Dura respuesta de la embajada de Irán en Chile a editorial de "El Mercurio"
Dura respuesta de la embajada de Irán en Chile a editorial de "El Mercurio" Señor Director del Periódico El Mercurio Señor Editor en Jefe del Periódico El Mercurio El 16 de junio de 2025, su periódico publicó un artículo tendencioso en la página A 3 titulado "Enfoques Internacionales, Otra guerra en Oriente Medio", que plantea cuestiones que no concuerdan con la realidad internacional. Al publicar este artículo, ha demostrado que no solo está excesivamente influenciado por los círculos de poder y dinero, ocultos tras bambalinas y ajenos a los medios de comunicación.
Además, en flagrante violación de los principios profesionales de los medios de comunicación, expresa sutilmente su alegría por el ataque del régimen de ocupación israelí a un país independiente con una historia milenaria y la masacre de su pueblo. Es bastante sorprendente. Con pleno conocimiento de todos estos derechos y principios, su periódico, ¿a qué precio sacrifica su misión de neutralidad y por qué la ignora? Esta es la pregunta. En la madrugada del 13 de junio de 2025, Israel lanzó un ataque armado masivo y no provocado contra Irán. Este fue un acto de agresión flagrante en todos los sentidos.
Mediante ataques aéreos, con misiles y drones coordinados, Israel atacó zonas residenciales, hospitales e instalaciones médicas, la radiodifusión iraní, infraestructura civil e industrial, funcionarios gubernamentales e instalaciones nucleares bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Estas acciones constituyen graves y flagrantes violaciones del derecho internacional, en particular del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, y de la Carta de las Naciones Unidas. Cientos de personas murieron y miles resultaron heridas en los brutales ataques del régimen israelí contra zonas residenciales. En un ejemplo particularmente terrible, un ataque israelí contra un edificio residencial causó la muerte de 60 civiles, entre ellos 35 niños y mujeres. El principal pretexto para este ataque fue el programa nuclear iraní. No existen documentos ni informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el desvío nuclear iraní, salvo las falsas afirmaciones de Netanyahu durante décadas. Por el contrario, como ha confirmado reiteradamente el OIEA, las instalaciones nucleares iraníes se utilizan exclusivamente con fines pacíficos y siguen sujetas al régimen de inspección más exhaustivo e intrusivo bajo supervisión internacional. El ataque del régimen israelí contra estas instalaciones nucleares civiles bajo protección constituye un acto deliberado de agresión y una clara violación del derecho internacional y del marco jurídico que rige la seguridad nuclear. La naturaleza de este ataque no deja lugar a ninguna ambigüedad: es un acto de agresión que viola directamente el derecho internacional. El régimen israelí tiene un largo y documentado historial de uso ilícito de la fuerza contra Estados soberanos. Los repetidos ataques israelíes contra poblaciones civiles, infraestructuras críticas y lugares protegidos demuestran un desprecio sistemático por los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. El reciente ataque contra Irán no es un incidente aislado; forma parte de una política continua que utiliza la fuerza y la coerción como arma y desafía abiertamente el orden jurídico internacional. El Estado de Derecho no solo no se ignora, sino que se está desmantelando deliberadamente.
En respuesta a la agresión ilegal e injustificada del régimen israelí, la República Islámica de Irán ejerció legítimamente su derecho inherente y fundamental a la legítima defensa, amparado por el Artículo 51de la Carta de las Naciones Unidas. La soberanía no es negociable. La respuesta de Irán se basó en la plena adhesión a los principios y parámetros establecidos por el derecho internacional, garantizando que sus acciones fueran necesarias y apropiadas en las circunstancias. En particular, la respuesta de Irán se adaptó cuidadosamente a la amenaza y el ataque militar israelíes. La incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU para responder con decisión a este acto de agresión demuestra el incumplimiento de su responsabilidad fundamental de mantener la paz y la seguridad internacionales.
Esta inacción amenaza con erosionar los cimientos del sistema multilateral. ¿Con qué justificación jurídica y política el régimen israelí, el único Estado con armas nucleares en Oriente Medio, que no es parte del TNP ni de otros tratados de desarme, invade otro Estado soberano? También insultó una y otra vez al pueblo civilizado de Irán en los párrafos primero, último y penúltimo de su artículo, que requiere una respuesta. ¿Cómo se atreve a dirigirse así al pueblo de un país independiente y someterlo a los más severos insultos? Si compara las estadísticas de muertos y heridos en Irán con las de Israel, comprenderá que el enemigo más peligroso del pueblo iraní, y por supuesto del pueblo musulmán de la región, incluida Gaza, es el propio Netanyahu. Su maldad, de la que puede estar orgulloso, encuentra consuelo en matar a personas inocentes. Da igual que estas personas inocentes estén en Gaza o en Irán. La Embajada de Irán en Santiago condena enérgicamente esta postura fanática suya y le invita a adoptar una actitud respetuosa hacia las demás naciones. Para comprender mejor las consecuencias y la derrota militar, estratégica y geopolítica de la agresión israelí contra Irán, les remito a algunos puntos: Primero: La efectividad de los misiles balísticos iraníes. Seguramente habrán oído hablar del misil KhyberShakan en los últimos días. Si no, no olviden consultar los videos publicados en los principales medios internacionales y redes sociales. Segundo: Las numerosas declaraciones del presidente de Estados Unidos sobre la potencia de los misiles iraníes en los últimos días. Tercero: Los análisis de la mayoría de los expertos occidentales y exoficiales militares, especialmente de Estados Unidos y Europa, sobre la potencia de los misiles iraníes y la derrota de Israel en esta agresión. Cuarto: Observen la destrucción de centros militares, industriales y de espionaje, y ciudades israelíes. La decisión es suya.
