La encrucijada del Museo Nacional de Bellas Artes
La encrucijada del Museo Nacional de Bellas Artes Detalle de la exposición "Luchas por el arte" Pedro Maino En las últimas décadas, las administraciones del museo han impulsado proyectos interesantes, sobre todo en investigación y documentación de obras y artistas.
Pero si uno lo recorre hoy, sale con la impresión de que el espacio destinado a exhibir sus propias colecciones al público general es mínimo, en comparación con muestras temporales y propuestas curatoriales con obras que no están ligadas a la identidad del MNBA. Una división temporal "lógica" sería que el MNBA expusiera, sobre todo, obras que vienen desde su fundación hasta mediados del siglo XX. Y que el MAC funcione como un espacio más experimental, centrado en el arte contemporáneo.
Entre estas dos instituciones que viven "espalda con espalda" podrían producirse intercambios y "conversaciones curatoriales". También me parece válida la postura de que cada cierto tiempo se invite a exponer al MNBA a artistas vivos, de trayectoria y calidad indiscutible. Lo que no debiera pasar es que el Bellas Artes renuncie a lucir sus colecciones, que son piezas de valor histórico además de estético.
Eso sería el equivalente a ir al Louvre y no poder gozar con la Victoria de Samotracia o entrar al Museo Nacional de Historia Natural y descubrir que el esqueleto de la ballena ya no está en exhibición.
Entre los pintores chilenos que no deberían faltar estarían, a mi juicio, Juan Francisco González, Pedro Lira, Valenzuela Llanos y Valenzuela Puelma, pero también otros artistas valiosos que no se pueden ver normalmente en otros espacios de Santiago: Orrego Luco, Helsby, Gordon, además de artistas extranjeros que fueron los primeros en retratar a Chile, como Rugendas y Monvoisin.
El patrimonio de las colecciones del MNBA, que nos pertenece a todos y que fue reunido y ampliado por iniciativa del Estado de Chile, debe estar efectivamente al alcance de las personas, para conocerlo, disfrutarlo y aprender de él. En la página del MNBA se explica que la exposición temporal "Luchas por el arte" es parte de un proceso de reflexión que culminará con una nueva muestra permanente.
Ojalá que así sea, y que este ejercicio curatorial con "más de cien obras en exhibición" (menos del 2% del acervo total de 5.345 obras según SURDOC) deje paso pronto a un regreso generoso de las colecciones a las principales salas del museo. Si así no ocurre, el Bellas Artes habrá perdido su esencia --lo que lo distingue como museo, y lo diferencia de una galería o centro cultural--, y además comprometerá su crecimiento futuro. Un museo que no exhibe sus colecciones difícilmente seguirá recibiendo donaciones o legados, y tampoco será atractivo para aportantes privados. Josefina Tocornal es historiadora, académica y gestora cultural. Actual directora de Extensión Cultural de la UAndes. Josefina Tocornal: "El museo no debiera renunciar a exhibir sus colecciones, que son piezas de valor histórico, además de estético" 1. "Luchas por el arte". Colección MNBA.
Este "ejercicio curatorial"se expone desde diciembre de 2022 como "la primera propuesta conceptual para pensar un nuevo guion permanente de la colección del museo". Incluye obras, textos y archivos del museo, que configuran un mapa de las "redes y nodos" que dieron origen al sistema de las artes en Chile.
Se explica que "las obras se se montaron a baja altura, sin distancia y prescindiendo casi por completo de sus marcos, a modo de una trama de relaciones". Es decir, sin"filtro informativo y decorativo". Hasta el 29 de diciembre. 2. "La mujer en el arte 1975". Colección MNBA. Revisa de manera crítica una muestra realizada en el museo en 1975 y busca reflejar cómo los conceptos de "mujer" y "artista" fueron promovidos por la dictadura. Hasta el 29 de diciembre. 3. "Miradas sobre el Wallmapu". Colección MNBA. Reflexiona sobre la representación del pueblo mapuche, trazando una pequeña historia visual a la luz de sus conflictos y marginaciones, con imágenes, documentos y citas.
