Ciudades, territorios y más equidad
Ciudades, territorios y más equidad Hace diez años que no teníamos debates tan intensos sobre el futuro de nuestras ciudades y territorios. En 2014 se aprobó la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), fruto de un proceso colectivo que involucró a actores públicos, privados, académicos y sociales. Hoy, como Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, asumimos el desafío de actualizar esta política, conscientes de las profundas transformaciones que ha experimentado nuestro país en la última década. Estas transformaciones se relacionan con el aumento de la superficie urbanizada, incluyendo un incremento en proyectos inmobiliarios periurbanos en zonas agrícolas y el resurgimiento de campamentos y tomas de terreno. Este proceso de expansión tiene un impacto significativo en las áreas de interfaz urbanorural, donde las parcelaciones y desarrollos descontrolados afectan ecosistemas como humedales, campos dunares y zonas costeras. Además, la urbanización ha provocado un crecimiento desigual, con un notable aumento de ciudades intermedias frente a un ritmo más moderado en las áreas metropolitanas. Paralelamente, se observa una migración interna hacia localidades más pequeñas, lo que refleja nuevas dinámicas de movilidad poblacional. En términos sociodemográficos, se han registrado cambios relevantes, como el aumento en la proporción de personas mayores, la reducción en el tamaño promedio de los hogares y un notable crecimiento de la población migrante. También se destaca el alto porcentaje de personas con discapacidad (17%) y los desafíos asociados a los cuidados, que exigen respuestas integrales y adaptadas. Por otro lado, la informalidad en zonas céntricas, el encarecimiento del costo de vida y el impacto crítico del cambio climático plantean desafíos urgentes. Muchas zonas requieren mejores niveles de conectividad, acceso a servicios y planificación territorial más integrada, junto con una mejora sustantiva en la institucionalidad y gobernanza de los territorios. En este contexto, abordar nuestras ciudades desde una perspectiva territorial, como nos mandata el Consejo, exige un enfoque relacional, dinámico, multidimensional, interseccional y diverso. Es imprescindible reconocer los múltiples conflictos existentes y la urgencia de planificar considerando la pertinencia territorial.
Esto implica ir más allá de los límites urbanos, entendiendo la interdependencia entre lo urbano y lo rural, así como las consecuencias de no gestionar adecuadamente los territorios fuera del área urbana, como el crecimiento descontrolado de parcelaciones en el país. Esta visión amplía nuestra comprensión de la complejidad actual de las ciudades, con un enfoque en la reducción de inequidades territoriales, especialmente ante el impacto del cambio climático.
Por ejemplo, es crucial entender que el calentamiento global afecta a todos, pero de manera desigual, ya que las personas mayores y las infancias son más vulnerables al calor extremo que limita el uso del espacio público. De igual forma, a quienes viven en zonas de mayor riesgo y están más expuestos a inundaciones, incendios forestales o problemas de acceso al agua en áreas afectadas por la desertificación y la sequía. Hoy resulta imprescindible hablar de ciudades, pero desde perspectivas innovadoras que integren una mirada socioambiental, el enfoque de género e interseccionalidad, y una apuesta decidida por la descentralización y la participación ciudadana.
Frente a esto, la actualización de la PNDU apunta a promover la equidad territorial de ciudades y asentamientos humanos, fomentando un desarrollo sustentable, acciones territorialmente pertinentes, descentralizadas y articuladas que prioricen la coexistencia socioecológica, el bienestar de las personas y la convivencia social.
Ciudades, territorios y más equidad Columna PAOLA JIRÓN PRESIDENTA DEL CONSEJO NACIONAL DE DESARROLLO TERRITORIAL Hoy resulta imprescindible hablar de ciudades, pero desde perspectivas innovadoras que integren una mirada socioambiental, el enfoque de género e interseccionalidad, y una apuesta decidida por la descentralización y la participación ciudadana..