¿QUÉ HACER CON EL 1% PARA CULTURA?
¿ QUÉ HACER CON EL 1% PARA CULTURA? ¿ QUÉ HACER CON EL 1% PARA CULTURA? FABIÁN RIVAS En la Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric reafirmó su compromiso de que el dinero del Ministerio de las Culturas llegue, en lo que queda de su gobierno, al 1% del presupuesto de la nación. En los últimos diez años ha rondado el 0,4%, por lo que el aumento sería de más del doble hasta llegar a unos $840 mil millones.
Desde ponerse al día con los museos nacionales y apostar por las bibliotecas públicas e instituciones con trayectoria probada, hasta la educación artística y el refuerzo de los recursos para el patrimonio, siete personalidades del sector proponen en qué invertir ese dinero.
T res ministros, la renuncia a la Feria del Libro de Frankfurt (luego revertida), demoras en las entregas de fondos concursables, salidas de profesionales calificados, dimes y diretes en el Consejo del Libro, escasos avances legislativos, paros de funcionarios y una institucionalidad ministerial aprobada en 2018 que no termina de instalarse. Más de una vez el Presidente Gabriel Boric ha reconocido la deuda que tiene su gobierno con el sector cultural. Lo volvió a decir el pasado 1 de junio durante la Cuenta Pública: "En cultura nos queda mucho por hacer para estar a la altura", dijo.
Por eso, además de comprometerse a terminar el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), el primer mandatario retomó una de sus promesas para el sector: "He encargado a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Carolina Arredondo Marzán) hacer realidad el compromiso presupuestario del 1%, lo que supone un aumento muy significativo de recursos en los próximos dos años". "Esto permitirá, por ejemplo, entregar financiamiento directo a ferias, festivales y agrupaciones de trayectoria probada, como la Orquesta de Niños del Altiplano en Antofagasta, el Festival de Jazz en Valparaíso, la Bibliolancha en Chiloé, la Furia del Libro en Santiago, Cielos del Infinito en Magallanes, Teatro Puerto en Coquimbo, o el Festival Internacional de Cine de Valdivia", adelantó Boric. "Con estos recursos ampliaremos también la oferta de cultura al servicio de recuperar barrios; mejoraremos la red pública de bibliotecas y museos y protegeremos nuestro patrimonio material e inmaterial". Además, anunció la creación de un pase cultural de $50 mil para estudiantes prioritarios y personas mayores que reciben la PGU.
En los últimos diez años, el presupuesto de cultura ha rondado el 0,4% del total de dineros de la nación (ver infografía), por lo que la promesa presidencial supone más que duplicar la inversión en el sector y pasar, si tomamos como referencia el 2024, de $316.428 a unos $840 mil en dos años.
El desafío es gigante. "Este anuncio es una buena noticia, pero es importante que estos recursos públicos, que financiamos todos los chilenos, se destinen responsablemente a potenciar la cultura como parte del desarrollo integral de las personas y las comunidades", dice Magdalena Aninat, académica de la Universidad Adolfo Ibáñez y fundadora del Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (Cefis). Aninat plantea tres prioridades. "Los centros culturales, museos y bibliotecas públicas, así como también festivales, teatros, y otros espacios privados cumplen una función esencial para vincular a los creadores con los ciudadanos.
Por eso, la primera prioridad es dotar de recursos financieros a las instituciones que intermedian entre creadores y la ciudadanía, definiendo presupuestos plurianuales que les permitan proyectarse en el mediano plazo, pero acompañados de altos estándares de gestión". "La segunda prioridad es la recuperación y conservación del patrimonio", dice Aninat.
Para eso propone aumentar los recursos del Fondo del Patrimonio y tener "una nueva Ley de Patrimonio". Como tercera prioridad la académica apunta a la internacionalización: "Mientras tenemos creadores en distintas disciplinas que han dado cuenta de su gran talento, nuestra capacidad de mostrarlos al mundo es limitada.
Es importante ampliar las fuentes de recursos y fortalecer la institucionalidad pública a cargo de generar una estrategia consistente de internacionalización que además permita potenciar nuestras industrias creativas en mercados de mayor alcance". Emilio de la Cerda, exsubsecretario del Patrimonio y académico de la Universidad Católica, también cree que urge aumentar los dineros para la protección de nuestro patriSIGUE EN E 2 JUAN RODRÍGUEZ MEDINA. ¿QUÉ HACER CON EL 1% PARA CULTURA? "Es prioritario abrir los museos los fines de semana", cree Ponce de León.