Consta de varias partes, entre ellas se aborda el paisaje y cómo autores como Rugendas, Simon y Rosales "componen una amalgama de problemáticas que trascienden lo puramente representacional, pues señalan una nueva manera en que el estatuto del cuerpo y la comprensión del territorio y sus intervenciones marcan trayectorias contantemente interpeladas y necesariamente resignificadas". Hasta el 29 de diciembre. 4. "Eugenia Vargas Pereira.
Volver a nombrar". Las imágenes de la autora chilena se centran en el cuerpo femenino "como receptor de la memoria e instrumento de resistencia para la visibilización de problemáticas de género y devastación de la naturaleza". Figuran las series creadas entre 1983 y 1993 "que remiten a la violencia de un dogma antropocéntrico, cultural y religioso". Hasta el 22 de septiembre. 5. "Asir la vida.
Mujeres artistas 1965-1990". A través de pinturas y otras expresiones de 26 creadoras, se busca "relevar la participación de las mujeres en la formación de imaginarios utópicos que aspiraban a reconfigurar las redes sociopolíticas del país". Hasta el 29 de septiembre. 6. "Marcela Trujillo.
Vanity fauna". Un universo ficticio, en el que se cruzan imaginarios de las revistas femeninas con retratos académicos, plantea la creadora, que cuestiona "el preepto social de la belleza y sus moldes". Hasta el 20 de octubre.
MNBA: ¿ Qué muestras se ven hoy ? La colección de un museo está integrada por piezas originales y autentificadas --incorporadas por adquisición o donación--; un legado que debe ser protegido, documentado, difundido y usado responsablemente. Estos bienes culturales (de carácter permanente y público), por su valor histórico, artístico y técnico son un valioso instrumento de deleite, reflexión, investigación y educación.
Hoy, gracias a la tecnología, es posible difundir en línea la colección completa de una institución; sin embargo, ofrecer una experiencia presencial atractiva e inolvidable es fundamental; más aún, considerando que hay muchas personas que van solo un par de veces en su vida a un museo. El MNBA debiese tener en exposición permanente las piezas relevantes de su colección, desde la Colonia hasta el presente.
Ahora, dicho conjunto puede y debe rotar (por necesidades de restauración, préstamos, por nuevas adquisiciones, porque hay piezas más frágiles que otras y para estimular nuevas lecturas). Dicho cuerpo de obras debe evidenciar la diversidad de estéticas, ideas, habilidades, soluciones y períodos existentes en la misma. Claro está, se debe incluir nombres de premios nacionales y artistas galardonados en el extranjero. Es fundamental que se pueda conocer y apreciar en nuestro museo una obra de Matta, de Claudio Bravo, de Roser Bru, de José Balmes, de Alfredo Jaar, de Cecilia Vicuña, entre otras. Los trabajos, en tanto, tienen que dialogar bien entre sí y estimular la observación de relaciones y contrastes.
En esta selección es bueno también que estén presentes esas imágenes que construyen una historia común (lo identitario). Por ejemplo, `Riberas del Mapocho', de Valenzuela Llanos, y `La cazuela', de Bororo, por nombrar solo un par". Claudia Campaña es académica de la Pontificia Universidad Católica.
Claudia Campaña: "Hay un legado que debe ser protegido, difundido y usado responsablemente" "Presentaría al Museo Nacional de Bellas Artes no como un museo de arte contemporáneo, ni un lugar solo para exposiciones temporales y experimentales, en lo que se ha transformado. Ello implica tener clara su misión como tal y sus objetivos, por redefinir, o reorientar en este caso, considerando la presencia contigua del Museo de Arte Contemporáneo; ambos ganarían con un plan de interrelación.
Es preciso que nuestro museo recupere el planteamiento de una exposición permanente --con los recambios y renovaciones correspondientes en su curso-de una parte significativa de su patrimonio de pintura chilena --y también de escultura nacional--, lo que otorga una base fundamental a la institución, le aporta estabilidad cultural más allá de las modas curatoriales y apertura a un público amplio, acorde a su vocación nacional. Es necesario que las curatorías estén sólidamente fundamentadas en criterios justificados --no en meras opiniones individuales ni ocurrencias-y en la investigación, con acabado conocimiento de las obras, los artistas y sus contextos históricos y culturales.
También se requieren guiones que manejen las diacronías y sincronías históricoartísticas, sean legibles para los espectadores y se transmitan mediante museografías de excelencia: creativas, esclarecedoras, didácticas, estéticas, inclusivas y cuidadosas (colores, cédulas, material complementario). A la muestra permanente, dispuesta en el área más amplia del museo, pueden incorporarse exposiciones temporales en espacios y tiempos acotados, donde en alguna sea adecuado emplear curatorías y museologías experimentales, críticas o poscríticas.
En la exhibición permanente de pintura chilena no deberían estar ausentes José Gil de Castro, Antonio Smith, Pedro Lira, Aurora y Magdalena Mira, Juan Francisco González, Arturo Gordon, Pablo Burchard, Camilo Mori, Enriqueta Petit, Roberto Matta, Nemesio Antúnez, Matilde Pérez". Isabel Cruz de Amenábar es doctora en historia del arte, curadora y miembro de número de la Academia Chilena de la Historia.
Isabel Cruz: "Es necesario que nuestro museo recupere el planteamiento de una exposición permanente de su patrimonio" La encrucijada del Museo Nacional de Bellas Artes VIENE DE E 1 "Pienso que el Museo debe fortalecer la exhibición de su colección en general, considerando no solo la pintura del siglo XIX y primera mitad del XX. Puesto que su acervo se acrecienta con autores hasta la actualidad, debiera mostrar la diversidad de piezas que lo componen, como escultura, grabado, arte textil, fotografía, registros de performances e instalaciones, entre otros. Un excelente desafío sería alcanzar la exhibición de al menos el 3% de su colección y disponer de al menos el 50% de su infraestructura. Con respecto a la curatoría y guion museográfico, debería estar destinada a una audiencia amplia, no solamente especializada, conservando espacios bien definidos para la reflexión crítica, experimentación y cruces sobre piezas de la colección. En este sentido, se podría reforzar el alcance del área educativa del museo, a tono con la misión institucional, que impulsa el conocimiento y el goce de las artes visuales. Pondría especial atención en la fortaleza con la que ya cuentan en la convocatoria a niños, jóvenes. Agregaría a personas de la tercera edad, enriqueciendo sus programas y estrategias de mediación.
Sobre artistas imperdibles de la colección pictórica del Museo, solo destacaría a dos, que siempre deberían estar expuestos y que hoy no es posible reconocer en toda su magnitud: Alberto Valenzuela Llanos y Roberto Matta". Pedro Maino es curador de arte y editor.
Pedro Maino: "Un desafío sería alcanzar la exhibición de al menos un 3% de su colección y disponer al menos del 50% de su infraestructura". `` Es preciso que las curatorías estén sólidamente fundamentadas en criterios justificados --no en meras opiniones individuales ni ocurrencias--, con acabados conocimientos y se transmitan mediante museografías de excelencia"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ISABEL CRUZ CHRISTIAN ZUÑIGA "Pienso que el MNBA debiera acotar su objetivo al arte pictórico y escultórico de entre mediados del siglo XVIII y fines del siglo XX, un muy extenso y rico período de la plástica nacional que requiere de mucho espacio para exhibirse como corresponde y de manera permanente, permitiendo al visitante una experiencia más comprensible. En esa muestra permanente siempre serán indispensables Gil de Castro, Rugendas, Charton, Somerscales y representantes de las distintas generaciones y movimientos del arte chileno: Mochi, P. Lira, J.F. González, P. Burchard, C. Mori, I. Puyó, R. Matta por mencionar solo unos pocos. Entre los escultores, Totila Albert, Virgino Arias, Samuel Román, Rebeca Matte, Marta Colvin y Lily Garafulic, grandes exponentes cuya obra el museo debe difundir. En las salas Blanco y Matta me gustaría ver muestras temporales relacionadas a la colección del museo. Exhibiciones que de acuerdo a distintas propuestas curatoriales permitieran conocer muchas de las obras que hoy se encuentran guardadas. Incluso, estas podrían enriquecerse con nuevas adquisiciones y con préstamos por parte de privados. Abandonar el concepto de museo-mausoleo es indispensable para mantener vivo el museo.
