a otros Una mayoría admite conocer a alguien que obtuvo un permisosin estar afectado en su salud. Expertos analizan cómo mejorar el sistemay apuntan que las personas quieren cuidar el beneficio. JUDITH HERRERA C. Un amigo, un familiar o uncompañero de trabajo. Gran par-te de los chilenos conoce a al-guien que ha conseguido una li-cencia médica sin estar enfermo. Las excusas esgrimidas son va-riadas: cuidar a un ser querido, extender el fin de semana o sim-plemente quedarse en la casa. Yse trata de un fenómeno que, alparecer, se ha normalizado. Así lo deja en evidencia la nuevaEncuesta Nacional de Salud queca de la U. Andrés Bello y que estavez se enfocó en conocer qué pien-san las personas acerca del usofraudulento de los permisos. El sondeo consideró a 1.200personas de entre 18 y 85 años, residentes de las regiones deValparaíso, Biobío y Santiago.
Según los resultados, el 57%afirma que es fácil conseguir unalicencia que no se justifica porrazones de salud con un faculta-tivo conocido y el 56% tambiéncree que comprarla con médicosque se dedican a esto no es difí-cil. Además, el 51% conoce a al-guien que consiguió o compróun permiso sin estar enfermo. El director del Instituto de SaludPública de la U.
Andrés Bello, Héc-tor Sánchez, advierte que “es cru-cial que la gente entienda el efectoque tiene el mal uso de licencias enla seguridad social, en el sistemade salud y en su propio bolsillo”. La encuesta también muestradatos interesantes respecto de lalegitimidad de conseguir unpermiso sin motivos justifica-bles: el 70% está de acuerdo concomprar una en el caso de cuidara alguien que esté enfermo, co-mo el cónyuge, padre, madre oun hijo; y el 62%, para extenderel período de pre o posnatal. Por el contrario, el 84% desa-prueba si es para tomar vacacio-nes, el 81% si es para ir a un even-to importante y 77% si es paraaprovechar el fin de semana.
Para Iván Mendoza, vicepre-sidente nacional del ColegioMédico, “esas afirmaciones nosrevelan un contexto de falenciasen el sistema de protección so-cial, donde muchas veces se ocu-pan para situaciones personalesy familiares atendibles, como te-ner que cuidar a un familiar”. Reforma al modeloAl analizar cómo mejorar elsistema, las propuestas más re-currentes son subir las sancionesa los médicos que emitan docu-mentos fraudulentos (84% deacuerdo); definir que solo losprofesionales tratantes puedanemitir a sus pacientes (77%), ypedir cumplir protocolos clíni-cos e informes a los profesiona-les para justificarlas (74%). En la otra vereda, las medidasmás rechazadas son establecerdos días fijos de no pago, inde-pendientemente de la duraciónde la licencia (58% en desacuer-do), y rebajar gradualmente lacobertura del permiso (53%). Manuel Inostroza, académicode Salud Pública de la universidad, dice que “la gente quiere cuidar elbeneficio, ya que reconoce que elmal uso podría generar restriccio-nes mucho mayores. Y aunque hayalgunas reformas que no son po-pulares, el resto tiene apoyo”. Actualmente, en la Cámara deDiputados se discute un proyec-to que busca fortalecer las facul-tades de las instituciones regula-doras, estableciendo sancionesadministrativas y penales.
Con todo, Sánchez plantea que“resolver el problema es muchomás complejo que simplementeaprobar una ley que sancione elfraude y el abuso (). Cambioscomo crear una institución inde-pendiente que tramite licencias, establecer protocolos y regularqué médicos pueden otorgarlas, son medidas necesarias”..