Autor: Mario Córdova
COLUMNAS DE OPINIÓN: Trifonov: un genio en la cumbre
COLUMNAS DE OPINIÓN: Trifonov: un genio en la cumbre Comentario de música "Trifonov: un genio en la cumbre musical: catorce veces debió salir a saludar el pianista Daniil Trofonov (33) al finalizar su reciente recital en el Teatro Municipal de Santiago, propinando cinco agregados fuera de programa. Se veía venir, tras haber tenido que regresar en cinco ocasiones al escenario ya al término de la primera parte de su actuación. Inédito; un triunfo histórico para nunca olvidar. Este artista ruso ¿ top one mundial de los pianistas actuales? fue el encargado de inaugurar el flamante piano Steinway y Sons arribado a ese teatro hace pocas semanas, producto de una donación anónima. Ante una sala repleta, mostrando la maestría interpretativa reservada a los genios, pocas veces vista en nuestro medio, Trifonov ofreció cuatro obras de la categoría "peso-pesado", transitando desde el período barroco al Siglo XX.
El comienzo fue con una suite de Jean-Philipe Rameau, suficiente para percibir en él Aus: en la estadística de nuestra vida N pl [4 O O o Q 1-2 E É É una tremenda superioridad como pianista de técnica y expresividad máximas. Dominando un refinamiento exquisito y transportador, desplegó constantes ornamentaciones con recursos muy propios del barroco francés, que dejaron a la audiencia instalada en un eleEstuvo en el Municipal de Santiago. gante banquete musical. Siguió una extensa sonata de Mozart, gran momento, que en el resumen de la jornada quedó como gigante menor, acaso disminuido ante lo titánico que fue la continuación. Las "Variaciones sobre un tema de Corelli" Las "Variaciones sobre un tema de Corelli" de Rachmaninov fueron la ocasión para apreciar al artista visitante en toda su magnitud.
Las idas y venidas de la obra de la calma a la turbulencia, de la amabilidad a la furia, lo revelaron en todas las facetas y ánimos interpretativos que es dable imaginar, siempre en la cumbre. Así, los explosivos y largos aplausos que premiaron su versión lo obligaron a volver varias veces a agradecerlos. Faltaba aún la Sonata "Hammerklavier" de Beethoven, célebre por su madura sobrecarga temática y complejidad. Resultó pintada para un pianista en las alturas como Trifonoy, que la interpretó de modo soberbio, dejando a la audiencia boquiabierta con ese volcánico final de arrolladora fuga. Aplausos eternos, chiflidos y taconeos de un público delirante coronaron este cierre del recital, que tuvo esa media decena de agregados. Ni dudarlo: se vivió una experiencia artística que quedará escrita con letras doradas en la historia del Teatro Municipal de Santiago.. -