¿Qué está a punto de golpear la economía mundial?
¿ Qué está a punto de golpear la economía mundial? Los críticos acusan a Donald Trump de ser demasiado caótico para lograr mucho. Pero la rapidez de sus primeros nombramientos debería desmentir esa idea. La próxima administración viene con intenciones claras. Los mercados de acciones y bonos corporativos están ampliamente satisfechos con la perspectiva de desregulación y recortes tributarios en un segundo mandato de Trump. Por el contrario, The Economist ha advertido sobre el riesgo de que una deportación masiva y una guerra comercial global causen daños reales. En sí mismas, las nominaciones son prueba del deseo de Trump por la disrupción, una postura firme contra China y la lealtad absoluta. Con una serie de señales tan nítidas, uno podría preguntarse qué es lo que está a punto de golpear la economía mundial. La respuesta llega en tres partes, comenzando con las intenciones de Trump. Su compromiso con la desregulación podría ser bueno para el crecimiento.
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y Vivek Ramaswamy, un empresariopolítico, han sido nombrados al mando de una nueva entidad llamada con pompa el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). El compromiso de reducir en US$ 2 billones (millones de millones) el presupuesto anual del gobierno es claramente absurdo, pero una liberalización prudente podría ser beneficiosa. Desde el primer día, la nueva administración podría acelerar la legislación sobre permisos que ya está en el Congreso. Trump también ha prometido liberar la inteligencia artificial. La tecnología es sumamente demandante en términos de energía. Solo imaginen si normas de planificación más fáciles de-sataran una revolución. Lamentablemente, Trump también quiere deportar a millones de migrantes irregulares e imponer aranceles de hasta un 60% a China y de entre un 10% y un 20% al resto del mundo. Todo esto sería negativo para el crecimiento. Por ejemplo, los costos de una deportación masiva podrían, según algunas estimaciones, llegar a cientos de miles de millones de dólares. Eso sin contar la carga económica de la escasez de mano de obra y el aumento de los precios al consumidor. Aproximadamente, la mitad de los trabajadores en las granjas de Estados Unidos no tiene estatus legal. La segunda parte de la respuesta es que las tensiones en la agenda de Trump se resolveránTrumponomía en marcha. Si Trump desata una avalancha de aranceles, laretaliación ejercerá una atracción seductora, sobre todo como muestra de fuerza. Sin embargo, sería un acto de autolesión. PApor necesidad, a medida que la hipérbole de sus discursos se encuentre con la complicada realidad de gobernar. Las políticas requieren tanto esfuerzo para implementarse que su administración simplemente no podrá hacer todo de una vez. Imponer aranceles universales llevará tiempo, porque necesitaría la aprobación del Congreso o el uso de poderes presidenciales no probados. Pero los legisladores republicanos favorables al libre comercio podrían rechazar los aranceles a los aliados cercanos de Estados Unidos. Además, el uso de leyes existentes para imponer un arancel universal por razones de seguridad nacional probablemente sería impugnado en los tribunales. Del mismo modo, detener, encarcelar y procesar a millones de personas será una pesadilla logística. Las agencias federales tendrían que recurrir a las autoridades estatales para recibir ayud a, m u c h a s d e l a s cuales se negarán. La tercera parte de la respuesta es que, mezclado con las intenciones y prioridades, está el temperamento impredecible de Trump. Tiene una inclinación por elegir favoritos y luego abandonarlos. Además, no debe favores a nadie.
A pesar de haber nombrado a Stephen Miller, un aliado incondicional de larga data y partidario firme de la política de inmigración dura, Trump podría anteponer el crecimiento económico haciendo un gran ruido sobre la deportación, pero limitando su impacto real. Lo mismo ocurre con Musk, a quien los mercados sienten que podría recibir favores especiales. Pero ¿ durará el romance? La única disciplina sobre un presidente que ha tenido tanto éxito desafiando a los expertos a su alrededorserá, en última instancia, el mercado. Trump tiene una visión anticuada de las acciones como un termómetro del éxito. La conclusión a la que los mercados parecen llegar es que todo saldrá bien. Aunque están atentos a los riesgos de inflación y clientelismo, los inversionistas apuestan a que los aranceles y las deportaciones causarán poco daño. En cambio, los recortes de impuestos generarán un impulso pasajero que incrementará las ganancias corporativas, mientras que la desregulación promoverá un crecimiento más duradero. Incluso si esa predicción fuera cierta para Estados Unidos un “si” bastante grande, es demasiado optimista para el resto del mundo. A medida que Estados Unidos pide prestado, aumenta los aranceles y crece, el dólar se fortalecerá. Esto frenará el comercio. También llevará a tasas de interés más altas y a una mayor carga de deuda en dólares en los países en desarrollo. Algunos gobiernos estarán en la línea de fuego, especialmente si la amenaza de extender los aranceles más allá de la tasa universal se convierte en una herramienta de negociación trumpiana.
El más vulnerable es México, que será blanco tanto de la política migratoria de Trump, debido a que muchos migrantes ilegales cruzan su frontera con Estados Unidos, como de su política comercial, ya que México alberga fábricas que envían sus exportaciones hacia el norte bajo el Tratado México-Estados Unidos-Canadá. Trump parece tener una animosidad especial hacia los líderes altivos de la Unión Europea. Muchos republicanos alegan que, al costear el gasto de las tropas estadounidenses en Europa como parte de la OTAN, Estados Unidos está efectiva-mente pagando el bienestar social europeo. Para Trump, el enorme superávit comercial de la UE con Estados Unidos le salta a la vista. Europa puede esperar pagar. El principal objetivo de una política económica hostil será China. Marco Rubio, en el Departamento de Estado, y Mike Waltz, como asesor de seguridad nacional, quieren que la rivalidad entre las dos economías más grandes del mundo sea el centro de la política estadounidense. A medida que las empresas trasladen sus cadenas de suministro fuera de China, algunos países podrán beneficiarse. Otros pueden forjar una amistad con Trump. Como regla general, sin embargo, la separación de las economías estadounidense y china sería sumamente disruptiva. ¡Fore! Los países deberían prepararse para lo que viene. La UE ha dicho que destinará decenas de miles de millones de euros a la defensa. Pero ha quedado muy atrás en inteligencia artificial y ha postergado durante demasiado tiempo el fortalecimiento de su propio mercado interno. China está en una mejor posición, pero ha retrasado tontos esfuerzos para estimular la demanda interna. Si Trump desata una avalancha de aranceles, la retaliación ejercerá una atracción seductora, sobre todo como muestra de fuerza. Sin embargo, sería un acto de autolesión. Pocos países están más protegidos contra los choques comerciales que Estados Unidos, con su gran mercado interno. Lo mejor será tomar el lado positivo de la trumponomía y desregular. Si Trump quiere inclinar el campo de juego, la mejor manera de lidiar con ello será volverse más competitivos. DERECHOSEXCLUSIVOS. The Economist: