Un mundo de locos
OpiniónLa verdad es que uno no puede menos que quedar atónito cuandose da cuenta que desde hace algunos años, el empeño por lograr la legalización de las relaciones sexuales con menores de edad no ha hecho sino avanzar, y cada vez con menos disimulo. Lo cual es un síntoma inequívoco de que algo muy malo está ocurriendo en muestras sociedades. Lo anteriorexplica, porejemplo, queen muchaslegislacionesse ha ya ido rebajando paulatinamente la edad de consentimiento sexual.
Y aun cuandose diga que lo anteriorobedece alos derechos sexuales delosjóvenes y asu “autonomía progresiva", no se requiere de mucha imaginación para darse cuenta quees tamisma rebaja puede igualmente ser aprovechada por los adultos para tener acceso a estos menores, con lo cu-al, lo que antes era considerado delito, hoy ya noloes, O también, la cada vez más totalita ria imposición de la llamada “educa ción sexual”, impartida a edades más y más tempranas, al margen de lo que consideren los padres, situación que llevaría inevitablemente a normalizar el contacto entre menores y adultos, siempre que haya “consentimiento” de los primeros, anuenasíotras ciaque la aludida “educación” haría peligrosamente normal. iniciativas porel estilo, que lamentablementese hanido propagando, sobre todo en varios países occidentales En esta oportunidad la Asamblea General de la ONU ha presenta doel"Proyecto de convención de las Naciones Unidas contra la ciber delincuencia”, elaborado por un comité especial nombrado para tal efecto, que ha preparado este documento para luchar “contra la utili zación de las tecnologías dela información ylas comunicaciones con fines delictivos” y asi fortalecer la cooperación internacional contra la perpetración deciertos delitos cometidos poresta vía los “Delitos relacionados su art. 14, que regula Y curiosamente, encon material en línea que muestra abusos sexuales de niños o explo que prohíban taciónsexual de niños”, luego de requerir alos Estados diferentes conductas de esta índole, de manera asombrosa, solicita a estos mismos Estados que no se penalice la pornografía infantil quesea fruto de una relación consensuada entre menores que se ge: nere para “uso privado”, acordado por las partes, lo cual incluye el “sexting”, que tantos problemas ha generado en los últimos años. Igualmente, tampoco se penaliza aquel material pornográfico que se realice de manera ficticia gracias a la inteligencia artificial.
Los promotores de tan notable artículo hansido Estados Unidos y va rios países de la Unión Europea, pese a que una disposición semejante atenta nosólo contra los menores, por mucho “consentimiento” que manifiesten, sino también contrael Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño, que prohíbe la pornografía infantil sin miramientos, y que paradójica mente, fuera impulsado por el propio Estados Unidos hace 25 años. Pese a la protesta delos representantes de variospaíses, ello. no fue suficiente para eliminar este artículo. De este modo, el tratado debiera adoptarse formalmente porla ONU a finales de este año y entraría en vigor luego de que sea firmado por 40 países. Sin duda un paso más, en esta auténtica obsesión de algunos por tener acceso carnal libre y sin consecuen: cias a los menores. Un mundo de locos, sin lugar a dudas. El empeño por lograr la legalización de las con menores de edad relaciones sexuales no ha hecho sino avanzar, y cada vez con menos disimulo. Es un síntoma inequívoco de que algo muy malo está ocurriendo. UNJlMAX SILVA ABBOTT Doctor en Derecho, profesor de Filosofía del Derecho Universidad San Sebastián. Opinión