Camino hacia un sistema productivo adaptado al cambio climático
Camino hacia un sistema productivo adaptado al cambio climático J Í Entrega de conocimiento para transformar el diseño y manejo de los predios en sistemas de producción agrícola más resilientes al cambio climático es la nueva propuesta que INIA La Cruz se encuentra ejecutando en las provincias de Petorca y San Felipe Se implementará tres estrategias innovadoras en predios pilotos: diversificación de especies, prácticas agroecológicas y manejo eficiente del recurso hídrico La clave está en no poner todos los huevos en la misma canasta. Con este principio como guía, un nuevo proyecto está en marcha, destinado a implementar soluciones resilientes a través de tres experiencias de diversificación productiva apostando a mejorar la resiliencia de la agricultura en estos territorios. La resiliencia en un sistema productivo agrícola implica su capacidad para enfrentar y adaptarse a condiciones cambiantes adversas, como el déficit hídrico y otros desafios. Esta iniciativa apunta a transformar el diseño y manejo de predios en sistemas de producción agrícola más resilientes al cambio climático.
Este proyecto se está ejecutando en las localidades de Pedegua, Santa María y Panquehue, donde se están estableciendo predios piloto que funcionarán como vitrinas para la implementación de estrategias de manejo en hortalizas y frutales como aplicaciones de compost y/enmiendas orgánicas y uso eficiente del agua. Asimismo, selección de las especies y variedades más adecuadas para cada zona productiva. Con el establecimiento de estos predios piloto como vitrinas, se busca demostrar la efectividad de estas estrategias innovadoras en condiciones reales. Además, se pretende proporcionar a los agricultores locales herramientas prácticas y conocimientos técnicos que les permitan adaptarse de manera efectiva a los desafíos climáticos y mejorar la sostenibilidad de sus sistemas de producción.
El objetivo es que cada productor comprenda qué especies pueden ayudar a hacer su predio más resiliente, priorizando frutales y hortalizas que tengan mejor adaptación agroclimática a cada territorio y "conversen" con los canales de comercialización y las preferencias del mercado.
Las especies que han demostrado ser más resistentes al cambio climático y que las convierte en opciones ideales para los agricultores que buscan diversificar sus cultivos y hacer frente a los desafíos ambientales son el granado, la higuera, el olivo, quinoa, entre Otros. La diversificación no se limita alos cultivos. Algunos agricultores tienen emprendimientos de turismo rural que generan ingresos.
La idea es vincular estos proyectos con la diversificación productiva resiliente, fortaleciendo el sistema existente con la producción de hortalizas o frutales, La introducción de estas posibles especies no solo contribuiría a la diversificación de los cultivos, sino que también ayudará a los agricultores a mantener la productividad y sostenibilidad de sus sistemas agricolas en un entorno cambiante.
De acuerdo a lo que señala Victoria Muena, directora del proyecto, "la diversificación de cultivos permite al agricultor mitigar el riesgo ante condiciones climáticas variables, manteniendo al mismo tiempo la productividad, sostenibilidad y capacidad para satisfacer las necesidades alimentarias del territorio" Complementa que la "diversificación productiva resiliente incluye la adopción de prácticas como la gestión del agua, la introducción de especies resistentes al estrés hídrico y el diseño de sistemas agroecológicos para reducir la dependencia de agroquímicos y promover la salud del suelo". El proyecto trabaja directamente con productores de la agricultura familiar campesina, que participan en los programas PRODESAL de las comunas de Santa María de la provincia de San Felipe y Cabildo de la provincia de Petorca. El proyecto cuenta con el apoyo delos profesionales INDAP quienes acompañarán a los productores en la transición hacia predios adaptados al cambio climático. Son pequeños agricultores que mayormente producen hortalizas y frutales para el mercado local. Algunos complementan la producción vegetal, con la crianza de un número reducido de caprinos o bovinos. El proyecto está en marcha, con un progreso del 60% en la instalación de sistemas de riego en los predios además del inicio de establecimiento de las unidades demostrativas. Se está trabajando con cada agricultor en el desarrollo de una hoja de ruta para implementar la diversificación, priorizando especies según la disponibilidad de agua y otros criterios. Se completó la etapa de diagnóstico, donde se consultó a los agricultores sobre las prácticas sustentables que utilizan en sus predios y su disposición a diversificar la producción. La higuera, conocida por su capacidad para prosperar en climas cálidos y secos, ofrece una alternativa sólida en regiones donde la disponibilidad de agua es limitada.
Por otro lado, la quínoa, un Por otro lado, la quínoa, un cultivo ancestral de gran valor nutricional, ha demostrado ser resistente a la sequía y puede ser una opción viable en áreas afectadas por la escasez de agua. En tanto, el granado, como todas las plantas, puede beneficiarse de prácticas agrícolas sostenibles y adaptativas que minimicen el impacto del cambio climático. Originaria de la región del Mediterráneo, el granado ha demostrado una notable capacidad para adaptarse a una variedad de climas y condiciones de suelo.
El proyecto se titula "Diseño e implementación de una solución de adaptación a la Agricultura Familiar Campesina y producción agricola en el escenario de cambio climático" y cuenta con el financiamiento del Gobierno Regional de la Región de Valparaíso..