La convivencia escolar se aprende
ColumnaRaúl Perry, de Maiporende se aprendeami como sumar, tenemos que devolverla mirada preocuparnos porhacerla presente”. en Chile el Día Escolar porlaE ste19 de agosto se conmemoró No Violencia y la Paz.
Martin Luther King nos pone en con-texto conesa maravillosa reflexión: “Hemos aprendido a vo-y anadarcomolos peces, pero no hemosapren-larcomolos pájaros arte de vivircomo hermanos”. Sin dudaque este día y esta reflexión nos tocan profundamente, considerando que la se“La convivencia Suidadse ubica como la primera preocupación de la ciudadapacífica se aprende, nía. ¿Dóndeestálaraízdeestaactual crisis de convivencia? dido el sencilloaQuizás debemos justamente a aquellos espacios en los que aprendemos, no sólo lenguaje o matemáticas, sino convivencia y respeto: los espacios escolares y nuestras fa-milias. SegúnlaSuperintendencia de Educación, las denuncias por maltrato entre 2022 2023 han alcanzado sus máximos valores en los últimos 10 años.
Por otro lado, casi la mitad delos padres, mares y cuidadores consideran prácticas violentas, físicas o sicológicas como métodos efectivos para la crianza, según el estudio deUnicef y la Pontificia Universidad Católica de Chile en 2021. ¿Cómo cambiamos esta realidad tan dura?. La convivencia pa-cíficaseaprende, como se aprende asumar, tenemos que preocuparnos por hacerla presente en las aulas y en las interacciones que se danen escuelas y familias.
La enseñanza de habilidades socioemocionales, conacentoen laresoluciónde conflictos, debería ser nuestro foco desdelaprimerainfancia, junto con la formación en habilidades parentales para lacrianza positiva, las que debieran enfocarseen premiarlo quese hace bien y no en castigar lo que se hace mal. Un trabajo como es1evaen la misma línea quelasinvestigaciones del premio Nobelde economía, James Heckman, quienseñala quela inversión educativa en la primera infancia resulta ser preventiva y genera lasmás altastasas deretorno frentea cualquier otrainversión social. Además, sostiene que la pobreza infantilse relaciona más conla falta de crianza y de una vida familiar de apoyo, quecon los flujos de efectivo paralos padres.
Este 2024, hace 60 años, un profesor de Españaimpulsó elinicio de conversacionessobrela paz y lano violencia en las escuelas. ¿Cómo estaremos en Chile en 60 años más? ¿ Habremos logrado dominar el arte de vivircomo hermanos?. Necesitamos mirar la oferta programática con evidencia en sus resultados, no necesitamos inventar larueda para poder impactar positivamente en el desarrollo positivo de nuestra infancia. Existe, sólo debemos implementarla. Para eso, sin lugar a dudas, debemos partir ahora. Fundación San Carlos.