CARLA PINILLA Macarena Ponce de León: "Los museos nacionales son los grandes olvidados" Hoy en Chile hay más de 396 espacios museales abiertos, los que incluyen los museos nacionales de Historia Natural, Bellas Artes e Histórico, museos regionales, 27 de ellos estatales, museos privados, especializados, y salas de exhibiciones. Se trata de un sector cultural y patrimonial contundente, prolífero, lo que es una excelente noticia, pero muy golpeado en su gestión desde hace décadas. Dado sus tipologías, las necesidades son realmente dispares, con el común denominador de carecer de una infraestructura adecuada para la conservación, investigación y exhibición de sus colecciones. El caso de los museos nacionales es elocuente. Son los grandes olvidados, los tres con proyectos aprobados desde hace décadas aún es espera. Se comprende que son iniciativas estatales de largo aliento, pero en el ínterin la situación se ha degradado. Entre los regionales se necesita continuar con la agenda de inversión en infraestructura, la que ha levantado museos de primer nivel en Aysén, Valparaíso, La Serena, Talca, y próximamente en Atacama.
No obstante, este desarrollo esconde la dura realidad de equipos sin fondos para realizar una adecuada labor técnica en el manejo de sus colecciones, gestión de depósitos, mínimos estándares de conservación, así como desarrollar programas educativos y de extensión. Es prioritario que un mayor financiamiento aumente los recursos humanos y abrir los museos los fines de semana. Solo un dato: la red de museos públicos atendió de forma gratuita en 2018, año normal prepandemia, a 3.070.721 personas. Es un número significativo y al alza.
En el caso de los museos privados, el aumento de los fondos concursables puede ser una buena forma de colaboración, no la única, la que debe ir acompañada de un grupo de revisores calificados que asegure la inversión en los mejores proyectos. Macarena Ponce de León Atria, historiadora y exdirectora del Museo Histórico Nacional. Negrón. "Hay varias instituciones que reciben financiamiento a través de la Ley de Presupuestos, que es un financiamiento más estable.
Aquí aumentaría el monto de estas transferencias (me refiero a instituciones que llevan décadas trabajando, como el Museo Precolombino, Balmaceda Arte Joven, por nombrar algunas) para que extiendan el alcance de su trabajo". Y, además, habría que agregar a otras instituciones, "con un criterio de descentralización.
Por ejemplo, Artistas del Acero en la Región del Biobío o el Festival de Cine de Valdivia, por nombrar solo algunos que durante décadas vienen cumpliendo una enorme labor y amerita asegurar que esta continúe". "En la misma línea, incrementaría los fondos concursables y el Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC). Este programa es interesante, porque evalúa el desempeño de una organización, es decir, lo que ha hecho y no solo el proyecto, como en el caso de los fondos". Negrón cree que también hay que apoyar a los talentos en su formonio.
Hay que partir, estima, por los dineros concursables vinculados con el patrimonio, "equilibrando el desbalance histórico en la asignación de recursos que existe entre el sector de fomento a las culturas y las artes respecto a la salvaguardia del patrimonio cultural, material e inmaterial". Lo mismo con otros fondos y programas, como el de sitios patrimoniales o la red de museos. "Todos estos fondos y programas, pese a las grandes necesidades del país en materia de patrimonio cultural, manejan montos muy bajos, por lo que su capacidad de abordar iniciativas de mayor envergadura resulta en extremo discreta, casi testimonial", dice. "Por poner un ejemplo: el Fondo del Patrimonio Cultural 2024 contempló un monto total de 2.006 millones de pesos, que benefició a 101 iniciativas a lo largo de todo Chile, es decir, cada una obtuvo en promedio 20 millones.
Si consideramos que la urgente restauración de solo uno de los templos de Chiloé que forman parte del sitio Unesco puede alcanzar fácilmente 2.000 millones de pesos, es decir lo mismo que todo el fondo nacional, estos montos son claramente insuficientes". "Una segunda medida prioritaria sería duplicar o triplicar los fondos destinados a las instituciones nacionales que protegen nuestro patrimonio, siendo las principales el Museo de Bellas Artes, el Museo Histórico, el Museo Nacional de Historia Natural, la Biblioteca Nacional y el Archivo Nacional", agrega De la Cerda. "Como tercera medida se debería dar un impulso decidido al Plan Nacional de Infraestructura Patrimonial, equilibrando las diferencias que existen hoy en las distintas regiones.
Eso supone sacar adelante proyectos como el Museo Regional de Ñuble, la Biblioteca y Archivo de Los Ríos, el Archivo Regional de Valparaíso, el nuevo Museo en Rapa Nui, entre otros". "Por último, e independiente del urgente cambio a la Ley de Monumentos, parte de estos fondos debe ir a fortalecer a la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales a lo largo de todo Chile, ya que la debilidad de esta institución constituye hoy no solo un verdadero cuello de botella para distintos proyectos desarrollados en zonas protegidas, sino un riesgo para la preservación misma del patrimonio cultural del país". Apuntalar las bases Bárbara Negrón, directora del Observatorio de Políticas Culturales, cree que lo primero es fortalecer al Ministerio de las Culturas, "reforzar el primer piso". "Esto quiere decir completar la orgánica y mejorar la dotación de personal, sobre todo en regiones. O sea, terminar de implementar el ministerio.
Esto es imprescindible, si no el ingreso de recursos puede ser incluso contraproducente". Ese fortalecimiento e implementación del ministerio implica, por ejemplo, que la Cineteca Nacional pase a la Subsecretaría del Patrimonio, "como estaba contemplado en la ley que creó al ministerio". "En términos generales", dice Negrón, "hay que mejorar las condiciones de nuestras grandes instituciones patrimoniales, como el Museo de Bellas Artes y el Museo de Historia Natural". Este último, recordemos, tiene cerrado su segundo piso desde el terremoto del 27 de febrero de 2010, debido a los daños que provocó el sismo.
Y, al igual que el Bellas Artes y el Histórico Nacional, cuenta hace años con un proyecto para mejorar su infraestructura, pero sin financiamiento para hacerlo realidad (ver columna de Macarena Ponce de León). "Hay que continuar consolidando el sistema de financiamiento cultural más diverso, es decir, con distintas herramientas", agrega puestos que requieren; puedan ofrecer programación de calidad y de nivel internacional; tengan buenas colecciones para la diversidad de sus comunidades, con infraestructuras en óptimas condiciones y con el personal suficiente y sueldos adecuados para dar un servicio de excelencia a toda la comunidad en horario extendido". "Segundo, desarrollar políticas sectoriales en cultura (artes visuales, teatro, cine, danza, libro, lectura, audiovisuales, artesanías, patrimonio, arquitectura, etcétera) asociadas a programas participativos a nivel nacional, regional y local, con presupuestos adecuados, indicadores, seguimientos y evaluaciones para la implementación de esas políticas. "Y tercero", dice Oyarzún, "la generación de un programa de desarrollo de cultura local que incentive la creación, mejora y ampliación de la infraestructura cultural local (bibliotecas, teatros, galerías, escuelas artísticas), por una parte, y por otra, que permita la implementación de una programación cultural, con programas de fomento, desarrollo de colecciones, formación de audiencias y circulación de artistas, asociado a indicadores y metas que permitan establecer una trayectoria de desarrollo a lo largo del tiempo". Evaluar por calidad El editor Pablo Dittborn, parte del directorio de Puerto de Ideas, valora el anuncio del 1%. "Pero", matiza, "solo en la medida en que las autoridades justifiquen, más allá de los parámetros de la OCDE, en qué se van a invertir.
Los reclamos del mundo cultural, reconocidos por el Presidente en su Cuenta Pública, son principalmente por la mala gestión, lo que me lleva a manifestar mi enorme duda sobre si hay actualmente capacidad y programas para ese nuevo presupuesto". Aunque reconoce que los fondos concursables no son una gran opción para financiar la cultura, a Dittborn igualmente le preocupan las asignaciones directas. "Finalmente", concluye, "la valoración de proyectos solo por antigüedad y no también por calidad, convocatoria o impacto social, es una mala opción.
En resumen, creo que hay que priorizar el apoyo a la demanda de bienes y servicios culturales, con una muy buena gestión, por sobre la oferta de los mismos". Para Beatriz Bustos, exdirectora del Centro Cultural La Moneda, lo primero es aumentar el financiamiento para los museos, centros culturales y bibliotecas que dependen del Ministerio de las Culturas; lo mismo con las instituciones colaboradoras, "con foco en recursos para la programación y los aprendizajes, de manera que desde esos espacios se genere mayor activación cultural". "Estas ya cuentan con infraestructura; sin embargo, con mínimos o inexistentes recursos para su programación. Por lo tanto, considero importante incrementar los recursos para la programación y fortalecer las áreas de aprendizajes". "Las agrupaciones, corporaciones, festivales y fundaciones de destacada trayectoria son un vehículo para colectivos y agrupaciones.
Generan sinergias positivas que entregan más arte a los públicos", dice Bustos. "Potenciaría las orquestas infantiles y juveniles a lo largo del país, por su capacidad de impactar positivamente en la vida de tantas niñas y niños". También debe destinarse dinero a profesionalizar y facilitar la gestión. Una bienal para niños y niñas Bustos cree que hay una deuda con las distintas culturas que conforman Chile: "Es imperativo destinar presupuesto para avanzar en la interculturalidad.
