Pedro Fernández, bailaor chileno: “Siempre que me subía al escenario pensaba que podía ser la última vez”
Pedro Fernández, bailaor chileno: “Siempre que me subía al escenario pensaba que podía ser la última vez” É l solo quería seguir bailando, pero le pedían que se sentara o acostara; que parara.
Sus compañeros del montaje "Lorca es flamenco" notaron de inmediato que algo no andaba bien con el protagonista, el bailaor chileno Pedro Fernández (1976). Por suerte, en el público había una enfermera que lo asistió y activó el protocolo de accidente cerebrovascular. O de ictus, como lo llaman en Madrid, donde él vive hace quince años. El artista estuvo internado tres semanas a contar del 16 de abril de 2023. Incluso le efectuaron una craneotomía --operación que quita una porción de cráneo--, pero tras un año de rehabilitación ya recibió una primera alta. "Fue bueno que el ictus me diera en plena función. Si hubiese pasado cuando me estaba cambiando en el camarín, nadie me habría visto", comenta Fernández. Al teléfono, su voz transmite la misma energía que antes. Agradecido por esta segunda oportunidad, se sostiene en la misma tenacidad y la autoexigencia que cimentaron su carrera de bailaor, coreógrafo y director de una academia. Solo que ahora cambió los ensayos de flamenco por terapias integrales y se abocó al estudio de la neurociencia: cuenta que busca herramientas para optimizar la plasticidad del cerebro. También para bajarle algunos niveles a su perfeccionismo.
Aunque no tenía más factores de riesgo que una hipertensión tratada, el bailaor --que también es ingeniero comercial-recuerda que justo antes del accidente vivió un episodio brutal de estrés cuando toda la logística de una función falló y él, corriendo, logró levantarla. "He estado trabajando con neurosicólogos para abrazar el caos, un poco. Sigo siendo el señor que busca la perfección, pero si algo no sucede como quiero, ahora no me mortifico ni autoflagelo", dice.
A pesar de que su recuperación ha sido impresionantemente rápida y auspiciosa --de hecho, fue a dar una charla al hospital donde se trató--, todavía le falta recuperar la fuerza y el movimiento de un brazo.
Pero eso no le impidió trabajar durante el segundo semestre del año pasado en la coreografía y dirección de "Zarzuela & Flamenco", el montaje que estrenó en la Red de Teatros de Madrid y presentará el 12 de octubre en la Plaza Colón de la misma ciudad.
También va a ser transmitido por la televisión y se proyectará en varias estaciones del metro: "Será el único espectáculo que se presentará en la plaza (por el Día de la Hispanidad). ¡Realmente es un premio!". E s t a n u e v a o b r a aborda la historia de Faustino García, "El Quijote de la Zarzuela", que recorrió Latinoamérica enseñando el baile, se casó con la soprano chilena Olga Marín y formó a Bruno Rocha, con quien Pedro Fernández aprendió. "Hablo de que soy como el nieto de Faustino, cómo será que tengo una chaqueta de levita de él", cuenta el bailaor, con simpatía. --¿ Extraña mucho las tablas? "Es que he bailado tanto. Siempre que me subía al escenario pensaba que podía ser la última vez. Siempre bailaba con ese nivel de energía. Y bailaba diciendo: `Les voy a bailar a mis ancestros, y a Dios'. Me conectaba con ese tipo de sensaciones. Así que siento que ya lo he bailado todo y estoy satisfecho con ese aspecto.
Pero aunque esté fuera del escenario, estoy detrás de todas la actividades de mis montajes, y eso me tiene conectado con lo que más me gusta". Pedro Fernández, bailaor chileno: El autor e intérprete de premiados montajes como "Lota, las mujeres del carbón" acaba de cumplir un año de rehabilitación tras sufrir un accidente cerebrovascular en plena función. Aquí, cuenta su historia y habla de "Zarzuela & Flamenco", su nueva obra. DANIELA SILVA ASTORGA PREMIOS DE AQUÍ Y ALLÁ Apenas un par de meses después de su accidente cerebrovascular, Fernández fue personalmente a recibir un premio clave: el Godot. Lo obtuvo por "Lorca es flamenco", que fue elegido el mejor espectáculo de la Red de Teatros de Madrid. En Chile ha sido distinguido por el Círculo de Críticos de Arte, en 2018, y ha recibido además el Altazor. El bailaor en la sala de ensayo que tiene en Madrid, donde vive hace quince años. ARCHIVO EMBRUJO FLAMENCO "Siempre que me subía al escenario pensaba que podía ser la última vez".