La extensión urbana de la capital regional
Señor Director: Chillán ha crecido rápidamente en superficie durante los últimos 30 años, duplicándose sin contar con un sistema urbano que sostenga este desarrollo. Hoy enfrentamos una grave segregación territorial, una congestión vehicular difícil de manejar y un deterioro urbano que se arrastra desde 80, resultado de un sistema sin planificación organizada. Este crecimiento desordenado contrasta profundamente con el diseño fundacional de la ciudad, originalmente muy bien pensada, frente al actual desarrollo de extensiones lineales y discontinuas en los nuevos barrios de la ciudad. Estas condiciones afectan directamente la calidad de vida de los chillanejos y reflejan un modelo urbano que debemos repensar con urgencia. Muchas de las decisiones recientes parecen responder únicamente a urgencias inmediatas, como las remodelaciones de Diagonal Las Termas o Avenida Huambalí, en lugar de formar parte de una estrategia urbana integrada. Esta falta de planificación a largo plazo solo contribuye a profundizar los problemas existentes. Asimismo, urge abordar la mejora del transporte público, optimizando los recorridos y las vías estructurantes que permitan una mayor integración y conectividad dentro de la ciudad. La segregación que vivimos hoy en Chillán no solo limita oportunidades para muchos de sus habitantes, sino que perpetúa desigualdades sociales y territoriales. Por ello, es imperativo que tanto los actores públicos como privados asuman un compromiso real y transparente con el desarrollo urbano. Cada decisión debe ser guiada por una visión sostenible e inclusiva, que busque reducir estas brechas en lugar de profundizarlas. Es fundamental superar planificaciones desactualizadas, como el último Plan Regulador Comunal de 2016, avanzando hacia un modelo de densificación bien estructurado y comprensible para todos los ciudadanos. Hago un llamado a las autoridades a priorizar la creación de estrategias urbanas integrales que aborden esta problemática de forma estructural y al mundo privado atrabajarcon responsabilidad social. Sin estos esfuerzos conjuntos, solo continuaremos sumando espacios públicos deteriorados y condiciones urbanas desfavorables.
Agradecemos los espacios como el Plan Bicentenario Chillán 2035, porque son lugares de encuentro para pensar la ciudad a futuro, fomentando un debate constructivo y participativo que permita generar propuestas concretas y viables para el desarrollo urbano sostenible. Sebastián Fredes Avendaño Presidente Colegio de Arquitectos Zonal Nuble