La incorporación de asesores interculturales en el diseño y la implementación de iniciativas que promuevan los aprendizajes de las diferentes lenguas, junto a un desarrollo orgánico y progresivo de la incorporación del mundo indígena, sus prácticas y saberes.
En las instituciones culturales existentes esta es una deuda y una urgencia". Además: "Es imperativo instalar prácticas de sostenibilidad tanto medioambientales como humanas en el campo del trabajo cultural". "Sueño con una bienal de arte para niños y niñas, co-curar con ellos", dice Bustos, "una bienal que se despliega por diferentes territorios del país. Una bienal en donde diferentes artistas contemporáneos desarrollan obras en consideración de los niños, donde la poética abunda, donde diferentes orquestas infantiles ejecutan su música, también hay literatura. Los diferentes pueblos participan y colaboran con sus lenguas, prácticas y arte. Es una bienal que considera lo sustentable. Es un espacio de encuentro internacional. Es progresiva". Si, como cree Bustos, la inteligencia artificial traerá despersonalización en las relaciones humanas, las artes pueden contrarrestar ese destino.
Ese sentido le da a un aumento de los recursos en cultura: "Es necesario que haya presupuesto para generar espacios de encuentro humano", explica. "A través del arte podemos generar herramientas para la reflexión crítica, la creatividad, y así fortalecer la democracia y contribuir a la cohesión social". Los entrevistados coinciden en los beneficios que podría traer un alza de los recursos para el sector cultural.
Si se hace bien, claro. "El aumento presupuestario debe hacerse con responsabilidad", advierte Magdalena Aninat. "Esto requiere un Estado moderno, responsable en cada peso del gasto público, que mide y reporta el impacto, controla la desviación de recursos, y fomenta el aporte privado y de toda la ciudadanía para hacerlos parte de la tarea de impulsar la cultura en beneficio de toda la sociedad". "En lo personal", confiesa Bárbara Negrón, "mi sueño es que en Chile el hecho de nacer pobre en recursos materiales no signifique, por defecto, ser pobre en capital cultural, como sucede hoy. Y que, por otra parte, los enormes talentos que hay no estén condenados a quedar sin desarrollarse.
También creo que es totalmente posible que la cultura, en toda su riqueza, aporte a un proyecto de desarrollo económico de país, que no solo se base en sacarle algo a la tierra". ¿Qué hacer con el 1% para Cultura? VIENE DE E 1 JONATHAN MANCILLA Una de las grandes deudas que tiene el Estado es con sus museos nacionales: Histórico (en la imagen), Bellas Artes e Historia Natural. Hace décadas trabajan con presupuestos muy ajustados y espacios insuficientes, a pesar de contar todos con proyectos de mejora. FELIPE BÁEZ B. Pablo Dittborn. CLAUDIO CORTÉS Gonzalo Oyarzún. ANDRÉS PÉREZ CUENCA Beatriz Bustos. CCLM Magdalena Aninat. UAI Emilio de la Cerda. MACARENA PÉREZ Bárbara Negrón.
SERGIO ALFONSO LÓPEZ `` Esto requiere un Estado responsable en cada peso del gasto público, que mide y reporta el impacto"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . MAGDALENA ANINAT. `` Hay que saldar la deuda con los museos, archivos y bibliotecas nacionales y regionales"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . GONZALO OYARZÚN. El Presidente Gabriel Boric reconoció, en la Cuenta Pública, la deuda de su gobierno con el sector cultural.
Se comprometió a terminar la construcción del GAM y a crear un pase cultural de $50 mil para usar en teatros, librerías y cines. mación inicial: "El Estado recién comienza a apoyar la formación de los creadores en el posgrado, lo que es muy tarde". Y "ocupar parte sustantiva de este financiamiento para que la cultura se desarrolle en todas las escuelas". "En la misma línea", dice, "hay que mejorar las condiciones de trabajo de los artistas y también los reconocimientos a su trabajo (premios)". Dicho eso, Negrón no piensa que todo sea tener más recursos, pues hay muchas deudas que pasan más por tener la suficiente voluntad política para saldarlas: "Me refiero a las leyes pendientes, por ejemplo". Gonzalo Oyarzún, exresponsable del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas de Chile y autor de "La biblioteca imaginada; jardín para sembrar comunidades", apuesta por tres líneas de acción con las que, asegura, "el Ministerio de las Culturas está en deuda desde su instalación". "Primero, saldar la deuda con los organismos e instituciones existentes: museos, archivos y bibliotecas nacionales y regionales, para que cuenten con los presu.