Autor: DANIELA SILVA ASTORGA
Librería, otra sala y públicos: Las novedades de la Biblioteca Nacional
Mientras escolares recorren el vestíbulo con su profesora, algunos jóvenes estudian en el Salón Bicentenario y otros aprecian el legado de Venturelli, en una de las tres exposiciones que durante estos días acoge el edificio. Y en la nueva cafetería, Justicia Café, no hay mesa ni banca disponibles. La Biblioteca Nacional cumplió 211 años hace dos semanas y, lejos de verse anquilosada debido al peso de todo el patrimonio e historias que resguarda, tiene una existencia vibrante, que hasta traspasa las redes sociales. “Vienen incluso influencers. Hacen sus videos y dicen que este edificio es imperdible. Hoy tenemos un movimiento de público que no veíamos hace mucho tiempo”, relata Soledad Abarca, conservadora y gestora del patrimonio documental. Dirige la institución desde hace un año y cuatro meses. Pero trabaja en ella hace casi 20 años.
Por eso mismo, cuenta, en su plan subrayó un par de objetivos como prioritarios: fortalecer el sentido de pertenencia de los equipos y reencantar, después del corte que produjo la pandemia, a la comunidad con la biblioteca. Está funcionando, a juzgar por lo que se ve al recorrerla. También, por las reacciones que generó un petitorio anclado en el sitio Change. org y firmado por unas 200 personas. Quieren que la biblioteca, que abre de lunes a viernes hasta las 17:45 horas, extienda su horario. “Al ampliarlo, estaremos tomando medidas significativas para aumentar el interés por acceder a la colección más valiosa del país”, enfatiza el escrito. No obstante, la institución ha sido pionera en brindar, además del presencial, acceso digital a su acervo, a través de BibliotecaNacionalDigital. gob. cl y Memoria Chilena. Los firmantes piden, además, que el edificio abra los fines de semana. Aún no asumía la dirección, pero ¿ recuerda por qué dejaron de abrir los sábados?Infantil que están diseñando, y también de sus planes para conseguir que el principal centro bibliográfico abra los sábados. “Los mejores mediadores son los trabajadores antiguos, porque aman la biblioteca. Esa es una característica de quienes trabajamos aquí. Hablamos con orgullo de lo linda que está, de que siempre la estamos arreglando, aunque quizás sea con menos recursos que en otros tiempos”, comenta Abarca. “La evaluación que se hizo entonces, antes del estallido y la pandemia, es que era un servicio que costaba bastante para la poca gente que venía. Entonces, ¿qué estamos haciendo? Generar un programa cultural para que los públicos vengan los sábados a visitar el edificio, ver exposiciones, tomarse un café. Es-tamos buscando recursos para esta apertura, que desde la biblioteca consideramos importante, necesaria. Ya está solicitado un refuerzo presupuestario al Servicio del Patrimonio, y desde ahí existe la intención”. ¿Ve viable extender el horario durante la semana?ÉDNARGALLINIPALRACEL EJE ALAMEDALa biblioteca luce distinta en su frontis. Las escalinatas están libres y limpias, no como ocurría hace un tiempo. “El trabajo de limpieza que hacemos todos los días es sumamente importante. También hemos buscado apoyo y estamos en consonancia con lo que hace el gobierno regional (Gore) frente a la Alameda. Pero el cambio ha sido orgánico, a medida que hay más público en la biblioteca y que la misma comunidad recupera el espacio. Eso se nota”, precisa Abarca. Otro proyecto es, a futuro, reabrir el ingreso por la calle Moneda. “Es un trabajo combinado, una estrategia conjunta entre nosotros, el Gore y la municipalidad”. “Aún no, porque todavía existe una idea de que el centro está peligroso, y lo está. La gente no viene después de las seis de la tarde. Nosotros antes teníamos música, cine y charlas después de las seis, y abríamos hasta las siete. Por eso creemos que, a medida que se vaya fortaleciendo el eje Alameda, una muy buena forma es promover que el público venga a disfrutar o investigar también los sábados. Y tal vez de apoco podemos ir probando. Lo digo también porque no solo es tema abrir.
Hay cartas y la gente dice que abran, que abran, pero finalmente, cuando uno lo hace, eso no se refleja en la estadística”. RECUPERAR ESPACIOSLa llamarán Amanda Labarca, tal como originalmente se denominó esa sala junto al acceso por la calle Moneda, y em-pezará a funcionar hacia octubre. La nueva librería de la Biblioteca Nacional, a cargo del Fondo de Cultura Económica, recobrará un espacio central en la actividad del edificio. Lo mismo ocurrirá con la Sala Infantil. Impulsada en 1924 por la bibliotecaria Margarita Mieres trabajo pionero que rescata el libro “El niño que subió la escalera”, de Claudio Aguilera y Gabriela Lyon, fue la primera que funcionó en el edificio. Pero, en el camino, dejó de operar. Historia que cambiará próximamente, quizás a fines de año, cuando se reinaugure.
“Abrió en el contexto del IV Congreso Panamericano del Niño y fue muy bonito, porque, ante representantes de todos los países, el director de entonces, Carlos Silva Cruz, dice: Esta biblioteca nueva, este palacio de los libros, abre para los niños, para el futuro. Nosotros recuperaremos esa épica y momento, y ese espacio pensado como dinámico y abierto.
Los grupos familiares se verán muy beneficiados con la apertura de los sábados”, anuncia Abarca. ¿Cómo será el diseño de esta nueva sala?, ¿su sello?“Va a tener un juego entre lo moderno y lo antiguo, y la idea es visibilizar los diseños originales. Tenemos algunas sillas, y otros elementos, del mobiliario original. Tendrá accesibilidad para sillas de ruedas y módulos para niños con TEA. Eso, respecto de la infraestructura de la sala, pero algo muy relevante es que se recuperó toda la colección infantil patrimonial, en un trabajo liderado por Claudio Aguilera. Todo ese acervo estará activado para investigadores, porque la sala no está pensada solamente para los niños, sino también para la investigación literaria infantil. Habrá además libros nuevos, aproximadamente, unos 20 mil títulos”. ÉDNARGALLINIPALRAC. A casi un año y medio de asumir la dirección, Soledad Abarca entrega detalles de la Sala Justicia Café recuperó, para su barra, el histórico mesón de atención a público que estaba jun