Como forma de revitalizarlo, me parece relevante la idea de desarrollar investigación en torno a las obras que allí se exhiben, y aplicar toda la tecnología disponible para mejorar las instalaciones, la experiencia museal y también la difusión de sus actividades.
Necesitamos un museo que invite a una experiencia de feliz aprendizaje, un espacio sin sobreintelectualización donde reencontrarnos y familiarizarnos con esas obras maravillosas que nos legaron nuestros pintores para así hacerlas propias". Álvaro Bindis es un pintor chileno Alvaro Bindis: "Un museo que invite a una experiencia de feliz aprendizaje" `` Necesitamos un espacio donde reencontrarnos y familiarizarnos con esas obras maravillosas que nos legaron nuestros pintores, para así hacerlas propias"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ÁLVARO BINDIS CARLA DANNEMANN "A pesar que el Museo Nacional de Bellas Artes tiene virtudes, creo que las carencias son indiscutibles. Le falta actualizarse para ser un lugar imperdible, con atractivas exposiciones nacionales e internacionales, visitadas por miles de personas y otras tantas haciendo fila porque saben que no se la pueden perder. Los museos deben tener esa capacidad de convocatoria para que las persona gocen, se junten, se tomen un café, disfruten de una atractiva tienda o puedan investigar en la biblioteca. Además, estos visitantes, luego de haberse deleitado con lo que han visto y han aprendido, desarrollarán un pensamiento crítico y aumentarán su creatividad. ¿Lo está cumpliendo el Bellas Artes? No lo creo. La mayor virtud del Museo es resguardar parte del patrimonio artístico histórico y contemporáneo en sus más variadas disciplinas. Y no solo basta resguardarlo, hay que estudiarlo, exhibirlo y difundirlo a través de una programación atractiva y profesional. Esto que parece ser un desde, es una debilidad. A nuestro querido Museo Nacional de Bellas Artes lo que le falta es excelencia en sus actividades. El objetivo del equipo que trabaja en el Museo debería ser el visitante y tener una actitud generosa y culta ante cualquier desafío que enfrenten. Respecto a 10 artistas infaltables en una exposición allí, serían: Pedro Luna, Arturo Gordon, Juan Francisco González, Valenzuela Puelma, Pablo Burchard, Henriette Petit, Roberto Matta, Lily Garafulic, Marta Colvin y José Balmes. Gema Swinburn.
Integrante del Círculo de críticos de Arte y de la Asociación Internacional de Críticos, AICA, sede Chile Gema Swinburn: "Le falta excelencia en sus actividades" Matta, Valenzuela Llanos, Enriqueta Petit, Burchard, y Bororo son algunos de los pintores mencionados por los entrevistados, que no debieran faltar en una exhibición de nuestra pintura en el MNBA.
MNBA El montaje de "Luchas por el arte" incluye textos de la época y una ficha general con la autoría de las obras (foto abajo) `` Es bueno presentar imágenes que construyen una historia común, como `Riberas del Mapocho', de Valenzuela Llanos, y `La cazuela', de Bororo, por nombrar un par"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. CLAUDIA CAMPAÑA.
La encrucijada del Museo Nacional de Bellas Artes Enrique Zamudio El lugar central que el MNBA ocupa en la ciudad de Santiago nos dice algo respecto a los objetos que reúne y las expectativas de quienes recorren sus salas.
Nos habla de la importancia de su colección dentro de nuestro patrimonio cultural y de sus muy diversos visitantes (turistas, familias, especialistas, cursos de colegios y universidades, paseantes fortuitos). Al recorrer el museo, creo que ellos esperan tener una experiencia que les permita conocer de manera sintética algunos aspectos fundamentales del arte que se ha desarrollado en Chile, su relación con la historia y la cultura del país o bien, en el caso de las muestras monográficas, comprender nociones más complejas, vislumbrar nudos problemáticos, conocer series de eventos u obras que se conectan entre sí. En el paisaje urbano, el museo es también una suerte de interrupción.
