Investigar y divulgar como clave para recuperar las agroculturas locales
Investigar y divulgar como clave para recuperar las agroculturas locales El libro fotográfico y la serie documental “El Secreto está en el humo” permiten materializar el quehacer de la ONG Cetsur, fundada en diciembre del año 2000.
Compuesta por un equipo transdisciplinario, aborda la investigación, formación y divulgación para contribuir al rescate de saberes y al reconocimiento de las agroculturas locales, relevando, promoviendo y preservando su valor en las prácticas agroecológicas, la sustentabilidad, el desarrollo sostenible, y la autonomía y soberanía alimentaria de comunidades y territorios.
“El trabajo de Cetsur se relaciona al rescate del conocimiento tradicional para recuperar un tejido fragmentado por los modelos contemporáneos de desarrollo, que ha ido desmembrando un cuerpo de conocimiento milenario y ancestral”, destaca la investigadora Marcela Bahamonde. Conocimiento tradicional y tejidos que componen un tesoro patrimonial de riqueza invaluable y vital para el desarrollo social desde antaño.
“Todo lo que los campesinos nos han regalado en términos de alimentos domesticados nos provee de la obra que es, probablemente, la máshermosa del ser humano con la naturaleza: la despensa alimentaria, que creemos que es un patrimonio de las comunidades y los pueblos”, sostiene. Para recuperar estos saberes y patrimonio es clave investigar para levantar información, pero aún más la socialización de lo que se rescata. Y distintas acciones llevan adelante para alcanzar diversidad de espacios y públicos y amplificar el alcance e impacto del trabajo.
Entre las estrategias, menciona “mediación, formación, levantamiento de escuelas de artes y oficios, libros y proyectos audiovisuales”. La experienciaLa trayectoria investigar, crear libros fotográficos y profundizar en etnografías audiovisuales cuenta con varias experiencias cuyos resultados anteceden e inspiraron a generar “El Secreto está en el humo” y certeramente impulsarán a otras iniciativas, manifiesta la comunicadora audiovisual María Victoria Hernández, quien se desempeña en el área de la fotografía fija y como productora audiovisual y tiene un trabajo de larga data con la ONG.
El primero, hace años atrás, fue“Saberes y sabores del Itata” para recorrer el acervo cultural, culinario y alimentario del valle desde la experiencia y voz de quienes se dedican a la cocina tradicional, con alimentos que llegan de las huertas para dar vida a preparaciones que han alimentado a generaciones. Luego se gestó un fotolibro y documental en torno a los vinos campesinos del Itata, zona vitivinícola, particularmente el pipeño.
Y relata que es desde estas experiencias empiezan a surgir inquietudes e ideas para explorar otras temáticas y dar vida a otras iniciativas con personas cultoras como protagonistas para divulgar, expandir, rescatar, recuperar y preservar saberes, agroculturas y patrimonios. Así que el tercer proyecto de esta índole en que trabajan, tiene la convicción, no será el último.
El impacto de la imagenLa comunicadora audiovisual releva el poder que la imagen como expresión tiene para incluir y llegar a las personas e impactar con ese conocimiento que se quiere transmitir y mantener vivo, aún más cuando son relatos para ver como oír. “Esta forma de mostrar el conocimiento conecta con las emociones. Nos ha pasado en todos los estrenos que puedes sentir los sonidos y expresiones del público.
Posterior al estreno de El secreto está en el humo y en el conversatorio que hicimos en que se podía hablar con las maestras, muchas personas contaban que se acordaban de su infancia o de cuando iban al campo, ver el documental les traía un recuerdoque les erizaba la piel”, relata María Victoria Hernández. “Al leer también te puedes emocionar, pero es de otra manera. Y muchas veces todo entra por la vista, y no a todas las personas le gusta leer”, plantea. O no siempre se tienen las condiciones o competencias para leer efectivamente.
Ahí es clave reconocer que texto y lectura se basan en la palabra, que no siempre son accesibles, más allá de los gustos, porque “la palabra refleja una dimensión altamente cognitiva que no acerca a todos los públicos”, dice Marcela Bahamonde.
Por eso María Victoria Hernández asegura que libros fotográficos y documental “son formas de democratizar el conocimiento”. Y ambas profesionales, como el equipo con que trabajan, tienen la convicción de que este tipo de conocimientos que abordan en la ONG se debe democratizar, alcanzar a la máxima cantidad de personas, para cumplir los propósitos que guían el quehacer.
Sólo como ejemplo, desde la conexión emocional con las historias se puede atraer a profesionales o estudiantes vinculados al rubro turístico o alimentario que se interesen por conocer más sobre las prácticas tradicionales o vincularse con las maestras que portan saberes que mantienen vivo el patrimonio alimentario y biocultural del Biobío que da cuenta y resguarda el devenir de las comunidades, para contribuir en su rescate y preservación. OPINIONESTwitter @DiarioConce contacto@diarioconcepcion.cl.