Autor: Consuelo Rehbein C.
¿Castigar o incentivar? LOS desafios del grupo que no se quiere vacunar
Propuestas. Toque de queda diferenciado y permisos más restrictivos son algunas de las opciones que proponen los expertos. La salud mental, el acceso a fuentes laborales, la economía, el desarrollo de la vida la salud física seven afectadas por el confinamiento. “Algo que aún no podemos medir, pero en el área de salud mental hemos visto reflejado por el aumento de consultas por estrés, ansiedad, trastornos de alimentación y otros”, señala el psicólogo UC, Carlos Zúñiga.
En Francia (ver recuadro) se aplicarán restricciones para quienes no han acudido a vacunarse, todo como parte de una estrategia que busca reabrir el país para quienes sí han cumplido con el esquema y reactivar asítambién la actividad económica. ¿ Podríamos aplicar algo así en Chile? “En cierta medida ya se está haciendo”, dice el epidemiólogo del Centro de InEn Francia, que está tomando medidas más drásticas, todo el personal de salud tendrá la obligación de estar vacunado antes del 15 de septiembre. /aron Francia aplica mano dura El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que el personal sanitario y quienes trabajen con personas frágiles, como los empleados de residencias de ancianos, tendrán la obligación de vacunarse antes del 15 de septiembre, y a partir de entonces habrá sanciones para quienes no lo hagan. Pero también habrán sanciones y restricciones en general. “Esta vez se queda usted en casa, no nosotros”, fue la frase con que el mandatario abordó la materia. vestigación en Sociedad y Salud de la U. Mayor. “Depende de la perspectiva con que se vea. Se ha hablado de premiar a quienes se vacunan con mayor movilidad, pero también puede leerse como prohibir ciertas cosas a quienes nolo hacen, como aforos en restaurantes”, explica. Para el académico, el problema es la “poca fiscalización: la gente sale igual”. Para esto, plantea que “las personas que no estén vacunadas puedan salir en la semana sólo con un permiso, como en cuarentena.
O que tengan un toque de queda diferenciado”. Castillo ve más problable esta vía que “hablar de castigo, ya que eso bordea en el límite de las libertades individuales y la capacidad de decidir”. Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, concuerda con esa visión.
Añade que en vez de restricciones o castigos, “la autoridad sanitaria debería crear conciencia de riesgo y generar cambios de conducta en las personas con una buena campaña”. Para el especialista, los movimientos antivacunas en Chile no son masivos y aquí el tema de los rezagados pasa por acceso y movilidad. “Tenemos muchas petsonas que han tenido problemas para ira vacunarse. Temas de movilidad, permisos laborales y otros. Lo que hay que hacer en estos casos es acercar la vacuna a ellos. Asus trabajos, alos colegios, a las universidades. La estrategia de que la gente vaya a vacunarse ya se agotó”, cerró.