Pinten las grúas de colores
Pinten las grúas de colores saciones por parte de EPV para esesector del SPM, ni sabemos qué daños podrían provocaresa acumulación de contenedo-resante un tsunami ni qué daños podría inferir un virtual accidente de cargas peligrosas en dichosectorsituadoen el tramo más angosto del plan. Es decir, se le ofrece a Valparaíso un puerto menor elmásbarato parael Estado, con el máximo impacto negativo sobre su patrimonio mejor conservado. Una total contradicción.
Ante el traspié de suRCA, lapuerto (Valparaíso Dialoga) y logró un Acuerdo por Valparaíso firmado por el gobernador Mundaca, el alcalde Sharp, en el muelle Barón, ante la pre-dauna generación de defensores del descentralismo firmando un acuerdo donde está el compromiso de que “la Ampliación Portuaria deberá cumplir con los estándares patrimoniales que el Estado de Chile ha suscrito ante la Unesco”, algoimposible (al menos en los dos proyectos T2 presentados) sino hay nuevas aguas abrigadas, porque el casco histórico nose puede mover de lugar pero el puerto sí. ¿Ignorancia, indolencia, mala f6? ¿ Qué firmaronentonces? Lo querealmente firmaron fue justamente potenciar el centralismo, las metas del Ministerio de Transportes yla decisión desde Santiago que el Estado no invertiría en aguas abrigadasen Valparaíso, pero síen San Antoni: Este es un asunto de dimensiones, pero los firmantes del Acuerdo por Valparaísonolo dimensionan, es un asunto deurbanismo pero no es ése “su fuerte”, es un asunto de patrimonio, pero olo despreciano no están ahí los votos, es un asunto de visión defuturo, pero ellos están sobrepasados por la contingencia. ¿Y cuál es el futu-rode Valparaíso entonces? “Pin-tenlasgrúas decolores, vendan helados”-nos dicen desde Santiago. Por mucho que EPV esté nun proceso de diseño de los11 kms. de la zona costera, en el tema patrimonio vs. puerto esarespuestasiguesiendo irónica y dramáticamente vigente.
Cumpliremos 25 años tropezando con la misma piedra, sin cumplirlasleyeschilenasniloscompromisos con la Unesco, pero ellos nos dicen que están trabajando para el Valparaíso de los104500 años enel 2036. n el año 2000, luego deE unalarga decadencialocal sumado al olvido de todos los gobiernos de la última mitad del siglo XX, en Valparaíso se abrió una ventana: Lagosenel gobierno, Ottone (y unequipo de porteños detrás), enel segundo piso de la Moneda.
Por primera vezen décadas había un Plan Valparaíso, donde ganaba laciudad yganabael puerto: sacar los camiones portuarios del plan (el camino de la Pólvora), una cárcel convertidaen parque cultural, un ambicioso proyecto ganador de una licitación donde la ciudad en plenitud llegaba al mar en Barón, liderado por Joan Alemany (catalán, experto en usos de frentes costeros, planificación urbana y economía poruaria, impulsor de la renovación de Barcelona)y la declara-toria del Sitio Patrimonio Mun-dial (SPM) por la Unesco que volvía a poner a Valparaíso en elmapaglobal.
Elespíritu, laletra y el objetivo del patrimonio mundial es preservarlo, potenciarlo, aumentarlo y traspasarlo las furturas generaciones, entendiendoal patrimonio no como una nostalgia del pasado, sino como unactivo de lamemoria colectiva, un capital económico, social y cultural, una forma de comunicarse con el mundo. Este plan no resultó porque fallaron dos pilares relevantes: al proyecto en Barón (que en-tre otras cosas soterraba Av. Errázurizentre Av. Argentina y Av. Francia, eliminaba el nudo Barón y seintroducía enelmar con marinas náuticas paracruceros y naves menores), EPV lo redujo asu mínima expresión, en un mall judicializado y rechazado por la Corte Suprema. Hoy, dicho lugar será convertido en un parque cuyo accesos serán subterráneos desde Av. Errázuriz, y que no contempla ninguna infraestructura marítima y del cual todavía no vemos nada. Es decir, no habrá un cambio de paradigma. Por su parte el Ministerio de Transportes mandató quela expansión portuaria debía hacerseenlas mismas aguas abrigadas, algo incompatible conel SPM. El propio Estado torpe-deando al Estado. El plan perdía toda su sinergia. Ni Lagos, niOttoneenel segundo piso, ni los porteños, nilas autoridades locales defendieron su propio plan.
Hoy se discuten mitigaciones y compensaciones ante un proyecto portuario que “tendrá impacto alto, permanente, irreversible y no mitigable sobe el SPM” como sentencióel Estudio de Impacto Patrimonial (ElP) de Juan Luis Isaza la propia por solicitadoUnesco. El SPM tiene 25 hectáreasprotegidas por leyes chilenasyacuerdos internacionales.
Sólohay dos cerros (Concepción y Alegre) delos 43 cerros delanfiteatro en ese polígono, y es frente a esos cerros donde se pretende hacer la ampliación portuaria, justamente el mejor conservado de este patrimonio, donde más recursos públios y privados se han invertido, todos ellos cumpliendo estrictas normas patrimoniales, pero incentivados y gatillado justamente por estar dentro deeseSPM.
Ante el congelamiento desu Resolución de Calificación Ambiental (RCA) por el tribunal Ambiental, hoy la EPV propone unnuevo T2 la mitad del original) en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), pero la mitad que queda se sitúa nuevamente frente al edificoDuoc Cousiño (MonumentoHistórico) y a los únicos cerros delSPM (Concepción y Alegre) que los dejaría detrás de un sitio industrial portuario provocándole por la concentración de grúas un impacto incluso mayor que el anterior proyectoT2. Peor aún, se trata de unpuerto menor, para una sola nave con 430 mts. de muelle cuando los puertos modernos paraser eficientes y competii-vos necesitan al menos 1.200. mts. lineales continuos. Setratade un puerto que sólo tendrá capacidad para transportar 332.000 contenedores/año. Es decir, la sexta parte del objetivo de la EPV que es pasar de 1 millón a 2millones contenedores/año.
Un puerto que concentrará 5 grúas de más de 100 mts. de altura frente a dos cerros protegidos que están bajola cota100, impactando su máximo atributo como esla vistay cercanía al mar de ese paisaje urbano histórico único, especialmente a sus miradores emblemáticos: Yugoslavo, Gervasoni y Atkinson que están a 45-50 mts. sobre el nivel del mar, donde se puede admirar hasta la cordillera de Los Andes, el ancho deChile.
Un daño visual que implica a su vez un daño a la plusvalía de las viviendas, al valor del recorrido por sus calles icónicas como Templeman, Papudo, Dimalow, Miramar, Lautaro Rozas, San Enrique, Galos, poniendo enserioriesgo económico alos inversionistas que apostaron por la renovación en dicho SPM, generando una oferta hotelera, gastronómica y cultural diversa y de calidad y quienesya han tenido una dificil conti-nuidad post pandemia y esta-llido social. Sumarle a todo es-to el ruido 24/7 de la actividad portuaria que sube por los cerros como en unaconchaacústica, dificultando el descanso delos porteños y huéspedes. Nohay mitigacionesnicompen-. POR GONZALO ILABACA, CIUDADANO ILUSTRE DE VALPARAÍSO sencia del Presidente Boric. To-