Una modelo que dejó las pasarelas para luchar
Una modelo que dejó las pasarelas para luchar luchar SARA ZIFF FUE UNA FIGURA HABITUAL DE LA SEMANA DE LA MODA Y HOY ES UNA DE LAS PROMOTORAS DETRÁS DE UNA NUEVA LEY LABORAL EN NUEVA YORK QUE PRETENDE PROTEGER A LAS MODELOS Y REDEFINIR SU TRABAJO. POR Yola Mzizi THE NEW YORK TIMES.
Una modelo que dejó las pasarelas para luchar Hubo Hubo una época en que a los amigos cercanos a Sara Ziff les desconcertaba que, a los 20 años, hubiera ganado más dinero que su padre, un profesor de neurociencia de la Universidad de Nueva York, simplemente, como comentaba comentaba su madre, por ser “bonita y puntual”. En “Picture Me”, el documental de 2009 que Ziff hizo con imágenes imágenes de una videocámara de sus días como modelo, se la ve recibiendo un cheque de más de 111 mil dólares. Sara Ziff se unió al mundo del modelaje en 1996 después después de que un fotógrafo la descubriera al regresar a casa de la Escuela Secundaria de Ciencias del Bronx. Cursaba primer año. Al poco tiempo, en lugar de cuidar niños los fines de semana, Ziff asistía a castings y aparecía en la revista Seventeen.
Tras graduarse, en lugar de ir a una universidad de la Ivy League como la mayoría de sus compañeras, optó por la pasarela “Sabía que a las modelos modelos se les valoraba mucho por su juventud y que si quería intentarlo, esta era mi oportunidad. Y que podría podría ser una oportunidad para ahorrar dinero”, dice Ziff. Esa fue la primera de una serie de decisiones audaces audaces que tomó, porque expuso algunos de los aspectos más sórdidos del negocio. Finalmente, se alejó del glamour para defender los derechos y la protección de las modelos.
La culminación de parte de su labor fue que el estado de Nueva York acaba implementar la Ley de Trabajadores de la Moda, una legislación impulsada por Model Alliance, un grupo fundado por Ziff que busca transformar la industria del modelaje en el epicentro de la moda en Estados Unidos. Los problemas de esta industria se hicieron evidentes para Sara Ziff al principio de su carrera. El documental que realizó no solo mostraba el glamour de ser joven y ganar dinero.
También narraba una experiencia más común, pero escondida: escondida: modelos adolescentes agobiadas por las deudas, con trastornos alimenticios y lidiando con una industria donde el abuso sexual a menudo se normalizaba “Cuando se estrenó, pasé de trabajar en los niveles más altos de la industria a que, prácticamente de la noche a la mañana, las grandes marcas dejaran de llamarme”, dice Ziff. “Mis ingresos se desplomaron y prácticamente me endeudé. Sí, fue una época muy dificil”. Pero Ziff recibió la llamada de Susan Scafidi, fundadora y directora académica del Fashion Law Institute.
Scafidi se sintió conmovida no por la dirección de la película, sino por la reacción del público, que describe como “llena de lágrimas, lágrimas, gran emoción y expresiones de miedo”. Sara Ziff obtuvo una licenciatura en ciencias políticas de la Universidad de Columbia y, en 2012, con la orien tación de Scafidi, fundó Model Alliance.
La ¡ mplementación de la Ley de Trabajadores de la Moda podría generar grandes avances, porque otorga a las modelos protecciones laborales básicas, como descansos para comer, pago de horas extras y mecanismos formales para denunciar el acoso. También incluye medidas contra la discriminación por raza, género, edad y orientación sexual, y contiene disposiciones sobre la propiedad de réplicas digitales creadas por inteligencia artificial. a.. . =-- 1 1.
Una modelo que dejó las pasarelas para luchar 16 "Como modelo, tu trabajo es lucir glamurosa sin esfuerzo; se supone que no debes aparentar estar trabajando en absoluto", dice Ziff. "Sé que no somos mineros de carbón, pero somos trabajadores y merecemos derechos y protecciones básicas en el trabajo". Esos derechos, que pueden parecer insignificantes, durante mucho tiempo no incluían a las modelos, quienes a menudo operan dentro de una turbia red de contratos superpuestos con empresas de representación y marcas de moda. Esta estructura fragmentada dejaba a las modelos, muchas de las cuales se clasifican como contratistas independientes, sin la capacidad de negociar condiciones justas, salarios o protecciones.
