El debate sobre el crecimiento
El debate sobre el crecimiento José Miguel Sánchez Decano Facultad de Economía y Administración Pontifica Universidad Católica de ChileGonzalo Martner Profesor titular del Departamento de Economía Universidad de Santiago de Chiledependund:as noticias sobre el crecimiento económico en el último Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, publicado por el Banco Central de Chile, no fueron alentadoras. La estimación indica una expansión que oscilará entre el 2,25% y 2,75% para 2024.
Además, para el próximo año se estima un crecimiento de 1,5% y para 2026 de 2,5%. Esto es preocupante, ya que, según proyecta el FMI, el mundo crecerá un 3,2% en 2024 y un 3,3% en 2025. Para América Latina y el Caribe, el panorama tampoco es muy favorable este año, porque crecerán solo un 1,9%, aunque se espera que el próximo año lo hagan mejor que nosotros.
Sin embargo, la peor noticia del IPoM fue la corrección a la baja de 0,1 punto porcentual en la estimación del crecimiento del PIB tendencial no minero para la próxima década, que se espera promedie un 1,8% en ese período. Según el Banco Central, la razón de esta corrección es la menor incidencia en el restablecimiento de la participación laboral a niveles prepandemia. Por lo tanto, la falta de crecimiento y su debilidad son un grave problema, ya que implican menos empleo y recursos para satisfacer las necesidades y aspiraciones del país, lo que, inevitablemente, generará más descontento.
En este contexto, sabemos la expansión econó-elicafaL bora productividad Torio asto, la fórmula para recuperar la capacidad de crecimiento en Chile será un plan que integre a todos los actores involucrados e impulse estas tres variables esenciales. Aunque es un desafío complejo en estos tiempos, no es imposible (hacerloles:En cuanto al capital, la inversión sigue siendo baja, y el IPoM estima que se contraiga un poco menos de 1% este año.
La revisión a la baja de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) en el horizonte de proyección responde principalmente al peor desempeño de la inversión en sectores no mineros y está claro que para recuperar la inversión hay que reducir la incertidumbre y facilitar la entrega de permisos, sin que la mayor agilidad en la permisología se traduzca en una reducción de los estándares que, con su existencia, se busca cautelar. Para potenciar el trabajo se hace urgente aumentar la participación laboral de mujeres y jóvenes. Esto se lograría con un incremento de la inversión en las primeras etapas de escolarización, lo que es habilitante para seguir aprendiendo y formándose en las etapas posteriores, aumentando las opciones de empleabilidad. Finalmente, la última variable en la fórmula es la productividad. Para incrementarla, es necesario invertir en investigación, lo que tendría un efecto positivo en la innovación y creación de empleos.
Estudios recientes, como el de Ufuk Akcigit (2024), basado en el análisis con microdatos a nivel industrial, destacan que la inversión en tecnología y desarrollo científico, debe realizarse en un contexto que promueva la competencia con bajas barreras de entrada.
Tesis reconocida porque la fórmula expuesta en esta columna no es nueva; ha sido aplicada con éxito en el pasado, cuando nuestro país alcanzó altas tasas de crecimiento y es evidente que, a través de las tres variables esencialescapital, trabajo y productividad, se fomentará una economía dinámica, con una inversión que estimulará nuevamente los mercados y Chile se recuperará. n estos días se difunde la idea de un estancamiento de Chile, poniendo el acento en la gestión del actual gobierno, aunque parece corto el tiempo para una evaluación. Y se hace abstracción de losochoaños de gobiernos liberales desde 2010, los que algo tendrán que ver con el desempeño actual de la economía.
Si se toma el Producto Interno Bruto por habitante, con todas sus limitaciones, se constata, según el Banco Mundial, queen 1961-1973 Chile creció a un 1,7% anual por habitante, en medio de una fuerte presión demográfica y de grandes reformas estructurales. En la etapa dictatorial entre 1974 y 1989, de tipo ultraliberal, el crecimiento por habitante fue de 1,9% anual, apenas algo superior.
En la etapa de la vuelta a la democracia, con un modelo “híbrido” que incluyó aumentos de impuestos, del costo del despido y del salario mínimo, se produjo la mayor expansión económica de la historia reciente. En los 20 años que siguieron a 1990, el crecimiento por habitante fue de 3,9% anual, muy por encima del período previo y del resto del mundo.
Este crecimiento decayó en 2011-2019 a un 1,8% anual y a1,1% anual en 2020-2023 (período que incluye la crisis de la pandemia). En ambos casos es superior al deAmérica Latina y cercano al de Estados Unidos.
No parece haber una situación tan catastrófica, Ecapital natural y mantener una fuerte concentración de la riqueza y el ingreso, es de suponer que pocos se oponen a la idea de acelerarel crecimiento actual, importante para el empleo y los ingresos de la población, incluyendo la de menos re-arativos. srmiEn el Informe de Política Monetaria del mes de septiembre, el Banco Centralno muy diferente, lo que plantea el desafío de qué cambios hacer y qué materias abordar para recuperar mayores niveles de actividad con lo que ello significa para la población. ne el 81% de la riqueza y el 59% del ingreso antes deimpuestos, según el World Inequality Lab, y el 36% del ingreso disponible, según el Banco Mundial.
Por eso, y porque en el pasado no dio grandes frutos, no es una buena idea la de los economistas liberales, que elegantemente llaman “política de oferta”, de desregular todo y bajar sustancialmente los impuestos a las empresas y a las personas de altos ingresos.
Esto implica disminuir el gasto social (siempre se puede ahorrar algo en burocracia, pero no demasiado), mientras suprimir lo que llaman “permisología” (aunque siempre simplificar trámites será positivo) implicaría menos resguardos para los trabajadores, las comunidades y el ambiente. Aunque “el mercado” insista en esto, no es una buena política. frente ala sobreproTampoco lo es no hacer nada ducción china que desplaza la poca industria chilena existente.
Con el cierre de Huachipato, sin ir más lejos, se perderán más de 20 mil empleos Tomemos el caso más que exitoso de Corea del Sur (el reciente libro de Keun Lee es muy ilustrativo en la materia). Su política de oferta consistió por décadas en mantener precios agrícolas altos y subsidios al consumidor, en tener una banca por largo tiempo nacionalizada y luego privatizada pero que ofrece créditos a tasas bajas, y en desplegar una política industrial que, sin perjuicio de aperturas progresivas, industrializó un país rural y pobre combinando promoción de exportaciones y sustitución de exportaciones. Hoy está en la punta tecnológica y es uno de los principales productores de microprocesadores. Nada de esto está nien debate ni menos en agenda en Chile. Para promover el crecimiento, parece que lo primero será dejar los dogmatismos y deliberar sobre cómo funcionan las cosas en las experiencias exitosas. ILUSTRACION: RAFAEL EDWARDS. D b h f 1 1 recuperar el crecimiento o ts dd económico del país? acer pafa e e ue Se CLas tres variables esenciales.