Autor: PorJuan Pablo Catalán. académico e investigador de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andres Bello.
Columnas de Opinión: Vacaciones de invierno: también enseña cuando detenerse
Columnas de Opinión: Vacaciones de invierno: también enseña cuando detenerse A ada vez que se acerfamilias comienzan a que solo ocurre con lápiz y cuaderno.
Pero, ¿y si aprender también fuera detenerse? ¿ Dormir un poco más, mirar la lluvia caer por la ventana, leer algo que no entra en la prueba, pasar una tarde en silencio o entre risas, sin culpa ni presión? La Agencia de la Calidad de la Educación ha sido clara al respecto: el bienestar emocional es clave para que exista aprendizaje. Y la OCDE insiste -una y otra vezque los sistemas educativos más sólidos son aquellos que equilibran el curriculum con la salud mental, el conocimiento con la humanidad. No se aprende mejor por estudiar más, sino por estar bien.
Después de la pandemia, la UNESCO propuso con fuerpreguntarse en voz baja -o a veces en voz alta -: ¿ y ahora qué hacemos con este tiempo? ¿ Dejamos que los niños descansen, jueguen, se aburran incluso? ¿ O aprovechamos para adelantar lectura, repasar materias, reforzar lo "pendiente"? En una sociedad como la nuestra, tan aferrada al rendimiento y al hacer constante, detenerse parece sospechoso. El descanso asusta. La pausa inquieta. Y entonces aparecen los famosos cuadernillos, los talleres de reforzamiento, las lecturas "recomendadas" que terminan siendo casi una obligación. Como si aprender fuera algo za que las escuelas pongan al centro la dimensión socioemocional del aprendizaje.
Y sin embargo, en muchos espacios seguimos viendo cómo las vacaciones se transforman en un tercer trimestre encubierto. ¿Será que nos cuesta confiar en que el descanso tambiên forma? Que una lectura libre vale tanto como un análisis literario. Que aburrirse un poco puede ser la antesala de una idea brillante. Tal como señala la OEI en su informe sobre cultura y educación, el contacto con la lectura, el arte y el ocio creativo no es un lujo, es un derecho. Y la infancia, más que nadie, lo necesita.
Entonces, aprovecho estas lineas para dejar una pregunta abierta, que no busca respuesta rápida sino reflexión sincera: ¿ Queremos formar estudiantes que siempre "rindan" o personas que también sepan detenerse, contemplar y vivir con sentido? Porque quizás lo más urgente que tienen que hacer nuestros niños y niñas estas vacaciones. .. es nada. Y eso, en estos tiempos, ya es mucho.. C Columna