Crisis de seguridad, una cuestión de Estado
Crisis de seguridad, una cuestión de Estado La crisis de seguridad en Chile noes una novedad.
La Encuesta Chi lenos Habla, realizada por el Centro de Políticas Públicas dela Univer sidad San Sebastián en marzo de este año, reveló que un 70% dela po. blaciónsiente mucho temor, independientemente desi fue víctima de undelitoo no, y un 83,40% considera que el crimen organizado ha au mentado en los últimos seis meses. Este estudio se efectuó antes de eventos como el asesinato de tres carabineros yla seguidilla de homi cidios en las últimas semanas. John Locke, en su segundo tratado sobre gobierno civil, reflexionabaque"lalibertad consiste en estarlibre de la violencia de otros", y estalibertadesun derecho esencial inhe rente a nuestra condición humana. Sin libertad no hay dignidad, y hoy, por miedo e inseguridad, la libertad de las personas está afectada. La seguridad ciudadana es, por tanto, un deber fundamental del Estado, ya que esla razón que sustenta su existencia, según la teoría política desde hace más de tres siglos.
Es crucial que el Estado de Chi le tome todas las medidas necesarias para abordar este problema, superando las soluciones a corto plazo y leyes rápidas, observando el problema en perspectiva y sin cálculos electorales, porque lo que está en juego es más que una elección. La crisis de seguridad actual no surgió de manera espontánea y ha cambiadosigniticativamente desde 2019. Ciertos sectores políticos y autoridades justificaron la violencia como una forma aceptable deresolver conflictos, incrementando la violencia en manifestaciones y en la vida cotidiana. Esto debilitó las barreras sociales y morales, exacerbóla polarizaciónsocial y alentó a movimientosradicalesa actuar con mayor audacia, incrementando los actos de violencia y terrorismo.
Estasituación contribuyó ala impunidad, donde losactosviolentos no son adecuadamente investigados ni sancionados, donde se da pensión de gracia e indultos a delincuentes, erosionando la confian: Es necesario tomar medidas como el desmantelamiento de las redes financieras del crimen organizado mediante el rastreo y congelación de activos, respetando la privacidad y bajo supervisión judicial. zaenel Estado de derecho y aumentando la criminalidad. Además, la Constitución establece que los órganos del Estado y sus integrantes de: ben garantizar el orden institucional. El ataque y desprestigio públi co alas instituciones, especialmente a Carabineros, no garantizan el orden institucional; lo erosionan, y hoy pagamos las consecuencias de esa erosión.
Paraenfrentaresta realidad, esnecesario tomarmedidascomo el desmantelamiento de lasredes financieras del crimen organizado medianteel rastreo y congelación de activos, respetando la privacidad y bajo supervisión judicial, lo que hoy es posible con las tecnologías de ano. nimización y pseudonimización para analizar datos sin revelar identidades. También esnecesario fortalecerlacooperación internacional para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado, especialmente con nacionesque ya han lidiado conestos problemas.
Asimismo debemos fortalecer las instituciones y combatirla corrupción dentro de ellas, lo más importante, apoyar irrestrictamente a las policías en su actuar, reforzandosus recursos y capacitación, descentralizando recursos paraaten. der necesidades regionales y garantizando una especial protección en el desempeño de sus funciones. El uso legítimo de la fuerza lo tiene el Estado y se ejerce a través de sus policías, quienes deben ser respaldadaspararecuperarel orden y laseguridad. Esun camino parasuperar la crisis que hoy enfrenta mos y que tiene atemorizada a la población. mos y que tiene atemorizada a la población. JORGE GACITÚA MUÑOZ "Académico de Derecho A Universidad San Sebastián.