Gracias, cabr@s
Gracias, cabr@s LA COLUMNA DE JOE BLACKLa explosión de esta semana en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), que dejó 35 estudiantes heridos, es una tragedia que empequeñece a todas las otras malas noticias que hemos visto en las últimas semanas. Así como la ministra Tohá dice sentir “mucha rabia” por el caso Monsalve, a mí me da rabia el caso INBA, o “el triste caso cabr@s”, como le digo yo. Lo que pasa es que en cuanto me enteré de cómo los adolescentes se habían quemado manipulando combustibles para hacer bombas molotov, se me vino a la cabeza Giorgio Jackson. En la época del estallido el calvo dirigente del Frente Amplio homenajeó con un “¡ gracias cabr@s! ” a los secundarios que protagonizaron las evasiones masivas al Metro.
Ya sabemos que las evasiones derivaron en acciones de sabotaje, luego en destrozo de torniquetes, luego en el lanzamiento de objetos como pantallas led a las vías, y rato después en incendios, similares a los que provocaron estudiantes en la inspectoría del Instituto Nacional durante esos mismos días. La historia es conocida: la violencia segeneralizó en todo el país, al punto de obligar al gobierno de la época a proponer un proceso para elaborar una nueva Constitución.
“Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” se llamó el pacto, que explícitamente canjeaba el fin de la violencia por un nuevo texto constitucional, que era el sueño incumplido de la izquierda desde que Pinochet promulgó la suya en los 80. O sea, el “gracias cabr@s” por lo visto era muy de corazón. Como lo dijo el entonces diputado Boric, gracias a las protestas que iniciaron los secundarios el país había logrado discutir finalmente un nuevo ordenamiento jurídico completo. Y luego, ya como jefe de Estado, fue al INBA y les dijo a los muchachos que el país los necesitaba rebeldes. Es que los liceanos de Santiago habían logrado lo que todas las formas de lucha de la izquierda no pudieron conseguir durante décadas. Pero eso no es todo.
Ese mismo movimiento de los cabr@s terminó también con Boric y Jacksonen el Palacio de la Moneda. ¡Muchas, muchas gracias, cabr@s! El problema es que mientras ellos ejercían el máximo poder del país y soñaban con entrar a la historia por la puerta ancha, los cabr@s siguieron igual o peor que antes. Peor, en verdad. Porque esta semana 35 de ellos incendiaron sus cuerpos mientras preparaban los insumos para iniciar un nuevo capítulo de la revolución permanente. Ellos, que vivieron el estallido cuando tenían 12 o 13 años de edad, quizás no querían ser menos que sus mayores. A todo el mundo le gusta que le den las gracias por ser parte de una epopeya. Y ese es el gran contraste. Mientras Boric y Jackson trabajan para convertirse en “carne de estatua”, los cabr@s solamente siguen siendo la “carne de cañón” de una guerra en la que ellos siempre pierden.
En vez del “gracias cabr@s”, la frase hoy debiese ser “perdón cabr@s”. Así como la ministra Tohá dice sentir “mucha rabia” por el caso Monsalve, a mí me da rabia el caso INBA, o “el triste caso cabr@s”, como le digo yo..