Autor: Logros e impacto
Microcuenca como clave para mitigar el cambio climático
“EN EL ÁMBITO AGRÍCOLlogró que productores cambiaran sus sistemas de producción”, afirma el equipo UdeC.
Viene de pág. 11El proyecto FIC-R “Mitigación de Cambio Climático en Microcuencas” surgió para satisfacer lo que su equipo ha considerado una necesidad ante un crítico escenario global que se debe abordar desde lo local: “la falta de un modelo de gestión que aplique sistemas productivos silvoagropecuarios sostenibles a nivel de microcuenca para contrarrestar los impactos del cambio climático y evitar prácticas de manejo no sostenibles”, enfatizan los científicos de la Ubbsa UdeC.
La razón es que “la microcuenca, definida como un espacio geográfico delimitado que comprende una red de cursos de agua y su entorno, permite una gestión integral de los recursos naturales y una adaptación efectiva a las variaciones climáticas”, aseguran.
Es así que, según plantean, a nivel de microcuenca es posible abordar de forma local, más encauzada y efectiva, a los grandes desafíos climáticos y ambientales y orientar metas de sustentabilidad y sostenibilidad, a través de aspectos como implementar estrategias productivas y medidas específicas en materias como mitigación o adaptación y focalizar los instrumentos con sus concretos a distintos plazos. “La unidad microcuenca favorece la actualización sobre técnicas y manejos que hoy se consideran fundamentales para un desarrollo económico y sustentable ante escenarios de cambio climático”, añaden.
Por todo ello es que el trabajo a este nivel permite promover una actividad silvoagropecuaria más sustentable, resiliente y sostenible frente a los retos emergentes que plantean las transformaciones a las condiciones consideradas normales en un contexto biogeográfico particular, en variables como temperaturas, precipitaciones y ocurrencia de eventos extremos. En ese marco los investigadores destacan los logros del trabajo en terreno y que transforman en un certero éxito al proyecto. Lo primero fue el gran alcance de participantes, permitiendo materializar ampliamente el potencial de impacto proyectado. “En el ámbito agrícola se logró que productores cambiaran sus sistemas de producción”, afirman. Un gran cambio fue “atreviéndose a cultivos que no acostumbraban y por efectos del cambio climático eran factibles de establecer.
Por ejemplo brasicáceas como el brócoli, cultivo temprano de tomate al aire libre, variedades de lechuga de rápido crecimiento y adaptadas a las épocas de otoño invierno o primavera verano”. “En lo forestal se implementaron módulos para el manejo y protección de cauces, así como el control de erosión de cárcavas.
También se desarrolló una intensiva capacitación en la prevención de incendios para la protección de la vivienda rural y la silvicultura preventiva de plantaciones para la mitigación de efectos en los predios de los agricultores”, profundizan. Retos para el futuroLogros y éxito que llaman a seguir trabajando para abordar nuevos retos y objetivos a futuro, porque hubo materias que quedaron fuera. “El proyecto evaluó que 100% de las viviendas rurales en Tomeco y Raqui Alto son de riesgo altamente probables de incendiarse.
Por ello, una tarea pendiente es determinar mediante modelos cuál es la distancia óptima para dejar libre de vegetación, que garantice que la radiación emitida por el combustible en un incendio deje de ser una amenaza para las viviendas rurales, así como el ancho del cortafuego que dé seguridad a combatientes de incendios forestales”, expusieron. Y se detectó una brecha importante en la utilización y efectividad de los instrumentos de fomentoproductivo disponibles para los agricultores, por lo que es importante trabajar para mejorarlo. “Se requiere del trabajo coordinado e integrado de usuarios, profesionales Prodesal y la academia para el ajuste de estos instrumentos y el establecimiento de rutas más efectivas de uso/resultados”, afirmaron.
Por otro lado, se evidenció la necesidad de seguir con las capacitaciones a profesionales de entidades como Prodesal en relación con la disponibilidad y uso de tecnologías e innovación para contribuir en la resiliencia de los cultivos, mejorar la actividad productiva, y avanzar en sustentabilidad y sostenibilidad ante condiciones climáticas cambiantes y problemáticas ambientales globales. Algo que debe ir de la mano con el apoyo directo, oportuno y eficaz a agricultores.
Y resaltaron que se debería avanzar en estudios y trabajos de prospección de áreas hidrogeológicas en la Región del Biobío donde pueden aplicarse técnicas de recarga de acuíferos, e investigar técnicas de restauración del bosque post-incendio forestal. OPINIONESTwitter @DiarioConce contacto@diarioconcepcion.cl PRODUCTORES PARTICIPANTES DEL FIC-R se atrevieron a incluir cul-tivos que no acostumbraban, pero factibles de establecer por efectos del cambio climático, además de incorporar tecnologías más eficientes.
También resaltan el uso de tecnologías más eficientes y que liberan horas de trabajo, como sistemas de riego que incluyen la incorporación de los fertilizantes para cultivos al aire libre e invernaderos; uso de mi-cro túnel, acolchado y manto anti heladas como sistemas de protección de cultivo y adelanto de la producción; y adopción de la producción de hortalizas utilizando arena como sustrato.. FOTOS: PROYECTO FIC MICROCUENCAS