El dilema del profesor
El dilema del profesor O Columna Alejandra Pozo Cortez Abogada, Mg. en Derecho El dilema del profesor talafalta de infraestructura, mobiliario y equipamiento de la educación pública, y cómo, en el actual contextosocial, el maestro experimenta la función docente.
Estamos en una especie de ilusionismo, mostrando la Región de Antofagastaal mundo, orgullosamente vestida de grandes conceptos, como tecnología, innovación, corredor bioceánico; mientras, a nivel local, nadie puede ignorar los hechos graves que ocurrenen las escuelas, que perjudican la educación y que vulneran la dignidad de la comunidad escolar, como el hacinamiento y la violencia, realidades que no se han abordado con urgencia y determinación por las autoridades, bajo el amparo delas leyes, según paso a explicar, como lo haría un profesor.
Atención por favor: La Constitución Política dice, en perfecta ortografía y gramática, que ella "asegura", o sea, sostiene y garantiza, a "1000000oodas las personas" el derecho a la educación; que la educación tiene por objeto el "pleeeno desarrollo dela persona en las distintas etapas de su vida", o sea, el fin de la educaciónes que todo individuo alcance el apogeo, el auge o gozo dela vida, parecido a eso que se siente cuando «siendo niñosllegamos por primera veza la cima deun cerro desde donde vimosla ciudad... ; "debiendo el Estado financiar unsistemagratuito destinado a asegurar el acceso a la educación", es decir, entre otras cosas, el Estado puede invertir en infraestructura para escuelas.
Pero, esas pomposas palabras constitucionales colisionan, como en un ejercicio defísica, pero, en vez dechocar con otro cuerpo, chocan con la realidad amparada por la ley, ya que la LeyN'20.370 General de Educación, dice textualmente que "fija los requisitos mínimos que deberán exigirse en M: pregunto cómo, en Antofagasta, un profesor enfrencada uno de los niveles de educación parvularia, básica y media", mínimos quiere decir tan bajos que no los hay menor. Es por eso que el dilema del profesor frente a los requisitos mínimos dela educación pública en Antofagasta debe preocuparnos. Imaginemos quésiente un profesor.
Yo imagino que experimenta impotencia, porque está imposibilitado, falto de poder paraeducar integralmente a un estudiante que asiste auna escuela pública, quesegún la ley cumple con los requisitos mínimos, y éstos sontan bajos, que no los hay menor, en un contexto social que vulnera niños. El 16 de octubre es el Día Nacional del Profesor, por Decreto Ley N"1.938, de 1977, del Ministerio de Educación. Pero ese reconocimiento es insuficiente.
El mayor homenaje a los profesores en sta es construir y habilitar ur nt escuelas, con la infraestructura, mobiliario y equipamiento "óptimo", es decir, sumamente bueno e inmejorable, para que todoslos niños y adolescentes accedan efectivamentea la educación, darles la oportunidad de asombrarse ante el conocimiento, el deporte, el arte y la ciencia, en espacios y tiempos que convoquen la curiosidad y la convivencia pacífica y para que todos los profesores ejerzan su labor profesional dignamente, donde puedan educar de manera entretenida, didáctica, comprensiva, desafiante, amorosa y disciplinada. Algunos dicen quelos políticosno tienen voluntad, yo, humildemente, pienso quea los políticos les ha faltado vocación, inspiración.
Entonces, se vuelven tan actuales las palabras de Gabriela Mistral, quien dijo "educar siempre, en el patio, en la calle", porqueen las calles de Antofagasta hay niños que, porno acceder al conocimiento, están poniendo en riesgo, incluso, sus propias vidas..