Para responder a esta otra pregunta importante: "¿ Sabe por qué Estados Unidos e Israel enviaron numerosos mensajes desde diferentes canales solicitando un alto el fuego?", le remito nuevamente a las declaraciones del Presidente estadounidense y de los medios de comunicación occidental e israelíes, en los que tiene gran credibilidad. En conclusión: Creo que ahora, tras más de dos semanas desde la agresión del régimen israelí contra Irán y el cese de hostilidades, algunos asuntos se han aclarado. La paciencia estratégica, característica de una cultura milenaria, nos ha enseñado a los iraníes a no emitir juicios precipitados sobre un fenómeno complejo como la guerra. El persa, dulce e influyente, está lleno de proverbios.
Quienes, como usted, no solo emitieron juicios precipitados, sino que también resonaron con alegría, son la personificación de este proverbio: «Se cuentan los pollos al final del otoño». EMBAJADA DE LA REPÚBLICA ISLÁMICA DE IRÁN -Sección de PrensaSantiago, 27 de junio de 2025 N. de la R. : Para que los lectores puedan formarse una opinión, reproducimos a continuación el editorial "Otra guerra en Medio Oriente", publicado en Enfoques Internacionales el 16 de junio de 2025, al que hace referencia la carta de la embajada, recibida por esta redacción el pasado viernes 27. Ciertamente, el texto --un análisis del escenario generado por el ataque de Israel-no contiene ningún tipo de insultos ni expresiones de alegría por lo ocurrido.
Enfoques internaciones del 16 de junio en A 3 Otra guerra en Medio Oriente Benjamin Netanyahu solo esperó a que se cumplieran los 60 días del ultimátum que Donald Trump diera a los iraníes para firmar un acuerdo nuclear antes de iniciar una ofensiva que parece dirigida no solo a eliminar el peligro atómico, sino a terminar con un régimen islámico que representa un desafío existencial para Israel.
En una operación planificada con gran precisión, incluso usando agentes infiltrados en Irán, los israelíes causaron grave daño a plantas nucleares, destruyeron instalaciones militares y fábricas de misiles balísticos, después de dar muerte a altos mandos de las fuerzas armadas, en un golpe que debilita las ya mermadas defensas iraníes.
En un clima de incertidumbre sobre el desarrollo del conflicto, hay grave riesgo de un escalamiento que involucre a otros países de la región y a Estados Unidos, firme aliado de Israel, con incalculables consecuencias para la paz y estabilidad. Washington no parece dispuesto a frenar a Netanyahu, pero tampoco a tomar parte directa del conflicto, aun cuando Donald Trump no lo ha descartado, dependiendo de cómo evolucione la crisis. Por ahora, advirtió a Teherán que no ataque ni al personal militar ni los intereses de EE.UU. Rodeado de enemigos, Israel ha demostrado estar decidido a usar toda su fuerza militar para resguardar su seguridad y responder a las amenazas y agresiones.
Lo ha hecho con Hamas, al que prometió aniquilar después del ataque de octubre de 2023, sin miramiento con la población de Gaza, y también con Hezbolá, en Líbano, al que descabezó y redujo un arsenal de decenas de miles de cohetes y misiles que apuntaban a su territorio.
Con Teherán, que nunca ha aceptado la existencia del Estado judío, ha sido más cauto, tomando en cuenta el rango de potencia regional y su fortaleza militar, desarrollando una "guerra en la sombra" que en 2024 se tornó más caliente. El programa nuclear iraní siempre ha sido una línea roja que ahora está en el centro de la crisis.
Israel no confía en que un mero acuerdo firmado con EE.UU. pueda frenar el desarrollo de una bomba nuclear, la que Teherán no estaría muy lejos de conseguir, dada la capacidad de enriquecimiento de uranio adquirida y la supuesta voluntad del régimen de obtenerla.
Entonces, para un gobierno como el de Netanyahu, que pone la seguridad por sobre toda consideración, asestar un golpe mortal a la capacidad nuclear iraní es una prioridad, y, desde su perspectiva, este era un momento oportuno.
Las negociaciones de Teherán con Washington no prosperaban, y el régimen estaba muy debilitado, tanto internamente, por el descontento de la población por la crisis económica, como en el exterior, donde ya no podía operar con Hezbolá y Hamas o los hutíes de Yemen. Sin embargo, para destruir totalmente la capacidad nuclear de Irán, Israel necesita a EE.UU., el único que cuenta con armamento para llegar a sus instalaciones subterráneas. Y eso, por ahora, no parece disponible. Si destruir totalmente la capacidad nuclear iraní no le es posible, una señal de que Netanyahu persigue además otro objetivo es el mensaje que envió a los iraníes, después de la primera oleada de ataques. En un video los llamó a rebelarse, y les aclaró que la guerra no es contra ellos, sino contra líderes "que nunca han estado más débiles.
Es su oportunidad para levantarse y hacer oír su voz". El llamado es otra arriesgada maniobra del Primer Ministro israelí, que no puede anticipar en este momento las consecuencias de un colapso del régimen de los ayatolás, que podría terminar en un gran caos, del cual emergiera otro gobierno de similares características, y no necesariamente más amistoso. Una salida de este tipo no traería más seguridad a Israel. Por el contrario, podría verse enfrentado a más hostilidad regional e incluso a una guerra permanente. Y el Medio Oriente, condenado a más conflictividad.
En relación con el conflicto entre ese país e Israel: Dura respuesta de la embajada de Irán en Chile a editorial de "El Mercurio" A continuación se publica el texto que la delegación diplomática hizo llegar a este medio expresando su punto de vista y, para una mayor comprensión de los lectores, a su lado, se acompaña el artículo que motivó la reacción señalada..