Sala cuna universal, ahora
Casi un 30 por ciento de las mujeres con hijos meno-res de 2 años que trabajan formalmente realiza suslabores en una empresa con menos de 20 trabajado-ras. No tienen, por tanto, acceso al beneficio de salacuna. Tampoco lo tienen las mujeres que trabajan informal-mente. Asimismo, no está disponible para los hombres con hi-jos menores de dos años. Por cierto, existen cupos disponiblesen Junji o Integra, pero no son suficientes para asegurar la co-bertura esperada. Estas inequidades son las que se han queridocorregir hace un buen tiempo, pero no ha sido fácil. Sin embar-go, ahora se ha abierto una oportunidad. Por un lado, el Ejecu-tivo ha mostrado disposición a aceptar a proveedores privadosactualmente existentes y que son de distinta naturaleza. Deotra manera, parecía imposiblesatisfacer la demanda anticipa-da. El Congreso, a su vez, estádisponible para tramitar enplazos prudentes este proyectodespués de acordar sus lineamientos centrales. Esta es una iniciativa que tiene al menos tres grandes be-neficios. Por un lado, facilita la incorporación de la mujer almundo del trabajo en un momento en que la acumulación decapital humano es significativa. En segundo lugar, esta inver-sión puede combinarse con una educación inicial de gran cali-dad. En un primer momento, se ponía énfasis solo en la dimen-sión del cuidado, pero es sabido que desde la concepción y has-ta los 3 años ocurre una parte fundamental del desarrollo delcerebro humano. En esta etapa, es especialmente sensible a lasexperiencias del entorno. Una buena educación inicial puedecontribuir enormemente al desarrollo cognitivo y socioemo-cional de los niños, sobre todo de los que viven en un entornovulnerable. Por cierto, como muestra la evidencia comparada, esta experiencia “educacional” no necesita ser demasiado pro-longada y, por tanto, se inserta bien en una estrategia de cuida-do. Por último, el crecimiento de largo plazo de la economía seve beneficiado con estos avances.
Indudablemente, como ha sostenido en entrevista a estediario la directora de la Escuela de Gobierno de la UC y queha venido empujando con dedicación y desde hace tiempo estainiciativa, concretarla sería un legado importante para estegobierno. Sin embargo, adelanta algunos asuntos que requie-ren atención en una eventual tramitación final.
Por una parte, la dificultad para identificar la oferta disponible, particular-mente la que ofrece una situación no solo de buen cuidado, sino también de alta calidad educativa, junto con el desafío quesupone escalar esas buenas prácticas para asegurar entornosefectivos para todos los niños. Por otra parte, la incerteza de silos recursos acordados serán suficientes para asegurar buenasexperiencias. Y si se requirie-ran más recursos, surge la inte-rrogante de cómo estos se van agenerar. Hay pocas inversio-nes con retornos sociales tan al-tos como los que se pueden lograr en estos grupos de edad. Porello, aunque la realidad fiscal es compleja, parece razonableque si faltasen recursos, ellos se redistribuyan desde progra-mas sociales poco efectivos, sobre los cuales hay diversos ante-cedentes, hacia esta iniciativa. Si bien no pertenece a esta iniciativa específica, sería im-portante abordar en paralelo un aumento en la cobertura delos niños de 3 años. Si bien la cobertura escolar de Chile escomparativamente elevada en otros grupos demográficos, en esta edad el rezago es notorio.
Muchos países de la OCDEse acercan a coberturas del 100% a los tres años (el promedioOCDE es de 78%). Chile, en cambio, solo llega al 55%. El es-fuerzo de avanzar en la reforma a la legislación de salas cunadebería ser idealmente acompañado de otro para elevar lacobertura también para los niños de tres años. Una experien-cia de calidad a edades tempranas es una fuente de equidad yprogreso insustituible. Una experiencia de calidad a edades tempranases una fuente de equidad y progreso insustituible..