La ley, que abarca a todas las modelos, independientemente de su situación laboral, tiene el potencial de repercutir más allá de la moda y en otros ámbitos dominados por trabajadores autónomos o por encargo, donde activistas laborales exigen a los legisladores que ajusten la definición de contratistas independientes. El año pasado, el Departamento de Trabajo emitió una resolución que exigía que los trabajadores que dependían económicamente de una empresa y cuyo trabajo era parte integral del negocio del empleador se consideraran empleados. Estos esfuerzos también enfrentan resistencia por parte de empresas, incluidas las agencias de modelos, que afirman que los cambios aumentarán los costos. En 2024, la Corte Suprema de California ratificó la Proposición 22, que clasifica a los conductores de Uber y Lyft como contratistas independientes, lo que representa una victoria para las aplicaciones de viajes compartidos.
La Ley de Trabajadores de la Moda va más allá de intentar regular la interacción de las casas de moda con las modelos; también abordará el problema de las agencias de modelos, que no tienen la obligación fiduciaria de actuar en el mejor interés de las modelos. Estas organizaciones suelen tener poderes notariales sobre el talento, negociando la remuneración y el alcance del trabajo en nombre de las modelos. Sara Ziff espera que, con más claridad en los términos contractuales, las modelos estarán mejor posicionadas para afrontar los pagos atrasados, que son una norma de larga data en la industria. Relata su experiencia al respecto. Dice que cuando los clientes no pagaban a tiempo, su agencia le daba un anticipo de sueldo y luego le cobraba un 5% de interés por el retraso. Ese sistema puede atrapar a las modelos con ingresos bajos en un ciclo de deudas.
El salario medio de una modelo en Estados Unidos era de poco más de 47 dólares anuales en 2023, según la Oficina de Estadísticas Laborales. "Todo esto es simplemente grotesco", asegura Ziff. "La gente se volvió muy vulnerable. La explotación financiera genera explotación sexual". Los intentos de abordar esa explotación sexual elevaron el perfil de Model Alliance. Cuando Ziff fundó el grupo, desconocía la forma que adoptaría la organización. Pero sabía que necesitaba una línea de apoyo donde las modelos pudieran compartir sus experiencias. Descubrió que varios de los mensajes que recibía provenían de modelos que detallaban experiencias de acoso y agresión sexual. A muchas se les impidió emprender acciones legales porque el plazo había prescrito.
Cuando un consultor de asuntos públicos se acercó a Model Alliance para ofrecerle ayuda en la redacción de la Ley de Sobrevivientes Adultos, que estaba siendo impulsada por el senador estatal Brad Hoylman-Sigal de Nueva York, Ziff aprovechó la oportunidad.
La ley, que se aprobó en 2022, permitió un período de retrospección de un año en el que las víctimas adultas que tenían 18 años o más en el momento del presunto abuso podían llevar sus casos a los tribunales. En 2023, Ziff estuvo entre las personas que presentaron una demanda en virtud de la ley cuando acusó de violación a Fabrizio Lombardo, exejecutivo de Miramax y colaborador cercano de Harvey Weinstein.
La demanda aún sigue en curso. "Esa fue una campaña particularmente difícil porque es muy difícil hablar de abuso sexual", comenta Ziff. "Y, ¿sabe?, incluso cuando se habla de algo que ocurrió hace décadas, en mi caso hace más de 20 años, al instante puede resultar muy novedoso". Sara Ziff sabía que la ley tendría impacto.
Se presentaron más de tres mil demandas civiles bajo la Ley de Adultos Sobrevivientes, incluyendo una de Casandra Ventura, cantante de R&B, quien demandó a Sean Combs, su expareja y productor musical también conocido como Diddy, por violación y abuso físico reiterado. Esta demanda allanó el camino para otra del gobierno contra Combs, acusado de crimen organizado, conspiración y tráfico sexual.
Susan Scafidi, que ya no está asociada a la Model Alliance, comenta que el éxito de la Ley de Trabajadores de la Moda, que ha recibido apoyo del Consejo de Diseñadores de Moda de América, se basa en cómo aborda la menor importancia de las modelos en el ecosistema de la moda actual. "Es un poco paradójico. Las modelos de las portadas de las revistas están siendo reemplazadas por celebridades. En publicidad han sido reemplazadas por influencers. Existe una preocupación ahora mismo de que estén siendo reemplazadas por IA", asegura Scafidi.
Sin embargo, Brad Hoylman-Sigal, principal promotor de la legislación, cree que el éxito depende de la capacidad de Ziff de explicar los temas a un público más amplio. "Compartió los detalles de su propia experiencia, lo que nos permitió a mí y a otros comprender la profundidad de este problema en su sector", dice. "Si le ocurrió a ella, alguien con recursos, formación y capacidad para denunciar los abusos, ¿qué más está pasando?" Sara Ziff dice estar orgullosa de los logros de Model Alliance, aunque "sin duda, queda mucho trabajo por hacer". A pesar de los cambios, no se imagina volviendo a modelar. "Estoy en una nueva etapa de mi vida. La verdad es que es genial, porque si alguna vez me piden una sesión de fotos, es como defensora, no como modelo". n Sara Ziff celebró en Nueva York la nueva legislación..