Frente al caos, lo fortuito y la monotonía de la ciudad y de la vida, el museo invita a detenerse, sorprenderse y ampliar y profundizar el pensamiento frente a lo distinto y lo inesperado, al mismo tiempo que le presenta una selección de objetos ordenados conforme a un criterio. Creo, entonces, que es importante que la colección del MNBA sea mostrada a través de curadurías y textos claros y accesibles para un vasto público que no es especialista. Que en ellas se articulen relatos comprensibles y atractivos, que releven el valor y también la capacidad creativa de las obras. El orden de estas debiera respetar cronologías, pero abrirse también a la posibilidad de establecer vínculos explícitos entre obras de distintos momentos, que vuelvan evidentes las diferencias o las similitudes que las enlazan. Respecto a la museografía, debe aspirar a mostrar y poner en valor las obras y sus relaciones y acompañar al visitante en el recorrido. Me parece muy necesario, por otra parte, que las salas incluyan textos y fichas para niños y formas de acercamiento al arte para personas que presentan alguna discapacidad o neurodivergencia. Una buena forma de ampliar el conocimiento de las obras de la colección del MNBA sería implementar la modalidad de "la obra del mes", que tienen algunos museos. Esta permitiría destacar obras más desconocidas y su exhibición implicaría una investigación sobre ella y sus contextos.
Entre los pintores de dicha colección que debieran estar presentes mencionaría a José Gil de Castro, Mauricio Rugendas, Alfredo Valenzuela Puelma, Aurora Mira, Juan Francisco González, Camilo Mori, Matilde Pérez, Roberto Matta, Gracia Barrios y Eugenio Dittborn.
Sandra Accatino es historiadora del arte y directora del departamento de arte de la Universidad Alberto Hurtado Sandra Accatino: "La colección debería mostrarse a través de curadurías y textos claros, para un vasto público que no es especialista" `` El público del museo nacional espera una experiencia que le permita conocer de manera sintética aspectos fundamentales desarrollados en Chile, su relación con la historia y la cultura del país"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. SANDRA ACCATINO "El Museo Nacional de Bellas Artes conlleva una definición implícita categórica: es una institución pública, estatal y nacional, de carácter permanente que conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, educación y contemplación el patrimonio artístico que resguarda. De seguro esta definición debiera bastar para comprender el rol y la importancia que cumple esta institución para el sistema disciplinar, educacional y la sociedad.
Afortunadamente, hoy en Chile contamos con una amplia y diversa infraestructura cultural complementaria; museos universitarios, centros culturales, galerías y espacios independientes, por lo tanto, es razonable pretender que nuestro museo se consagre al cumplimiento cabal de su genuina misión y encabezar con autoridad la institucionalidad artística de nuestro país, el buque insignia que reúne, dirige y convoca a las artes visuales de nuestro país. El arte tiene quinientos años de academia, en Chile son casi ciento ochenta; sin embargo, hay una herencia contundente e identitaria especialmente en la pintura como lenguaje madre de las artes visuales.
Si tuviéramos la exigencia de representar esa colección patrimonial en un conjunto acotado de obras se elegirían los tres momentos clave de la evolución del arte en Chile: transferencia técnica, desarrollo de lenguaje propio, integración al mundo del arte.
Dejando aparte de los viajeros y extranjeros, los imprescindibles chilenos que representan estos momentos son Antonio Smith y Pedro Lira; luego Orrego Luco y Alberto Valenzuela Llanos, sigue con Juan Francisco González, Pablo Burchard, Enriqueta Petit y Camilo Mori, para rematar en Matta o tal vez de manera más cercana en Opazo y/o Balmes". Enrique Zamudio es decano de la Facultad de Artes de la U. Finis Terrae y artista visual.
Enrique Zamudio: "Hay una herencia contundente e identitaria especialmente en la pintura como lenguaje madre de las artes visuales" LUCIANO RIQUELME `` El arte tiene quinientos años de academia, en Chile son casi ciento ochenta; sin embargo, hay una herencia contundente e identitaria especialmente en la pintura como lenguaje madre de las artes"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ENRIQUE ZAMUDIO Desde diciembre de 2022 se exhibe la muestra "Luchas por el arte", que configura un mapa de las "redes y nodos" que dieron origen al sistema de las artes en Chile. Se explica que "las obras se montaron a baja altura, sin distancia y prescindiendo casi por completo de sus marcos, a modo de una trama de relaciones". CLAUDIA CAMPAÑA.