Saber es poder
Saber es poder JUAN MARCOS HENRIQUEZ, DOCTOR EN CIENCIAS BIOLÓGICAS Saber es poder Giro Sintornillos, el profesor Locovitch o jacques Cousteau fueron fueron personajes en la televisión que de una u otra forma invitaban al fascinante mundo de las ciencias. Seguramente mi vocación por la ciencia pudo venir de una amena tarde televisiva en mi infancia. Sin embargo, para mucha gente estos personajes ayudaron a entender entender la ciencia como una herramienta que busca dar solución a sus problemas cotidianos o para entender como funciona su entorno. De esta forma, la ciencia es parte fundamental de nuestro día a día.
Ampliar y contribuir al conocimiento, buscar nuevas formas de entender entender el ecosistema, generar nuevas ideas de desarrollo sustentable y por sobre todo cambiar y favorecer el bienestar de las personas, son partes de las orientaciones del quehacer científico.
Desde estas premisas, sin duda la ciencia debe eslar al servicio de la ciudadanía; sin embargo, la dificultad comienza cuando la inversión en ciencias se “cruza” con inversiones concretas e inmediatas del bienestar de las personas. En ese instante se espera la claridad de los gobernantes gobernantes para priorizar la inversión en ciencia como una vía al bienestar social a largo plazo. El futuro Centro Antártico Internacional una vez más ha activado activado una discusión sobre priorizar financiamiento entre grandes inversiones y necesidades inmediatas. Anteriormente los mismos cuestionamientos se hicieron frente al CADI y la pandemia terminó terminó por silenciar las opiniones distractoras. El “elefante blanco” fue esencial para el diagnóstico y control de la pandemia.
En el óltimo tiempo muchos políticos han usado el argumento de que la población prefiere obras pequeñas que satisfacen la inmediatez, descartando descartando planificar a largo plazo, ya sea por no dimensionar los retornos de la inversión (CAl) o por los altos costos de la obra (paso elevado). Entonces cabe preguntarse ¿ Es descartable la inversión a largo plazo o debemos invertirlo en necesidades más urgentes? Si no se planifica las acciones para el futuro, de seguro no estaremos en condiciones y posibilidades de satisfacer ni generar mejores condiciones de vida en los territorios. La política pública es una herramienta para procurar y mejorar condiciones de bienestar en la población.
Para el tema en cueslión, la planificación e inversión a largo plazo requiere una mirada coordinada del sector público y un espacio participativo que permita a distintos grupos aportar ideas para formar una visión común del desarrollo territorial. Sin duda una correcta y eficaz gobernanza (participativa, descentralizadora, represenlativa, horizontal y cooperativa) facilita la toma de decisiones y valida la planificación e inversión a largo plazo. Quizás el estilo de los gobernantes de turno sea parte del problema a la falta de entendimienlo de nuestra apuesta futura. El Centro Antártico Internacional (CAl) ha sido cuestionado por lo oportuna de la inversión, los montos involucrados y los gastos de mantención en etapa de ejecución.
Algunos personeros políticos y dirigentes dirigentes sociales han demandado que los cuantiosos fondos asignados al CAl, cerca de 138 mil millones de pesos, sean utilizados en obras de bienestar más urgentes; sin embargo, por lo que se ha informado públicamente, los fondos corresponden al plan de zonas extremas y de no utilizarse en lo presupuestado deberían reintegrarse a las arcas arcas fiscales y nada asegura que serán reasignados a la región (como ocurrió con el paso elevado). De ser así, el CAl sólo apalanca fondos nuevos para Magallanes y en nada interfiere con los fondos presupuestados presupuestados tradicionalmente para inversión regional.
Por último, es probable que los cuestionamientos a la mantención de la operación del CAl tengan asidero, pero al ser una política de Estado, se esperaría esperaría que otras instituciones, y no el Gobierno Regional, concurran con los fondos requeridos, mientras se procura la consolidación financiera financiera del Centro. “Saber es poder” escribió alguna vez Francis Bacon.
La ciencia y tecnología son elementos clave del bienestar sustentable en las sociedades modernas, en este sentido el CAl en Punta Arenas consolidaría consolidaría nuestra ciudad como un punto geopolítico estratégico hacia la Antártica, otorga ventajas logísticas y científicas para el desarrollo desarrollo de la ciencia antártica de alta calidad, aumenta nuestra oferta y capacidad Iurística asociado además a la posibilidad de alargar la estadía de los visitantes y finalmente debería generar un mayor bienestar bienestar y calidad de vida a las personas en la región. La soberanía del conocimiento..