EL MERCURIO HACE 30 AÑOS
EL MERCURIO HACE 30 AÑOS EL MERCURIO HACE 30 AÑOS Una enorme nube de polvo se elevaba hacia el cielo de Buenos Aires el 18 de julio de 1994 mientras en la calle Pasteur 633 se vivían escenas de horror. Una bomba de alto poder había destruido totalmente el edificio de siete pisos que albergaba a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el que se derrumbó sobre sí mismo, sepultando a muchos de sus ocupantes.
Hubo 85 muertos y 300 heridos, por lo que se considera el mayor ataque terrorista de la historia argentina. "Si bien en los momentos iniciales se dudó entre la posibilidad de un atentado y de una explosión derivada de una fuga de gas, ya cerca de las 11 de la mañana, el gobierno argentino indicó que lo ocurrido correspondía a una acción terrorista", informaba "El Mercurio". En efecto, se trataba de un artefacto explosivo escondido en un automóvil, similar al que el 17 de marzo de 1992 hizo volar la embajada de Israel en Argentina, dejando un saldo de 29 muertos y unos 250 heridos. Mientras acudían decenas de voluntarios y la Policía Federal a socorrer a las víctimas, el Presidente Carlos Menem declaraba que "no hay palabras para explicar lo que es realmente inexplicable.
No encuentro ningún tipo de fundamento a estas manifestaciones del dolor y del terror". Luego, saliendo al paso de quienes lo criticaban por no haber tomado las medidas de seguridad necesarias luego del anterior ataque, también decretó el cierre de todas las fronteras del país, en prevención de que autores o cómplices del hecho pudiesen estar huyendo.
Por su parte, el Premier israelí Yitzhak Rabin aseguraba que era una nueva ofensiva contra el proceso de paz en Medio Oriente, y decía que "la preocupación mayor de Israel es su imposibilidad de proteger a los judíos que viven en otros países". Horas después, un derrumbe en un edificio colindante al de la AMIA volvió a causar pánico e incluso algunos bomberos quedaron sepultados entre los escombros. En tanto el 23 de julio, el grupo islámico extremista autodenominado Ansarolá (Partidarios de Alá) --presuntamente vinculado con el Hezbolá-reivindicaba su responsabilidad en un volante difundido por la organización en el sur del Líbano. No obstante, las investigaciones tomaron desde el principio un rumbo confuso y cargado de irregularidades, prolongándose en el tiempo. A principios de este año la justicia trasandina responsabilizó a Irán por el ataque. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por su parte, condenó a Argentina por la falta de esclarecimiento del caso. Para intentar sanar heridas, el Senado acaba de decretar que cada 18 de julio sea Día de Duelo Nacional. Ataque terrorista a la AMIA E L M E R C U R I O H A C E 3 0 A Ñ O S Sin Asignar.